OPINIÓN

Mbappé se entrena para jugar entre Rodrygo y Vinicius

Kylian Mbappé celebra su gol marcado contra la Real Sociedad./AFP
Kylian Mbappé celebra su gol marcado contra la Real Sociedad. AFP

Parece que no está, pero está. No aparece por sistema en todas las acciones de ataque. Se reserva para el momento oportuno. Un córner, una prolongación al palo más alejado y allí aparece él, que parece que no está, pero está. La lógica pedía que ese balón pasado y alto lo rematara con la izquierda, pero metió su pierna dominante, la derecha. No estaba, pero estaba. Justo para abrir el marcador. El nuevo Mbappé delantero centro (18 partidos) no se inmuta. Sabe que en 90 minutos contra cualquier rival y en cualquier competición son lo suficientemente duraderos para que llegue el momento de aparecer y desequilibrar.

Visto que en la caseta del Real Madrid ya se tiene bien presente a Kylian Mbappé y es tema de conversación cotidiano, -lo reconoció recientemente su compatriota Tchouameni- y que en el otro vestuario, el del palco y las zonas de oficinas, se aceleran los trámites burocráticos para que, por fin, el francés se pueda vestir de blanco inmaculado la temporada próxima, no está de más comenzar a escudriñar todos y cada uno de los partidos que el '7' del PSG juegue hasta que oficialmente se conozca su futuro.

El duelo contra la Real Sociedad en la Champions era un buen punto de salida. La última versión parisina de Mbappé pasa obligatoriamente por analizar su nueva posición. Desde diciembre, Kylian es un delantero centro emboscado. En teoría, la demarcación en la que tendría que jugar en el Real Madrid si Vinicius mantiene su 'status' indiscutible de extremo izquierdo y Ancelotti quiere mantener los galones actuales en el vestuario blanco.

Con las llegadas al PSG de Dembelé y Barcolá, dos extremos puros, Luis Enrique, poco a poco, fue gestionando el nuevo puesto del pretendido futbolista blanco. No era cuestión de herir sensibilidades. Como a principios de temporada llegaron dos arietes puros, Kolo Muani y Ramos, el técnico español no quiso chutar contra la empresa y mantuvo los equilibrios. Mbappé seguía arrancando desde la banda zurda, la que le gusta, la suya de toda la vida, aunque para ello tuviera que jugar con cuatro delanteros. Pasaron los partidos, los nuevos arietes no tiraron ninguna pared ni reventaron la clasificación de goleadores y a Luis Enrique el cuerpo le pedía ya instaurar definitivamente su 1-4-3-3. Consultó a Kylian. ¿No te importaría arrancar como delantero centro, en posiciones interiores, pero con total libertad de acción?

Ancelotti sobre como vive la posible llegada de Mbappé. Real Madrid

- Lo que usted quiera míster. No es la primera vez. Lo que no me gusta es partir de la derecha.

Y con el visto bueno del jugador, ahí se ha quedado. Y quién sabe si para toda la vida. Ahora, un '9' con el '7' a la espalda. En el futuro, un '9' total con el '9' a la espalda. Su revolución goleadora no se ha resentido por jugar más por dentro. Cuatro goles, con el que marcó ante la Real, en la Champions; 20 en la Ligue 1 y seis en la Copa. Está en sus números a pesar de un par de lesiones. Al fin y al cabo, para jugadores de su tamaño futbolístico, la posición es lo de menos. Este Mbappé actual, el del pasado y el de futuro siempre jugará a su aire. Luis Enrique le libera de defender y se tira a los costados, sobre todo al izquierdo, y nadie le dice nada. Su secreto es que no suele quedarse parado y que tiene cogidas las medidas del pasillo que separan al lateral y al central derecho del equipo contrario. Es su corredor del gol.

Ante la Real se vio que le gusta más jugar en transición que en ataque posicional. No le obsesiona la posición de partida ni la repetición de esfuerzos. Su mirada domina por igual todo el frente del ataque. Controla, puntea para conducir y acelera. Sabe meter la pausa y cambiar de marcha, Si el 'scouter' -suene mejor espía o ojeador- de turno le hubiera visto por primera vez en este partido contra la Real, su informe individual no pasaría de las dos líneas. "Móvil, veloz con el balón en los pies. Bloquea a los defensas en las acciones a balón parado, pero no se mata por intervenir en todas las acciones de ataque. Oportuno en el primer gol. Interesante. Recomiendo seguir observándole".