Hutchinson y los secretos de debutar en un Mundial a los 39: cuidado extremo… y un buen vino
El canadiense es el jugador de campo de más edad en estrenarse en el torneo. Benito Floro, Fabricio y Alexis lo descubren: "Nunca he visto nada igual".

"Era el primero en llegar y el último en irse. Se cuida muchísimo: la alimentación, el descanso, los estiramientos… Nunca he visto nada igual". Las palabras de Alexis Ruano ayudan a entender mejor el fenómeno de Atiba Hutchinson, el futbolista de campo de más edad en debutar en un Mundial. Lo hizo el miércoles ante Bélgica con 39 años y 288 días, 32 días más que el argentino Ángel Labruna, que conservaba el récord desde 1958.
Su edad cronológica no parece coincidir con la biológica. Contra los belgas fue uno de los mejores de Canadá. "Es un pivote extraordinario. Nunca pierde la posición, siempre recupera la pelota, está atento a la evolución de la jugada, bien colocado, con mucha calidad… Es un jugador muy completo", resalta Alexis en conversación con Relevo.
Apenas coincidieron durante media temporada en el Besiktas, pero fue tiempo suficiente para que el central comprobase los secretos de Atiba. "Todos los días estaba ahí con el rodillo para descargar y para continuar con su rutina. Es un profesional intachable y una persona impresionante. Cuando llegué allí, yo era nuevo y él ya era capitán. Hizo muchísimo por mí y por ayudarme". Todas las referencias son extraordinarias. La longevidad no esconde más misterio que el cuidado.

Líder dentro y fuera del campo
Hutchinson todavía está lejos de ser el jugador más 'viejo' en participar en una Copa del Mundo. El portero egipcio El-Hadary compitió en Rusia 2018 con 45 años y 161 días. Hay más: el colombiano Faryd Mondragón jugó con 43 años y tres días, el camerunés Roger Milla con 42 años y 39 días… Pero nadie había tardado tanto en estrenarse. A Hutchinson nunca le ayudó la escasa competitividad de su selección en las últimas décadas.
De los 26 jugadores que forman la convocatoria de Canadá, solo él estaba vivo la última (y única) vez que su país disputó un Mundial. Fue en 1986 y Atiba tenía tres años. Su debut con la selección se produjo en 2003, hace casi dos décadas, y ya se ha convertido en el futbolista con más internacionalidades con la Hoja del Maple. La realidad futbolística de su país ha cambiado mucho desde entonces.
🍁 19 years in the Red and White for Atiba Hutchinson pic.twitter.com/0bxERncq53
— COPA90 (@Copa90) November 23, 2022
"Antes, cuando llegaba a los partidos, solo esperaba que pudiésemos salir y conseguir un resultado aceptable. Ahora tenemos una sensación diferente. Pensamos que podemos ganar la mayoría de los partidos que disputamos", reconoció Hutchinson en una entrevista reciente con Beyond the Pitch. Benito Floro les devolvió el rigor táctico y John Herdman ha acabado de modelar su idea: "Antes concedíamos goles relativamente fáciles, pero ahora es difícil doblegarnos".
Fue Floro, precisamente, quien convenció al centrocampista para que liderase al combinado nacional. "Al poco de llegar solicité ir a Europa para contactar con los canadienses que jugaban por aquí. Y empecé con Atiba. Fui a Estambul a hablar con él y me demostró su predisposición para participar en todas las fechas FIFA posibles", cuenta el extécnico de Real Madrid o Albacete a Relevo.
Él estuvo en el banquillo entre 2013 y 2016 y sentó los cimientos para el éxito actual. "Atiba fue nuestro líder por su calidad física y técnica y su experiencia", recuerda.
Vicios sanos... y un buen vino de vez en cuando
Fabricio Agosto coincidió durante dos temporadas con Hutchinson en Turquía. Juntos ganaron la liga turca en la 16-17. "Casi nunca marcaba, pero aquel año metió un gol clave en campo del Trabzonspor que nos acercó mucho al título. Siempre le vacilábamos con eso", rememora.

"Es un portento, un tío serio, profesional. Hice muy buenas migas con él por ese motivo. Compartíamos vicios sanos. No le pesan los años. En Besiktas solían retrasarse en los pagos y él daba la cara por jugadores y empleados".
Fabricio, que ahora busca equipo, salió de Estambul hace cuatro años, pero todavía mantiene contacto con el canadiense. Su última conversación giró en torno a uno de los placeres prohibidos de Atiba: el vino. "No lo bebe asiduamente, pero le gusta mucho. Hace un par de meses me pidió que le recomendase algún buen vino español", desvela entre risas.
Alexis se retiró el año pasado y Fabricio lleva más de un año sin disputar un partido oficial; Hutchinson continúa siendo titular indiscutible en el Besiktas y sueña con avanzar a octavos en Catar. "Su entrega se ve y se nota", admite Ruano. El triunfo de Atiba es la victoria de un método y del trabajo en la sombra. Aquí no hay secretos, solo dedicación.