Ancelotti y el malabarismo de ganar en la Liga pensando en la Copa

El Real Madrid mantiene la estela del Barça como puede. A tirones. Ha respondido a las tres victorias por la mínima de los azulgrana con otros tres triunfos agónicos. Les cuesta un potosí a los blancos hacer gol. Con Mbappé y sin Mbappé. En los últimos seis encuentros solo ha sido capaz de marcar un tanto. Dos meses. Mucho tiempo. Ya son ocho las victorias por 1-0. Tampoco esta de Getafe pasará a la historia. Un primer tiempo aplicado y un segundo a remolque del contrario con dos acciones finales de Courtois que salvaron un punto... y por lo tanto las aspiraciones ligueras.
Ancelotti pensó en la final de Copa sin olvidarse de que solo un triunfo en Getafe le mantenía vivo en la lucha por el título de Liga. Buen equilibrio. Dejó en el banquillo al menos a cinco futbolistas que deben ser titulares contra el Barça. A saber: Rudiger, Ceballos, Modric, Bellingham y Camavinga. A este quinteto habrá que añadir a Mbappé, que no a Rodrygo. El brasileño se antoja que puede ser el gran sacrificado para la final. Consecuencia de jugar, como parece, con un centrocampista más y un delantero menos.
Cuarenta y ocho horas después de señalar que su sistema futbolístico preferido es el 1-4-4-2, posiblemente el sistema con el que jugará la final, Carletto hizo su enésimo guiño al 1-4-3-3, la ocupación de los espacios que más ha utilizado en su periodo en el banquillo blanco. Ante un Getafe que salió a que el rival no progresara y solo cambió de careta en la segunda parte, cuando el Madrid se echó atrás, el Madrid encontró en Güler su futbolista más entonado. ¡Por fin! Puede que fuera la mejor hora del turco en lo que va de temporada. Jugó de interior. Donde lo hace con su selección. Además del gol, estuvo activo, ofreciéndose a sus compañeros e intentando encontrar en el balón su mejor aliado. Ese, el carril de interior, se intuye como su puesto idóneo.
La peor noticia para el Real Madrid, en esa intención de pensar a la vez en la Liga y en la Copa, fue perder un hombre que en teoría iba a ser titular: Camavinga. Como Mendy tampoco llega, se le plantea al equipo blanco un grave problema. Solo le queda Fran García para marcar a Lamine Yamal. Blanco o blanco. El partido de su vida. Sin duda.