La FIFA protege a los jugadores del odio y la discriminación en las redes

Durante los partidos de cuartos de final el Mundial de Catar y con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos, la FIFA exhibe en las pantallas gigantes de los estadios y los brazaletes de los capitanes el lema "No discriminación". La novedad de esta campaña es un programa diseñado para proteger a los jugadores de comentarios insultantes o amenazantes en las redes sociales.

Este servicio llamado SMPS por sus siglas (Social Media Protection Service) y llevado a cabo con la colaboración de FIFPRO (la organización mundial de representación de futbolistas) ha ocultado durante la fase de grupos más de 100.000 comentarios insultantes y ofensivos. Además, se denunciaron más de 6.000 publicaciones a las respectivas redes sociales para que tomaran medidas al respecto. La FIFA publicará un informe con las conclusiones de este programa tras la finalización del Mundial.

Este último informe se unirá a los dos anteriores que la FIFA hizo durante el mes de junio en los que se puso en manifiesto el aumento de insultos y amenazas que reciben los futbolistas en las redes sociales durante las competiciones internacionales. Por ejemplo, durante las semifinales y final la copa de la UEFA en 2020, más del 50% de los jugadores fueron objeto de algún tipo de insulto discriminatorio, la mayoría procedentes de su propio país.

Este programa de la FIFA junto con FIFPRO, que pueden utilizar todos los miembros de las 32 selecciones participantes en el Mundial, consiste en buscar términos de incitación al odio y, tras detectarlos, oculta al instante los comentarios ofensivos en Facebook, Instagram y YouTube. Así se impiden que los lean tanto el destinatario como sus seguidores. Y, aunque el mensaje ofensivo sigue siendo visible para la persona que publicó el comentario, su visibilidad y alcance se reduce de manera considerable.

La cantidad de comentarios y publicaciones que han sido bloqueados o denunciados demuestra que el acoso en las redes sociales sigue siendo un problema preocupante para los futbolistas y para toda la sociedad. Además, las consecuencias pueden ser muy graves para la salud mental y el bienestar en general de los deportistas.