MUNDIAL FEMENINO

¿Quién y cómo es realmente Jorge Vilda? Sus lazos con Iker y Xavi, tránsfuga pro-Rubiales y con dotes de 'jefe de prensa'

El seleccionador dejó atrás su etapa como jugador por una lesión, entrenó en el fútbol modesto y dio el salto a la RFEF de la mano de Ángel Vilda.

Jorge Vilda durante una rueda de prensa tras conseguir el pase a la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. /Joe Allison| Getty Images
Jorge Vilda durante una rueda de prensa tras conseguir el pase a la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Joe Allison| Getty Images
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Es uno de los nombres del momento. El entrenador del equipo nacional femenino de fútbol en el momento más importante de su historia. Pero... ¿Quién es exactamente Jorge Vilda? Nacido un día de San Fermín hace 42 años, su vida profesional ha estado siempre ligada a la de su padre, un hombre de fútbol que fue preparador físico de FC Barcelona, Athletic, Atlético y Real Madrid.

Aunque tuvo una corta carrera como futbolista, le dio tiempo a jugar con Xavi Hernández en los alevines del Barça y con Iker Casillas en la cantera del Madrid, hasta que una lesión le alejó del césped y le acercó al banquillo. En ese momento comenzó su carrera como entrenador.

Su experiencia antes de llegar a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se centró en el fútbol modesto. Fue preparador físico del primer equipo del Canillas, entrenador del juvenil y preparador físico del alevín, equipo que por entonces entrenaba Fernando Herrero, presidente del club, alguien que le conoce bien. "Este año ha sufrido muchísimo con la situación que le ha tocado vivir. Si no hubiera sido por el apoyo de Rubiales, mi sensación es que se hubiera terminado marchándose", cuenta Herrero a Relevo.

Desde pequeño ha vivido de cerca el ambiente del fútbol profesional. Su padre, Ángel Vilda, fue preparador físico del Barça de Johan Cruyff en sus años de éxito al frente del 'Dream Team'. También lo fue del Atlético de Luis Aragonés y del Real Madrid y Athletic con Jupp Heynckes. Posteriormente, pasó a la RFEF donde entrenaba a la selección femenina sub-19. En aquel momento su hijo Jorge aprovechó para seguir sus pasos y saltar del Canillas a la Ciudad del fútbol. Al principio, como ayudante de Ángel Vilda, después al frente del combinado Sub-17.

"Como jugador, en su día coincidió con Stoichkov en la cantera del Barça, y cuando éste se incorporó al Celta, llegó a tener una oferta del club para irse con él a entrenar. Pero no salió finalmente", cuenta el presidente del Canillas, su primer club.

Ángel Vilda, el cuarto por la izquierda, durante su etapa como preparador físico en el staff de Jupp Heyckes en el Athletic Club.  Alfredo Aldai | EFE
Ángel Vilda, el cuarto por la izquierda, durante su etapa como preparador físico en el staff de Jupp Heyckes en el Athletic Club. Alfredo Aldai | EFE

"Finalmente se fue a las categorías femeninas de la RFEF de la mano de su padre, Ángel Vilda, igual que Pedro López, que ahora es seleccionador del equipo femenino de México. Se fueron a la vez. Para nosotros es un orgullo. Buena cantera de entrenadores hemos sacado del Canillas", dice con el pecho hinchado el presidente del club, Fernando Herrero.

Antes de asumir el cargo de seleccionador absoluto tras la salida de Ignacio Quereda en 2015, Jorge Vilda sustituyó a su padre en la sub-19, donde estuvo apenas unos meses. Antes había conseguido ganar dos Eurocopas, un bronce mundial, un bronce europeo y un subcampeonato del mundo con la sub-17. Precisamente perdieron contra Japón, una selección que no le trae buena suerte.

Todo bajo control

A Jorge le gusta tener todo bajo control y se preocupa de mantener una distancia permanente con sus futbolistas, algo que le pide también a su cuerpo técnico y al equipo federativo que acompaña a la Selección. Aunque en sus inicios en la sub-17 participaba de los rondos con las futbolistas, es raro verle activo en los entrenamientos con la absoluta.

"Es muy disciplinado, recto. Y con los futbolistas no es especialmente cercano. No es como su antecesor, aunque también eran otros tiempos. En el césped es sobre todo un hombre serio, concentrado. Ahora no sé cómo será en ese aspecto porque han pasado muchos años desde que se fue a la RFEF", dice Fernando Herrero.

Poco comunicativo, le gusta supervisar absolutamente todo. Quizás sea ésta una de las claves del distanciamiento con las jugadoras, que sintieron como algo invasivo ese excesivo control. Preocupado por la imagen que da el equipo, analiza todas las imágenes y publicaciones que la prensa difunde del combinado nacional y, en ocasiones, como en Palmerston antes de las ruedas de prensa, se le ha visto junto al fotógrafo de la selección mirando las imágenes que se habían hecho sobre el equipo. Aunque públicamente mantiene lo contrario por su ausencia en redes sociales, lo cierto es que supervisa todo lo que se escribe referente sobre las jugadoras y su equipo.

Padre de dos hijos, Vilda procura mantener el equilibrio como director deportivo y seleccionador del equipo femenino absoluto, y su vida familiar. El pasado año, la Selección jugaba en el Nuevo Colombino ante Australia el 25 de junio un amistoso de preparación antes de la Eurocopa. El partido coincidió con una operación de anginas de uno de sus pequeños. Aunque Jorge se mostró concentrado durante el encuentro, volvió enseguida a Madrid para seguir de cerca su recuperación. "Es muy familiar, aunque ahora imagino que con tanto viaje y tanto tiempo fuera de casa, con dos criaturas, será complicado para él compaginarlo todo", explicaba Herrero.

Jorge Vilda durante el amistoso ante Australia en junio de 2022 en el Nuevo Colombino.  Fran Santiago/Getty Images
Jorge Vilda durante el amistoso ante Australia en junio de 2022 en el Nuevo Colombino. Fran Santiago/Getty Images

Parece que es un hombre de césped más que de cargos. "Lo que menos le ha gustado, de siempre, son los despachos. Supongo que ahora lo de la dirección deportiva femenina en la RFEF es lo que más le está costando, porque siempre se dispersaba. A él lo que le gustaba era estar en el césped".

A punto de tocar la gloria, preguntamos a Fernando Herrero si Jorge Vilda soñó algún día con lo que está viviendo: "No sé si aspiraba a ser entrenador nacional. Supongo que si estudió de INEF y tiró por el fútbol, es porque quería dedicarse a esto profesionalmente. Creo que ha sabido rodearse muy bien para llegar a donde ha llegado, que tiene gente muy competente", asegura.

Jorge Vilda y su «no» superstición

Asegura muy serio no ser supersticioso. Sin embargo, Jorge Vilda compartía tras el pase de España a la final del Mundial alguna de sus extravagancias: "Entro con el pie derecho en los campos, me bajo del bus con el pie derecho y repito ropa, incluso calcetines. No por superstición, pero por si acaso".

Clave en las elecciones de 2018 por su apoyo a Rubiales

Jorge Vilda siempre ha sido un soldado del presidente de la RFEF. A pesar de su poca experiencia más allá de la Selección, de las quejas sobre el trato que dio a algunas seleccionadoras de las inferiores ya como director deportivo y del conflicto con 'Las 15+3', Luis Rubiales siempre ha manifestado públicamente su confianza en él. Es algo mutuo.

Luis Rubiales con Jorge Vilda tras ganar a Suecia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Luis Rubiales con Jorge Vilda tras ganar a Suecia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.

Antes de todo ello Vilda vivió una de las situaciones más controvertidas en las elecciones a la presidencia de la RFEF en 2018. Todo apuntaba a que el técnico apoyaba a Juan Luis Larrea, pero finalmente decidió votar a Luis Rubiales, que acabó convertido en presidente. Una circunstancia que ahora, con Vilda consolidado como seleccionador y director deportivo de la Federación, no pasa desapercibida.

El conflicto con 'Las 15+3'

Durante sus ocho años como seleccionador absoluto, el equipo no había logrado pasar de la primera eliminatoria tanto en Mundiales como Eurocopas y las jugadoras de la mejor generación del fútbol femenino español querían más. Consideraban que sus métodos eran antiguos y que, después de tantos años en el cargo, la selección necesitaba un cambio para subir otro escalón. No sólo reclamaron esa evolución técnica, también la profesionalización del fútbol femenino en una RFEF obsoleta en su estructura.

Vilda se puso las pilas y llegó su momento. Las jugadoras, a pesar de los pocos cambios, hicieron tras un esfuerzo descomunal por mantener el bien colectivo antes que el individual y cerraron filas de cara a este Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Era su gran oportunidad. También las que se quedaron en España, que han mantenido un silencio respetuoso para no interferir y que el equipo nacional pudiera lograr lo que todas buscaban.

Y así fue, este martes 15 de agosto la Selección volvió a hacer historia con Vilda al frente de la nave. Esperemos que no sea la última vez y el domingo consigan alzarse como lo que son: el mejor equipo del mundo.