FÚTBOL

Dan por muerto a un internacional ruso que fue reclutado para la guerra de Ucrania tras ser condenado por tráfico de drogas

Aleskey Bugaev, de 43 años, participó con 23 en la Eurocopa de Portugal de 2004.

Bugaev, defendiedo la camiseta del Torpedo de Moscú, junto a José Mari, del Villarreal. /AP
Bugaev, defendiedo la camiseta del Torpedo de Moscú, junto a José Mari, del Villarreal. AP
Equipo Relevo

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Dos partidos con Rusia en la Eurocopa de Portugal en 2004, ante Grecia y Portugal, finalistas a la postre del campeonato, y una suplencia ante España en el mismo grupo inicial del torneo han sido el principal bagaje del exfutbolista Aleksey Bugaev, que militó siempre en clubes de su país como Torpedo de Moscú, Lokomotiv, Khimki o Krasnodar.

Las noticias en el país soviético dan por fallecido en combate a Bugaev, ahora de 43 años, algo que ha confirmado también su padre Ivan y su abogado a diferentes medios rusos.

Más allá de la dramática muerte del exfutbolista, no conocido prácticamente por los grandes aficionados al fútbol, lo curioso del caso es cómo Bugaev llegó a estar alistado en las milicias rusas en la guerra de Ucrania y Rusia, solo días después de haber sido condenado a 9 meses y medio de cárcel por tráfico de drogas.

Según algunos medios del país, el exfutbolista llegó a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para acudir a la guerra a cambio de conseguir el indulto por su pena, solo tres meses después de habérsela impuesto. Otras fuentes, en cambio, sin mencionar el indulto, señalan que es habitual que el gobierno de Vladimir Putin reclute a reclusos para la guerra, que también podría ser el caso de Bugaev.

El pasado mes de octubre fue detenido en Krasnodar intentando vender medio kilo de metilefedrina. A pesar de que en principio expuso que no era su plan distribuir la mercancía y que su intención era exponer ante la policía a los que le indicaron el lugar de la misma, finalmente confesó su culpabilidad ante un tribunal y se arrepintió de sus acciones. El mismo tribunal afirmó que en el momento de imponer la pena tuvo en cuenta, además del arrepentimiento y sus éxitos deportivos.

Las deudas podrían haberle impulsado a acabar en terrenos pantanosos como las drogas y el alcohol, abandonando el fútbol a los 29 años.