Los técnicos de moda y el gigante inevitable para un reinado español en las finales europeas
Dos entrenadores vascos dirigirán en finales europeas, son perfiles distintos para una realidad incontestable, el fútbol español tiene éxito en los banquillos.

José Luis Mendilibar no tenía trabajo en septiembre, pero para él era solo una circunstancia más. Tiene la suerte o la desgracia de ser un entrenador apagafuegos, de esos en los que los directivos piensan cuando el agua llega al cuello. Quizá no llama tanto la atención a los jefes para empezar un proyecto, buscan jóvenes, rompedores y audaces, perfiles que deslumbren y que parezca que llegan para revolucionar el fútbol. Mendi igual no tiene esa imagen, pero los resultados llegan. Ha metido en la final de la Conference al Olympiacos, es la segunda vez que un equipo griego llega a la última ronda en una competición europea. Lo hace después de ganar el año pasado la Europa League y, en ambos casos, tras ser el sustituto del sustituto en el banquillo.
"Es intentar darles confianza a los jugadores, saber decirles que son buenos, que se lo crean. A veces salen como esta vez y otras no. La temporada pasada y esta ha salido", explicaba el vasco tras el partido de semifinales, cuando ganó al Aston Villa de Emery. Su frase la podría firmar Carlo Ancelotti, que ha metido al Madrid una vez más en la final de la Champions. Sin darse importancia, explicando que esto, al final, es una cosa de jugadores marcando goles.
Lo que pasa es que esos entrenadores que dan calma y consiguen resultados terminan siendo aclamados como héroes, porque lo son. Son ellos los que dan las condiciones precisas para que esos jugadores brillen. Mendilibar será en Atenas, de aquí hasta el fin de los días, un ídolo. La afición rojiblanca del Olympiacos es caliente y generosa con sus amores deportivos, no escatima el cariño. Mendi ya lo ha experimentado en carne propia: "Siempre salgo al campo antes del partido y doy un paseo. Siento el cariño y la aceptación del buen trabajo que hacemos. Me siento un poco avergonzado porque no quiero que se vea que lo hago para que me aclamen. Gracias por el cariño que nos da la gente".
El héroe de El Pireo
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👏🏼 Mendilibar llega a rueda de prensa y... ¡qué ovación de los periodistas! #LaCasaDelFútbol #UECL pic.twitter.com/niewlitCNK
Aunque los entrenadores como Mendilibar relativicen su éxito, la España de los entrenadores tiene mucho que celebrar. Más que sus clubes, que fuera del eterno Real Madrid y sus remontadas, no ha tenido su mejor año. Lo de los banquillos es otra cosa, porque Mendi estará presente en la final de tercera competición y Xabi Alonso en la segunda, en la Europa League. Y son la punta del iceberg.
Xabi, sin duda, sí da el perfil de deseado por los gestores de los clubes. Es joven, es rompedor, es un gran comunicador, es un ganador tremendo e, incluso, parece más afortunado que la media. Le quiere toda Europa pero él, que siempre ha pensado en su carrera con dos pasos de anticipación, como los buenos ajedrecistas, ha decidido darle un año más al Bayer Leverkusen y su emocionante plantel.
Emery, Arteta, Guardiola, Luis Enrique...
"Los chicos creyeron en ello, estoy muy orgulloso del equipo", decía tras el partido, una de esas remontadas que son ya la norma de la casa. Porque entre las muchas curiosidades de este equipo histórico, quizá la mayor de ellas es su resistencia a caer derrotado. Y aunque suene a obvio, ningún equipo se deja perder, hay algo en este Leverkusen que los hace distintos a los demás.
No se deja nunca, ni en los días en los que la derrota podría ser aceptable, ni cuando esos días en los que perder no duele tanto se han puesto cuesta arriba. Nunca cejan, nunca. Siguen invictos y el calendario no engaña a nadie, estamos en mayo, las opciones de que esto termine con una temporada sin una sola derrota son altas. Y es realmente impresionante.
Porque no se cansan de hacer historia
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La fiesta de los jugadores del @bayer04_es y @XabiAlonso en el césped del BayArena. #LaCasaDelFútbol #UEL pic.twitter.com/GAafjMEs5f
Dos españoles en dos finales europeas, vascos los dos, de distintas generaciones y pasados, pero ambos indudablemente brillantes, son el mascarón de proa del fútbol español. Hay veces en los que dos no son una tendencia sino una casualidad, la fachada bien conservada de un edificio en ruinas. Pero este, claramente, no es el caso.
La Premier League ha nominado a cuatro españoles para el premio al mejor entrenador del año, una lista que componen solo cinco nombres. Como Xabi, y como le ocurrirá a Guardiola o a Arteta, también Luis Enrique ha ganado su campeonato liguero. Es decir, tres de los cinco grandes campeonatos europeos serán ganados por un técnico criado y educado en España aunque, curiosamente, no LaLiga.
Para ser finalista en la Conference League, Mendilibar tuvo que deshacerse del que era hasta hace una semana el candidato más claro a levantar el título, el Aston Villa. Con un español a los mandos, por supuesto. El revés contra el Olympiacos es inesperado y puede ser doloroso, pero no sirve para definir su trabajo en el equipo de Birmingham. Ahora mismo el equipo está metido en puestos de Champions League, y había que ser muy optimista para creer que eso era posible el pasado verano. Conseguir meterse en el gran baile no solo es un premio futbolístico, también económico. Los aficionados y los dueños del Villa sabrán perdonar este desliz. El nivel de los entrenadores, como el de los clubes o la selección, también es un baremo válido para juzgar al fútbol español. Las tres finales europeas hablan español: el Madrid en la Champions, el Bayer de Xabi en la Europa League y el Olympiacos de Mendilibar en la Conference.