Désiré Doué, el delantero destinado a hacer olvidar a Mbappé en el PSG

Pocas veces es sencillo reaccionar a la marcha de un gran talento. El Paris Saint-Germain se enfrenta al desamparo de dejar ir más que a un gran jugador, a un emblema. La sombra de Mbappé es alargada y el efecto de su salida desemboca en la necesidad de llenar el hueco. El elegido para esa oquedad es uno de los nuevos talentos incipientes de la presumiblemente inagotable cantera del fútbol galo, el atacante Désiré Doué, canterano y figura del Rennes. Firma hasta 2029.

La infancia de Désiré Doué, al amparo de la ciudad de Angers, le dejó madurar como futbolista. En 2011 se unió a la cantera del conjunto 'Rouge et Noir', donde se acogería la habilidad del ya futbolista del PSG con sólo 6 años y que le dejó ir creciendo al ritmo de su creatividad. Desde la posición de mediocentro hasta la de extremo, pasando por diferentes variantes que aún utiliza en ocasiones dependiendo de las necesidades y el contexto del partido, es un jugador flexivo, móvil, con capacidad para moverse tanto de fuera hacia dentro como desde dentro hacia fuera.

Vertical, con un disparo letal, rápido y ágil en el regate... Las virtudes de Doué se amontonan. Jugador que puede amplificar la influencia de un PSG que necesita sostener las victorias tras la huida de Kylian. Pudiendo ser un atacante que aparezca por muchas de las zonas que tocaba la influencia del hoy ya delantero del Madrid, la elección de Doué parece madurada y sensata, sabiendo que cada una de las condiciones que han conformado su presencia y peso en el Rennes podría ser replicada sin problemas a las órdenes de Luis Enrique. El entrenador empezará un viaje novedoso que ya vivió en la 23/24 un 'teaser' para entender la potencialidad de un equipo que lo exige todo y que, a la vez, parece estar siempre en un viaje de reconstrucción.

Su año con el Rennes argumenta las esperanzas. En este último curso, completó 42 partidos, siendo titular en 25 de todos ellos. Algo más de 2300 minutos en los que completar 4 goles y 4 asistencias. La misma cifra de tantos lograda en la temporada pasada, donde debutó con el primer equipo y llegó a ser titular en 13 encuentros entre Ligue 1, Coupe de France y Europa League. Nada mal para un joven que apenas tenía 17 años y 2 meses en el momento de su debut contra el Lorient, en sustitución de Flavien Tait. Un despliegue estadístico que sólo viene a confirmar una verdad palpable con la visualización de apenas unos minutos de juego de Doué en el césped.

Tener futbolistas en el entorno seguro que logró motivar al futbolista. Tanto su hermano, Guéla (Strasbourg), como sus primos, Marc-Oliver Doué y Yann Gboho, se dedican al fútbol (Eldense y Toulouse, respectivamente). Désiré es el menor de todos ellos, pero ha ido cumpliendo las predicciones de sus genes balompédicos, incluso por encima de las expectativas. Una realidad que ha motivado que el ascenso a lo largo de las distintas categorías de la selección francesa le haya llevado a ser, este último verano, parte de los elegidos de 'Titi' Henry para los JJOO.

En apenas 175 minutos a las órdenes del gran Thierry Henry, Désiré Doué demostró, con el equipo olímpico de Francia, ser un jugador lleno de recursos. La participación del canterano del Rennes no respondió a la esperanza de quienes creyeran que iba a ser una de las estrellas de Francia. Pero sus ratos a cargo del ataque galo sirvieron para entender mejor su peso como futbolista.

Al margen de las oportunidades, Désiré Doué acabó por firmar una actuación llamativa que culminó un curso completo, con la plata olímpica, una temporada más que llamativa a lomos del equipo de Rennes. Y, sobre todo, con la oportunidad de brillar en el equipo más potente de la Ligue 1. Cambiar la ambición de superar los retos y llegar a la zona alta por luchar por todo a nivel nacional e internacional, a las órdenes de Luis Enrique. Su tarea versará, en parte, a lo largo de su capacidad para sacar lo mejor de lo mejor de uno de los mejores talentos surgidos en los últimos años en Francia.

Que funcione o no dependerá en gran parte de la paciencia con la que se comience la temporada, entendiendo que sus 19 años no entienden nada de los 60 millones de euros que puede acabar pagando el equipo parisino por los servicios del delantero. La virtud de su entrenador, su ojo para los jóvenes y la siempre repleta de talento plantilla del PSG debería decantar la balanza del éxito para un muchacho que sigue construyendo su mito y que lo hará, a partir de ahora, desde la capital de Francia, ampliando sus regates, fintas y goles hacia el mundo.