FC BARCELONA

¿Por qué el Barça quiere atar a Arda Güler?

Joan Laporta confirmó que Deco se encontró con el entorno de la joven perla turca para tratar de cerrar su fichaje.

Arda Güler con la selección turca. /GETTY
Arda Güler con la selección turca. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

En las últimas horas, el nombre de Arda Güler ha sonado con muchísima fuerza para el FC Barcelona. Joan Laporta confirmó en Esport3 que Deco, que ha entrado con contundencia en la dirección deportiva, se encontraba en Turquía para negociar el fichaje de uno de los grandes talentos del fútbol mundial. El jugador del Fenerbahçe, del 2005, está pretendido por media Europa, con equipos como Real Madrid, Sevilla o Borussia Dortmund detrás de él y tiene una cláusula liberatoria de 17,5 millones de euros, una ganga entendiendo la lógica del mercado actual. ¿Por qué Xavi lo quiere firmar?

La respuesta, resumiéndolo mucho, es el talento. Güler es un jugador de tres cuartos de campo con incidencia en el sector diestro, bien sea iniciando más abierto o como interior, en una zona con fronteras bastante laxas y que permiten que el joven talento pueda explorar distintas alturas del terreno de juego. No hay nada en su figura que no evoque algo especial, ese carisma que desprende quien tiene toneladas de creatividad y talento y además es consciente de ello. A sus 18 años, nadie tiene dudas en cuanto a lo que tiene ya de serie.

Xavi Hernández ha contado en numerosas ocasiones que uno de los problemas de su Barça este curso ha sido la falta de último pase en carril central, una ausencia que ha limitado las posibilidades ofensivas del Barça y ha llevado el juego, de forma consciente o inconsciente, hacia las bandas, un terreno más previsible. Solo Pedri, que ha sido uno de los grandes pasadores de la temporada, ha podido mitigar esa falta de impacto en esas zonas. Arda Güler, jugador en construcción, no necesita ni medio metro para inventar un pase o un último gesto.

Arda Güler recibiendo en tres cuartos de campo.  WYSCOUT
Arda Güler recibiendo en tres cuartos de campo. WYSCOUT
Güler dando en último pase.  WYSCOUT
Güler dando en último pase. WYSCOUT

El turco es un futbolista eminentemente creativo. Es decir, basa su juego en la constante búsqueda del último pase, de ese gesto que llame la atención del público. Técnicamente parece ser un pozo sin fondo con todos los trucos posibles imaginables; regate en corto, capacidad para girar entre líneas y saltarse a su marca, último pase y disparo. Tiene un gran golpeo de balón (suele lanzar faltas y saques de esquina) y ya ha dejado algún gol para la retina del espectador. Y el Barça no va precisamente sobrado de futbolistas determinantes desde la frontal desde la marcha de Leo Messi.

Güler disparando desde la frontal en su último partido con Turquía.  WYSCOUT
Güler disparando desde la frontal en su último partido con Turquía. WYSCOUT
El disparo colándose por la escuadra.  WYSCOUT
El disparo colándose por la escuadra. WYSCOUT

La reconstrucción del Barça del futuro pasa por asegurarse talento diferencial en distintas zonas. Con la defensa asentada a largo plazo y un centro del campo en ciernes y que ya ha demostrado ser capaz de dominar escenarios de altos vuelos, Güler es el tercer escalón entre De Jong y Pedri, entre el primer pase y el segundo. En el 3-4-3 que viene usando Xavi con un centrocampista haciendo de extremo, Güler podría ser ese perfil desde el otro costado, y aprovechar su zurda para tener a un centrocampista extra sin que el Barça se resintiese al perder a un delantero.

Sea como fuere, el jugador turco sigue siendo un melón por abrir. Pese a su gran rendimiento, Güler no deja de haber brillado en el fútbol turco, que tiene su propio tempo de juego y un ritmo en el que aparecen más espacios en sus zonas de intervención. A día de hoy, sigue siendo talento puro, pero la élite exigirá un plus en otros aspectos, como el apartado físico, en el que Güler sigue estando lejos de la exigencia del día a día.

Firmar a la perla turca supondría un salto de calidad evidente para la línea interior del Barça, y sumándola a la llegada de Ilkay Gündogan, un lavado de cara para un FC Barcelona que desde la marcha de Messi ha tenido que encontrar otros caminos para llegar al gol. Sin ser un interior al uso (su perfil actual es el de un mediapunta que tiende a caer a banda), sí tiene el potencial para convertirse en un jugador para vivir en la zona más complicada de todas las que ofrece el campo: entre el central y el mediocentro rival. Xavi, que sabe del valor de este perfil, quiere trabajar con él.