PRIMER ANIVERSARIO MUNDIAL FEMENINO

Los secretos mejor guardados del primer Mundial femenino de la Selección: "Nos dio la charla pretorneo la misma persona que se la dio a Argentina en Catar"

Un año después, Relevo charla con cuatro de sus protagonistas: Laia Codina, Alba Redondo, Ivana Andrés y Enith Salón.

Las jugadoras de la Selección corren a abrazarse tras ganar el Mundial. /Getty
Las jugadoras de la Selección corren a abrazarse tras ganar el Mundial. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

"Antes de empezar el torneo, la FIFA nos dio una charla informativa. El hombre que la impartió fue el mismo que se la dio a la selección argentina masculina en el Mundial de Catar, en 2022, el que acabaron ganando. No sé si creer en el destino o no, pero sabía que algo estaba por venir, que teníamos algo de nuestro lado. Él nos dijo que estaba seguro de que nos iba a dar suerte".

El relato eriza la piel. Hace un año, una noche de verano- de invierno en Sídney- le brindó al fútbol femenino español, y de regalo a los que llevamos en esto unos cuantos años, un instante mágico... "Recibe ahí la mallorquina, batiéndose en duelo con Jess Carter, viene ahí Olga Carmona, vamos a ver Olga Carmona... ¡GOOOOOOL! ¡OTRA VEZ OLGA, OTRA VEZ OLGA, OTRA VEZ OLGA! ¡Sevilla vibra contigo! ¡España entera vibra contigo!..." .

"Me lo he visto muchas veces (el gol) y todavía me sigo preguntando qué hago en la celebración. Porque yo me acuerdo, pero no sé por qué reacciono de esa manera", rememora Laia Codina. "Yo me voy detrás de Olga, porque Olga se va corriendo, enseñando la camiseta, que yo no sé ni lo que pone en esa camiseta, y yo, superseria, me voy detrás, haciendo así, tipo círculos con el dedo, señalando al estadio entero, no sé si es un mix de emociones o qué, estaba en un momento de tanta concentración...", continúa. Alba Redondo cuenta que en el gol de Olga ante Suecia, el que le dio a España el pase a la final, salió "corriendo desde la banda con el peto" y le "dio todo igual". Y hablar por teléfono "a lágrima viva con sus padres" tras ganar el Mundial.

Laia aceptó la propuesta de Relevo al segundo. "Ya sabes que a mí me gusta hablar mucho", advertía. Un homenaje, en forma de relato coral y a través de los recuerdos de cuatro de las 23 campeonas, a la aventura que transformó la historia del fútbol femenino español. Cómo una selección que llegaba rota se convirtió en invencible.

«Cada una había pasado mucho por llegar a ese Mundial»

A decir verdad, España llegaba en su peor momento de siempre. El conflicto de 'Las 15' había arrasado con todo y roto al fútbol femenino español en dos. En una tregua de última hora -la decisión se alargó hasta la lista definitiva- la RFEF y la ambición de las futbolistas -condicionada por las mejoras que se habían implementado en el seno de la Selección- se habían dado la mano firmando la paz. Sin embargo, 15 días no parecían suficientes para armar un equipo: las decisiones personales de cada una de ellas parecía que seguían chocando entre sí y la relación con Jorge Vilda continuaba en el mismo punto. La tirita corría el riesgo de despegarse en cada paso.

El sentimiento que se había generado de puertas para afuera tampoco mejoraba la situación. Hablando en plata: nadie -o sólo unos cuantos locos y locas (en el sentido más cariñoso de la palabra) las veía campeonas. "A ver, es difícil contar lo que significó ganar el Mundial después de todo lo que pasó. Porque, al final, yo te lo puedo contar desde mi perspectiva, otra te lo contará desde la suya. Lo que puedo decir es que lo que noté yo es que después de todo lo que pasamos, todas, lo que se vio es que un grupo de jugadoras se unió con mucha hambre de demostrar que ese año anterior se había sufrido mucho, pero que era capaz de hacer cosas muy grandes dentro de un campo de fútbol", se sincera Laia Codina quien, por aquel entonces, eliminó la aplicación de X de su móvil "un par de veces".

"Y creo que también eso es lo que unió a la gente, a España entera, a animarnos y hacer de ese Mundial un hito histórico. Y creo que es algo muy bonito porque, sin querer, creo que dentro del campo se veía esa fuerza más allá de lo que es jugar al fútbol. En cada celebración se veía, también, ese sufrimiento del año anterior. Y eso creo que unió bastante a lo que es la afición y el equipo", continúa Laia al otro lado del teléfono, mientras apura sus vacaciones.

"Para mí hay dos claves. La primera es que después de haber vivido una de las etapas más complicadas, el equipo -prácticamente- se tuvo que rehacer de nuevo, renovando las ilusiones y aportando aire fresco. Por otro lado, a pesar de todo, y para mí es de admirar, supimos separar el conflicto, de nuestro sueño y objetivo. Fuimos profesionales y nos centramos en ello, en ganar el Mundial", reflexiona Ivana Andrés, otras de las voces del relato. Su testimonio no es baladí, levantó el trofeo de campeonas del mundo.

«Gracias por acordaros de mí»

Los más de 40 días que la Selección -y quienes les acompañamos en la aventura- pasaron en Australia y Nueva Zelanda nutrieron de instantáneas extraordinarias el álbum fotográfico del Mundial. "Pero yo te diría uno con el que empezó un poco todo. Y es cuando llegamos a Palmerston North (el cuartel general de la Selección durante la fase de grupos), que teníamos día libre y nos fuimos a pasear por el monte. Bueno, por un parque, y nos estuvimos bañando en un río. Fue muy bonito porque además llovió, estaba todo encharcado, y bueno, ya te puedes imaginar cómo nos pusimos de barro. Además, íbamos con alguna de ciudad y estaban menos acostumbradas", bromea Laia.

"Ese día creo que empezó un poco todo el grupo que formamos nosotras, hablo de mí, y que después fue a más durante el Mundial. Yo me quedo con las charlas que tuve con Alexia, con Irene, con Jenni, con Mariona... Misa y yo hablábamos muchísimo siempre de lo afortunadas que éramos de poder escucharlas hablar. Es decir, de lo que te contaban. Íbamos a pasear y podían estar hablando, y Misa y yo calladas sólo escuchándolas... Me quedo con todos los momentos compartidos con ellas, que, al final, son los que te apoyan cuando estás jodida, te apoyan cuando va todo bien. Es un grupo muy especial", recuerda la campeona del mundo.

España se enfrentó a Costa Rica, Zambia, Japón, Suiza, Países Bajos, Suecia e Inglaterra. Tan solo perdió -y de qué manera, frente a las niponas. Ivana y Alba Redondo, otra de nuestras protagonistas, coinciden en señalar el momento en el que creyeron -como nunca antes- que iban a ganar el Mundial: en los cuartos de final frente a Países Bajos. "En el gol de Salma", apostilla Alba. La exfutbolista del Levante y flamante fichaje del Real Madrid acabó el torneo con tres goles en su casillero, los mismos que Aitana Bonmatí y Jenni Hermoso.

Laia Codina y Enith Salón son más pasionales. La segunda de ellas, la portera del Valencia, cuenta que la confianza que tenían en ellas mismas y en la de al lado, la convicción de soñar y hacerlo posible superó todas las expectativas. Además, es quien nos descubre la anécdota del "hombre de la FIFA" del inicio del texto. Enith era la tercera guardameta, fue la única futbolista española que no jugó ni un minuto. Al contactarla, y tras responder a las preguntas, se despidió con un "gracias por acordaros de mí". Nadie se olvida de una campeona del mundo.

Al final, un año después, a una le entran ganas de volver a cruzarse el mundo (literalmente). Además, de tanto escucharlas, acabas convenciéndote de todo. Estaba escrito. "Entonces, yo desde el primer día, no sé, notaba algo, esa sensación que a veces se habla, la notaba, que se podía ganar algo. Cada una había pasado mucho por llegar a ese Mundial", añade Laia Codina. "Mira, Jenni y yo, todos los días... A ver, al final estábamos lejos de la familia, de todo... y cuando teníamos un mal momento o un mal día nos preguntábamos: '¿A qué hemos venido?'. Y nos respondíamos: 'A ganar el Mundial'. Al final, lo hacíamos todos los días, entre unas y otras, y es una tontería, pero te hace creértelo, ¿no?".