El Celta pone sus ojos en el internacional chileno Víctor Dávila

El Celta, como el resto de equipos de Primera División, está muy atento al mercado de fichajes para reforzarse de cara a la segunda mitad de temporada. Algunos con más urgencias que otros, pero todos sondean a jugadores de otros clubes para reforzar sus plantillas. En el caso de los vigueses, dos son las prioridades ahora mismo para los próximos meses: un defensa polivalente y un centrocampista ofensivo, aunque por el momento no tienen nada avanzado.

A mayores, el recién llegado Marco Garcés, junto al resto de su departamento técnico y de la mano de Rafa Benítez, están trabajando a medio y largo plazo en la construcción de un proyecto que permita a los celestes dar el ansiado salto de calidad que persiguen desde hace años pero que no acaban de dar. Y uno de los nombres que el mexicano ha traído apuntado en su libreta es el de Víctor Dávila.

Internacional absoluto con Chile, el atacante milita ahora en el CSKA de Moscú, conjunto al que llegó el pasado verano procedente del fútbol mexicano. Pese al desembolso que hicieron por él (en torno a cinco millones de euros), no está teniendo toda la participación que esperaba y apenas suma tres titularidades en liga (trece encuentros). Pese a ello, acumula tres goles en el campeonato doméstico.

Dávila es un futbolista polivalente que puede jugar en varias posiciones de ataque. Aunque principalmente juega junto a un nueve de referencia, también puede actuar como delantero centro o incluso en una de los costados. A sus 26 años, el zurdo destaca por su verticalidad y olfato goleador, demostrado durante los últimos años en la liga mexicana.

El interés del Celta en el jugador chileno llega directamente por Marco Garcés. El recambio de Luis Campos en la dirección deportiva del conjunto vigués, conoce perfectamente a Dávila, al que ya tuvo en Pachuca. De hecho, su llegada al conjunto mexicano en enero de 2019 a cambio de 10,6 millones de euros lo convirtió en uno de los fichajes más caros de la historia del campeonato azteca. Posteriormente salió traspasado a León, que pertenece a los mismos dueños.

Ya ha habido contactos entre las partes, aunque su llegada sería de cara a la próxima temporada. El chileno ocupa plaza de extracomunitario y actualmente el Celta ya tiene las tres ocupadas con Renato Tapia, Franco Cervi y Jailson. Los dos primeros están tramitando su doble nacionalidad, pero de momento no la han conseguido, aunque desde el club son optimistas para que no se demore mucho y cuentan con tener algún hueco en verano. Además, el peruano todavía está negociando su renovación y el argentino ya fue puesto en el mercado el pasado verano y tiene pretendientes en México, Brasil y Argentina.

El jugador, por su parte, estaría encantado de dar el salto a un equipo como el Celta, que le abre de par en par las puertas de una de las grandes ligas europeas. Su anhelado salto al Viejo Continente no está saliendo cómo esperaba y el CSKA, además, no le ofrece la posibilidad de jugar competiciones continentales tras la sanción a los equipos rusos, por lo que la posibilidad de estar en LaLiga es mucho más atractiva para él.

Su posible fichaje encajaría en la política que deben mantener los vigueses, sobre todo tras la venta de Gabri Veiga. Gracias a ella lograron aumentar el límite salarial, y para mantenerlo en las mismas condiciones tienen que seguir recibiendo ingresos. En este sentido, Strand Larsen es el jugador que más papeletas tiene de abandonar el Celta en verano a cambio de una gran cantidad de dinero. Dávila sería un recambio para el frente de ataque.