La montaña rusa de Ivana Andrés con la Selección entre polémica y polémica en la RFEF
La presencia de la capitana del Real Madrid en el combinado nacional ha disminuido tras la conquista del Mundial.

Cuando Ivana comenzó a formar parte de la Selección española femenina, allá por el Mundial del 2015, no se imaginaba lo que le esperaba. Usar la expresión "montaña rusa de emociones" se queda corto. La capitana del Real Madrid pasó de no jugar ni un minuto en ninguna de las anteriores grandes citas internacionales (el Mundial de 2015 y 2019, y las Eurocopas de 2017 y 2022) a portar el brazalete de capitana en Australia y Nueva Zelanda y alzar la Copa del Mundo al cielo de Sídney.
La defensa del Real Madrid pasó de contar con apenas algunos minutos en las grandes citas de la Selección a tener la confianza plena de Jorge Vilda, que la llamaba convocatoria tras convocatoria. De hecho, la de Aielo de Malferit es la única superviviente, junto con Irene Paredes, del combinado nacional que disputó aquel Mundial de Canadá en 2015, el primero en la historia del fútbol femenino español, y en el que la Selección era dirigida entonces por Ignacio Quereda.
La apuesta de Jorge Vilda por Ivana Andrés alcanzó su punto álgido en pleno conflicto de 'Las 15', cuando la capitana del Real Madrid y ex del Valencia se convirtió en una de las imprescindibles -esta vez, sobre el campo- del exseleccionador nacional. Tanto es así, que el técnico madrileño le otorgó la capitanía en el Mundial. Allí, debutó como titular ante Costa Rica y sumó 240 minutos repartidos en cuatro partidos. Una cifra que podría haber sido mayor de no ser por la microrrotura en el sóleo que sufrió ante Zambia -en el segundo partido del Mundial, en el que también partió de inicio- y arrastró durante todo el torneo.
Vilda le adjudicó la capitanía tras el conflicto de 'Las 15'
Además de convertirse en pieza clave sobre el campo, Vilda erigió a Ivana como uno de sus principales baluartes en el vestuario tras la gran crisis institucional y deportiva que supuso el conflicto con 'Las 15'. Ante la petición de cambios estructurales por parte de 18 jugadoras —las conocidas como 'Las 15' además de Alexia Putellas, Irene Paredes y Jenni Hermoso— que demandaban una transformación acorde a su potencial, la RFEF les dio la espalda. Como Jorge Vilda también ocupaba el cargo de director deportivo, sus sugerencias fueron elevadas al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que tuvo la reacción menos esperada. Aquello desembocó en el plantón de las jugadoras y un durísimo comunicado por parte del ente federativo: "Únicamente regresarán si asumen su error y piden perdón". A día de hoy, algunas de las futbolistas, a pesar de los aires de cambio que tratan de difundir desde la RFEF, aún no han encontrado el espacio adecuado para regresar.
Vilda, lejos de buscar una solución con aquel amplio grupo de jugadoras, quiso tensar aún más la cuerda y en la convocatoria para disputar la cita mundialista, saltándose la norma no escrita de cualquier vestuario que otorga el brazalete de capitán a la jugadora con más partidos al frente de la Selección —así había sido hasta ese momento—, adjudicó por decisión propia la capitanía a Ivana Andrés, a pesar de no contar por entonces ni con 50 partidos jugados con el equipo nacional. Jugadoras como Alexia Putellas, con 114 encuentros, Jenni Hermoso, con 112 o Irene Paredes, con 103 se vieron relegadas por haber sido parte del grupo de futbolistas que habían planteado cambios en el entorno del equipo femenino en la RFEF.
Tras el terremoto que siguió a la conquista del Mundial, que se llevó por delante a Jorge Vilda —entre otros— Montse Tomé cogió las riendas de la Selección. A pesar de seguir una línea continuista en sus convocatorias, la entrenadora asturiana recuperó para la causa a futbolistas como Lucía García o Laia Aleixandri y prescindió de otras jugadoras, como Ivana Andrés. De hecho, la capitana del Real Madrid tan sólo ha sido convocada en una ocasión tras el Mundial: para la disputa de los partidos de la fase de clasificación de la Nations League, ante Suecia e Italia, quedándose fuera de la Final Four del torneo con cuyo título se alzó también el equipo español.
Por decisiones ajenas a ella, más propias de un criterio institucional que deportivo, Ivana se ha visto envuelta en una auténtica montaña rusa que le ha supuesto una gran decepción, pasando, con lo que ello supone para una jugadora, del todo a la nada en la Selección. Ahora el propio Luis Rubiales, quien presidía la RFEF cuando Vilda encumbró a la jugadora, ha decidido ponerla de nuevo en el foco. En un escrito presentado hace unos días en la Audiencia Nacional, para solicitar el fin del procedimiento penal, el entonces presidente incluyó unos audios de la mujer de la futbolista del Real Madrid para tratar de defenderse del beso a su compañera Jenni Hermoso y de las coacciones a la jugadora en los días posteriores a la cita mundialista.