Nuevo show de José Mourinho, con celebración de rodillas, provocación y una amenaza: "Si me lo hubieran contado todo, no habría venido al Fenerbahçe"

La competición se encuentra a inicios de noviembre, pero ya se empiezan a dirimir tres puntos trascendentales en algunos encuentros. Por ejemplo, los que el Fenerbahçe tenía en disputa en su visita a Trebisonda para medirse al Trabzonspor. Una demostración clara de ello es cómo lo vivió José Mourinho. Antes, durante y después del partido.

El Fener afrontaba el encuentro a ocho puntos del líder Galatasaray. Apenas es la décima jornada, pero un equipo que opta a ganar la Superliga turca no se puede distanciar tanto en tan poco tiempo de su rival más inmediato. Y más tratándose de un equipo que, incluso, en verano, en el pleno mes de agosto, perdió uno de sus principales objetivos del curso: lograr el billete para la primera edición del nuevo formato de la UEFA Champions League.

Quizá tratándose de otro técnico, la paciencia no habría existido, más en un país donde se vive el fútbol (y el deporte) de una manera tan intensa. Pero Mou es Mou. Y a sus 61 años ya no va a cambiar. Por eso, celebró la victoria ante el Trabzonspor recordando viejos tiempos y emulando su icónico festejo del gol de Cristiano Ronaldo en un Real Madrid - Manchester City de septiembre de 2012, en el estreno de fase de grupos de la Champions 12-13. Invadió el césped y se lanzó de rodillas, aunque, en esta ocasión, no deslizó tanto. Aun así, acabó uniéndose a la celebración del tanto anotado por el marroquí Sofyan Amrabat.

La pasión de Mou en ese 2-3 de una décima fecha del campeonato nacional de ligfa en Turquía no solo se explica por mantener la distancia de cinco puntos respecto al Galatasaray, sino, también, por cómo transcurrió el duelo ante el Trabzonspor, con dos penaltis señalados a favor del conjunto local, dirigido por Şenol Güneş, con especial protagonismo del VAR, Atilla Karaoğlan. El Fenerbahçe pidió uno por mano en un córner que no fue revisado. La figura del colegiado VAR no pasó inadvertida para el entrenador de Setúbal.

"No vimos a Atilla Karaoğlan en el campo, había un árbitro joven en el campo pero el árbitro era Karaoğlan. De ser un hombre invisible consiguió convertirse en el hombre más importante del partido. Voy a hablar en nombre de todos los aficionados del Fenerbahçe: no lo queremos. No queremos a este árbitro. No lo queremos como árbitro del VAR, ni como árbitro de campo. Especialmente, no lo queremos como árbitro del VAR. Me dijeron algo, no me lo creí, pero es peor de lo que me dijeron".

Y fue un paso más allá en su reflexión: "Jugamos contra buenos rivales, pero también contra el sistema. Eso es lo más difícil. Jugamos contra el VAR, contra el sistema. Por eso celebramos así después de ganar. Ganamos contra gente muy, muy fuerte. No nos rendiremos. Estoy enfadado con la gente del Fenerbahce que me trajo aquí, me contaron la mitad de esto. Si me lo hubieran contado todo, no habría venido al Fenerbahçe".

Cuando se refiere a celebración, alude seguramente a cómo se lanzó de rodillas al césped... pero no a cómó abandonó el terreno de juego, teniendo que ser sujetado por miembros del Fenerbahçe a la vez que Mou elevaba el puño al aire en dirección a la tribuna principal del campo, ocupada por aficionados del Trabzonspor. Al más puro estilo Mourinho.