El lado más oscuro del PSG, al descubierto en pleno pulso con Mbappé: "Los jugadores están encarcelados, hay chantaje..."
Di Campli, el agente que quiso llevar a Verratti al Barça y perdió la batalla con el PSG: "El jugador me acabó dejando...". Jugadores como Rabiot o Thiago Silva tampoco se salieron con la suya.
París no es una fiesta, como escribió Ernest Hemingway, sino un pulso. El que mantienen, infatigables, Mbappé y el PSG. Desde que el jugador mandara una carta al club anunciando que no iba a renovar hasta 2025 para poder irse el próximo año, la guerra es abierta: mensajes cruzados por correo, acusaciones de "deslealtad" y "falta de sinceridad" y alguna declaración con pellizco.
Kylian quiere agotar su contrato para poder embolsarse la prima de fidelidad que le corresponde y, después, como agente libre, agarrar la prima de fichaje en su próximo club (al Real Madrid también le encaja mejor en 2024). La postura del PSG es inamovible: venta este verano o renovación. Catar se cierra en banda a dejar marchar gratis a su estrella.
"En París los jugadores están encarcelados, nunca se hace lo que quieren ellos sino el club; es una prisión y hay chantaje", dice a Relevo el agente Donato di Campli. Él mejor que nadie conoce los métodos del PSG para retener a los futbolistas.
Fue el representante que en 2012 llevó a Marco Verratti a París desde el Pescara y el que perdió la batalla que está librando Mbappé, que no es otra que imponer su decisión a la línea marcada por el club. Su intento de sacar al jugador italiano del PSG para llevarlo al Barcelona le condenó... ¡hasta quedarse incluso sin representado! "La actitud del PSG siempre es la de chantaje. Nosotros habíamos decidido ir al Barcelona. Eso, obviamente, no gustó al emir. Al Khelaifi me llegó a decir que si yo seguía intentando hacer la operación con el Barça, Verratti me iba a dejar... Y así terminó sucediendo. Seguro que Marco tuvo miedo, no lo reconocerá, pero es así".
Verratti siguió en el PSG, acabó pidiendo perdón públicamente ("Mi agente dijo cosas que yo no pienso") y dejó a Di Campli para irse con Raiola, que en esos momentos tenía una relación muy fluida con el PSG...
MENSONGES…❌
— Kylian Mbappé (@KMbappe) June 13, 2023
En même temps plus c'est gros plus ça passe. J'ai déjà dis que je vais continuer la saison prochaine au PSG où je suis très heureux. https://t.co/QTsoBQvZKU
"Desde el día que llegó, Verratti estaba encarcelado. Cuando hablábamos con el Barcelona, el PSG se reunió varias veces con él, le dijeron que iban a fichar a Neymar, que iban a hacer un proyecto en torno a él... Si vas contra ellos todo se convierte en algo personal. El expresidente Bartomeu no paraba de llamar a Al Khelaifi y nunca, nunca respondió al teléfono", detalla Di Campli, que lamenta: "Mi experiencia con ellos es malísima, malísima. Sólo les importa el dinero, es un club que no tiene alma. No dejan salir porque el emir y Al Khelaifi piensan que todo es 'comprable', que pueden conquistar el mundo sólo con dinero. Pero ya se ha visto que no es posible".
"Si vas contra el PSG, el asunto ya se convierte en algo personal"
Exagente de VerrattiEl representante italiano abre el melón de Mbappé. Para él, lo deportivo ha dejado de tener importancia en este asunto. Ahora sólo cuentan el dinero y el ego. Una parte, el jugador, pretende agotar su contrato y marcharse gratis en 2024. La otra, el PSG, ve el caso como un asunto de honor y no contempla verle salir del Parque de los Príncipes sin meter dinero en la caja.
"Para el PSG esto ya es cuestión de imagen. Lo fue cuando, por ejemplo, el año pasado echó mano incluso de Macron para persuadir al futbolista y evitar su fichaje por el Real Madrid. A esto también me refiero cuando hablo de actitudes de chantaje. Ahora Mbappé parece que tiene la sartén por el mango, pero mi experiencia me dice que el club agotará todas las balas para que prevalezca su postura. No será fácil que el PSG acepte una derrota con una de sus estrellas, nunca lo ha hecho. Ya hemos hablado de Verratti, pero recuerde a Marquinhos, Rabiot, Thiago Silva...".
Marquinhos, Motta, Rabiot y Thiago Silva, otros casos
Verratti, efectivamente, no fue el único que quiso marcharse del PSG en busca de más éxitos deportivos y terminó quedándose en París. El Barça intentó hasta en dos ocasiones el fichaje de Marquinhos. En 2016, los azulgrana quisieron incorporar al brasileño —en aquel entonces de 22 años— para reforzar la zaga y se llegó a hablar de una cantidad cercana a los 60 millones. Cuatro años después, en 2020, la renovación del central por el PSG se demoró y el conjunto culé tanteó su situación, de nuevo sin suerte. Algo similar sucedió con Thiago Silva, que también sonó por partida doble para el FC Barcelona.
En 2015, el Atlético se interesó en Thiago Motta, pero la imposibilidad de conseguir la carta de libertad y las dificultades impuestas por el PSG provocaron que la negociación no fructificase. Tres años después, en 2018, Rabiot lo tenía hecho con la Roma, pero discrepancias del PSG con su agente (su madre) y con el propio conjunto italiano impidieron la salida del francés rumbo a la liga italiana. El futbolista de la Juventus fue apartado del primer equipo ese mismo año y Antero Henrique, director deportivo, explicó la decisión, afirmando que "permanecerá en el banquillo de forma indefinida", ya que su actitud ha sido una "falta de respeto".
La inexistencia de las cláusulas de rescisión, la gran baza del PSG
El reglamento de la Ligue de Football Professionnel (liga francesa) impide a los clubes bajo su regulación fijar cláusulas de rescisión, por lo que, por ejemplo, Mbappé tan sólo podría salir del PSG si los parisinos y el Real Madrid llegasen a un acuerdo. En operaciones como las de Verratti, Marquinhos y Rabiot, la inexistencia de las cláusulas de rescisión se convirtió en una baza para Al-Khelaïfi.
Aurier y Jesé, otros casos con un mismo denominador común
La mano dura del PSG no sólo la saca a pasear en las negociaciones. En cuestiones extradeportivas son inflexibles. El equipo francés apartó a Jesé Rodríguez en 2018 y lo despidió en 2020, después de aparecer en La Casa Fuerte, un reality show de Mediaset.
Serge Aurier también fue apartado del PSG, después de aparecer en una retransmisión de Periscope criticando a Laurent Blanc, su entrenador en aquel momento, y a excompañeros como Di María o Ibrahimovic. "Yo estaba encarcelado y desde ahí no podía hacer nada, no podía expresarme, no podía hablar con nadie, no podía dar entrevistas y me encerré en mí mismo", reconoció el marfileño.
Julian Palmeri, jugador del Gazélec Ajaccio que coincidió con Luis Campos en el Lille, habló del modus operandi cuando un jugador no quiere renovar: "Se les sacará del grupo, se cambiarán en otro vestuario, se les quitará la plaza de aparcamiento... Todo para invitarles a marcharse lo más cordialmente posible. Y si no hay oferta, tratarán de encontrar un acuerdo para rescindir". El propio Nasser Al Khelaifi lo confirmó en una rueda de prensa en 2020: si un jugador acaba contrato y no renueva, será apartado del equipo.
Al-Khelaïfi, recientemente denunciado por un antiguo asistente por presunto intento de secuestro, lo tiene claro y los precedentes lo confirman: cuando el PSG se pone duro, negociar es prácticamente imposible. Y el caso Mbappé tampoco parece ser una excepción. Los parisinos buscarán renovar al 10, conscientes del golpe de efecto que supondría, pero en caso de no conseguirlo, atender a los deseos de Kylian no entra dentro de los planes de Al-Khelaïfi. "No va a salir gratis", dijo el presidente de la entidad de París.