Messi y Callender le dan a Beckham el primer título de la historia de Inter Miami

Cuando Messi llegó a la MLS, todos esperaban un impacto fuerte en la liga pero no como el que se dio. Es más, Messi todavía no ha jugado en la MLS, si no que lo ha hecho en una liga que comparte con México. Pero el impacto fue igual de fuerte, incluso podemos decir que más.

El argentino, con Martino, Busquets y Alba de la mano, llegó y cambió a su equipo. Él le atribuyó el mérito al técnico rosarino, que tiene gran parte de culpa, sí, pero lo que de verdad cambió el ánimo del conjunto fue la llegada de Messi.

En Tennessee, Messi jugaba su primera final. Ante Nashville, otra franquicia joven, que llevan en la competición desde el año 2020. El equipo de Miami es último en la Conferencia Este de la MLS mientras que el conjunto amarillo, con poco presupuesto, fue creciendo poco a poco. De un lado había ganadores de campeonatos del mundo, del otro apenas había jugadores que jugaron finales.

La Leagues Cup supo aprovechar el tirón de Messi. Hoy estaba Antetokounmpo en un estadio moderno y lleno a rebosar. La competición también invitó a Jero Freixas, influencer argentino fanático del '10'. Este es el primer paso, porque en lo deportivo, recién comienza su andadura en la MLS.

Messi ya es campeón. Llegar y besar el santo, aunque en Estados Unidos ese dicho no debe tener mucho sentido. El argentino ha cambiado las dinámicas de una franquicia como Inter Miami, que consigue su primer campeonato desde su creación. Beckham y los hermanos Mas festejan en el palco la llegada del argentino, que ha sido un antes y un después en este negocio del fútbol en Estados Unidos.

En la cancha, en lo deportivo, muchos se creen que esto es solo espectáculo, pero no es así. Nashville, con Gary Smith como entrenador, planteó un partido duro, dándole la pelota primero a Inter Miami y presionando pero también llevando la iniciativa cuando los de Martino no sabían si ir o quedarse. El equipo local sabe a lo que juega y lo plantea, algo a lo que el equipo de Martino respondía con inteligencia.

Poco a poco, Inter se iba haciendo con el partido, pero Messi no aparecía. El equipo de Martino tocaba, tocaba, tocaba e intentaba cansar al cuadro local y lo iba consiguiendo, pero había un jugador clave que no entraba en juego: Lionel Messi.

Pero mientras escribía estas líneas, Inter realizaba una jugada por izquierda que terminaba en un balón suelto en la frontal que le llegaba al '10', que controla, engancha desde el centro para afuera, se lleva la pelota con algo de fortuna y hace el mismo gol que lleva haciendo 18 años, de fuera para dentro, zurdazo colocado ante el que nada pudo hacer Panicco, que ya había salvado a su equipo tras un tiro de Taylor. Sí, otra vez Messi, otra vez el '10', otra vez abriendo el partido.

Durante el primer tiempo, el equipo rosa tuvo momentos de sufrimiento, pero siguió intentando hacer lo que vino haciendo durante los anteriores seis partidos desde la llegada de Messi. Es cierto que Josef Martínez no entró mucho en juego, que Taylor lo intentó y que Cremaschi se vació para acompañar a Messi.

Martino, en el descanso, ilustraba muy bien cómo se había desarrollado el encuentro: "El partido fue parejo, hicimos una buena jugada ofensiva y cuando la pelota le llega a Messi en esos lugares no suele perdonar. Es cierto que no tuvimos oportunidades y tenemos que corregirlo".

Cuando parecía que todo iba encaminado al segundo gol de Inter Miami, cuando llegaba con más gente el equipo de Tata Martino, llegó un tiro de esquina, una pelota parada, y el gol del empate.

Fafa pescó un rebote en el área chica, metió la cabeza y Cremaschi no pudo despejar un balón que tocó en Callender, el portero de Inter Miami y se fue para dentro. A partir de ahí, la gente de Inter Miami se despertó y el partido entraba en otra etapa.

En la carrera de 'Tata' Martino, las finales están en el debe. Con Argentina en la Copa América, con México en la Copa Oro. Es cierto que con Atlanta consiguió vencer, pero tras el gol en propia puerta de Callender, volvió a la cabeza de muchos esta situación.

Inter Miami sufría y los jugadores se quedaban sin piernas, por lo que el rosarino comenzaba con su carrusel habitual de cambios, dando ingreso a Gómez, Campana, Ulloa o David Ruiz. Nashville, mientras tanto, presionaba y buscaba el segundo pero era Messi el que más cerca estaba del gol con un tiro al palo.

En los últimos minutos lo pudo ganar Nashville. Pero también lo pudo ganar Inter Miami. Primero Callender salvó a los de Martino y después el ecuatoriano Campana se fue solo contra Panicco y no pudo definir, terminando de tirar un tiro al palo forzado. El empate a uno fue el resultado final de un torneo que se decidiría en penaltis.

En los penales, Messi y Busquets empezaron marcando. Lo mismo que la estrella de Nashville, el alemán Mukhtar. Pero cuando le tocó a Leal, que entró para estos disparos, Callender se hizo grande y paró el primero. También paró el último e Inter Miami fue campeón. La secuencia fue larga, porque el portero también marcó.

Tras el error en la última jugada del partido, Campana no tuvo piedad y marcó su tanto. Godoy, panameño del equipo amarillo, fue con seguridad y marcó el segundo tanto de Nashville. Le tocaba al central Miller, al igual que ante Dallas. El zurdo acomodó la pelota y metió cruzado su penalti para darle ventaja a Inter Miami.

Los últimos lanzamientos fueron para el capitán del equipo de Tennessee marcó y le dio la responsabilidad a Ulloa para definirlo, pero el de Inter Miami falló su penalti, mejor dicho Panicco lo paró. Surridge podía empatar el encuentro y mandaba la tanda a la definición uno contra uno.

Kryvtvsov, el central ucraniano, abría esta fase. Y no se ponía nervioso, metiendo un golazo en el ángulo alto izquierdo. Moore también hacía lo mismo con el suyo. Jordi Alba tiraba el séptimo de Inter Miami y no fallaba, mandando al otro lado a Panicco. El lateral Lovitz, otro zurdo, definía de manera espectacular.

El octavo de Inter Miami era el paraguayo Diego Gómez, que no tuvo un buen ingreso en el partido, pero le pegó al centro, a ras de suelo y el portero se tiró a otro lado. Messi suspiraba. Macnaughton copiaba a su rival y tiraba al centro.

El noveno era para David Ruiz, joven de 19 años, que no se ponía para nada nervioso y marcaba el octavo gol. Davis, que ingresó en la segunda parte, también marcaba su tanto. Los porteros no podían hacer nada porque los penaltis eran de buena calidad.

El último jugador de campo de Inter Miami era el lateral Yedlin, que cruzó su disparo, algo imposible para Panicco. El otro canadiense, Shaffelburg, marcaba su gol y nos íbamos a los porteros.

Callender, portero de Inter Miami, le rompió el arco a Panicco, que agarraba la pelota con firmeza para tirar el suyo. Panicco lo tiraba mal, Callender era el héroe de la noche y Messi ganaba su primer título en Estados Unidos.