El viaje que nadie espera del trofeo del Mundial y que preocupaba a su guardiana: "No duermo por las noches"

Sábado, 15 de julio. Aeropuerto de Doha, puerta C5. El aire acondicionado ayudaba a combatir los 37 grados que convertían a la capital de Catar en un infierno. Aunque - a ratos- no se sabía que era peor, si el aire o el calor. Había hombres y mujeres de negocios, las familias que apuraban sus últimos días de vacaciones, los chavales que devoraban la última de Netflix o quienes -simplemente- descansaban del vuelo anterior y se preparaban para coger el siguiente: Auckland, previa escala en Adelaida.

Lo que nadie sabía -sólo unos cuantos privilegiados, o curiosos, según cómo se mire- es que compartían espera con el mismísimo trofeo del Mundial. Custodiada por unos cuantos trabajadores de FIFA y en una maleta rígida vertical gris. Es más, viajó como equipaje de mano, como tu maleta o la mía.

"No duermo por las noches", decía medio en broma medio en serio una de sus guardianas. Para ser exactos, la única persona -de las allí presentes- que conocía la combinación de números que abría la maleta. Y de la que tuvo que tirar cuando el trofeo pasó el control de seguridad. Y, claro, tuvieron que abrir la maleta. Imagínate la cara del personal de seguridad cuando descubrió el pastel. Por suerte -mala para él, que no lo vio- la copa estaba cubierto por una capa negra. Muy importante: nadie la puede tocar.

A las 00:30h, del día siguiente -el 16 de julio- el codiciado objeto aterrizó en Auckland. Ahora, reside en el país neozelandés, que abandonará en unas semanas para viajar a Sídney.

Allí, el 20 de agosto, se disputará la final. La selección ganadora levantará el trofeo, el del aeropuerto de Doha -porque hay otro-. Pero será un visto y no visto. Según el reglamento del torneo, las vencedoras recibirán el trofeo en cuanto termine el partido, en la típica ceremonia.

¿Y cuánto tiempo estará en sus manos? Según el máximo organismo del fútbol mundial, "lo devolverá a la FIFA en el vestuario al terminar las ceremonias de la final y antes de abandonar el estadio". En ese momento, las ganadoras recibirán el Trofeo de las Campeonas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA.

Se entregó por primera vez en 1999, en el tercer Mundial femenino de fútbol de la historia (Estados Unidos). ¿Qué pasó en las dos anteriores ediciones (1991 y 1995)? Pues que se entregó otro. Teniendo en cuenta que el trofeo masculino fue robado en dos ocasiones, se crearon dos copias idénticas.

En 1995, Noruega ganó el Mundial a Alemania y se llevó la copa, exhibida en la federación noruega de fútbol, con sede en el estadio Ulleval (Oslo). Durante las obras de renovación del estadio, el trofeo desapareció. Pero como había dos copias... todavía había otra copa, que es la que permanecía en manos de la FIFA.

Diseñado por William Sawaya, pesa 4,6 kilos y mide 47 centímetros. De latón dorado, con una base de granito candeias, debajo hay un disco dorado que enumera a las ganadoras. Estados Unidos (4), Alemania (2), Noruega (1) y Japón (1) son las únicas selecciones que han levantado el trofeo de campeonas del mundo. ¿Quién será próxima?