El sueño de verano del Huesca, líder de Segunda tras esquivar la desaparición: "Estamos esperando el bofetón"

Instalado en una suerte de depresión económica posfestiva tras hacer dos veces el camino de ida y vuelta entre Primera y Segunda División (temporadas 2018/19 y 2020/21), el Huesca lleva las últimas campañas resistiendo en un opresivo escenario de deuda creciente, adelgazamiento de la sobredimensionada estructura de gestión del club, despidos de personal, cambios interminables en el consejo de administración y restricciones económicas para armar un equipo que se sostenga en Segunda División. La situación ha sido límite este verano, cuando el Huesca estuvo "al borde de la desaparición" a principios de agosto. Justo a tiempo llegó un préstamo de 6,1 millones de dos empresas aragonesas, Grupo Costa y Grupo Arqa, que ha dado aire operativo a la institución y ha permitido a Ángel Martín González cerrar e inscribir los fichajes necesarios para una temporada que todo el mundo en Huesca asume de supervivencia.

Y sin embargo, en un contraste tremendo e imprevisto para todo el mundo, Antonio Hidalgo y su equipo han arrancado la campaña con tres victorias consecutivas, subidos al primer puesto de la clasificación y -en consonancia con la asunción general del único objetivo- nueve puntos más cerca de los 50 (o así) que hagan falta para la salvación. "Es un sueño -admitía el presidente Agustín Lasaosa al final de la victoria por 1-3 en Granada, la tercera consecutiva-; nueve de nueve no lo recordaban ni los más viejos del lugar, pero hay que tener los pies en el suelo y sigo mirando tener al final cuatro por debajo", subrayó, martillando en el mensaje que preside la temporada.

"Lo que está pasando es una paradoja enorme", admite Pablo Barrantes, director y voz del Huesca en COPE, en el digital sportaragon.com y en Balones Fuera, su canal de Twitch. "Cualquier día nos despertaremos de este sueño, nos despertará la realidad de plantillas superiores, el azar se volverá esquivo, habrá lesiones, etc. Pero, de momento... el año pasado el Huesca tardó 14 partidos en hacer nueve puntos, y ahora los ha sumado en sólo tres", destaca el comunicador jacetano.

Lo mismo sostiene Luis Abadías, veterano periodista al frente de SER Deportivos en la capital altoaragonesa: "Estamos esperando a ver cuándo llega el bofetón", ironiza con humor y realismo sobre el comienzo inmaculado del Huesca. Pese a todo, las casualidades no existen o no son comunes en el fútbol y también estos resultados se pueden argumentar: "El Huesca ha mantenido al entrenador, Antonio Hidalgo, y una base amplia de jugadores del año pasado, al menos en el equipo inicial: Pulido, Jeremy Blasco, Sielva, Loureiro, Joaquín, Soko... Esa continuidad le da cierta ventaja al principio frente a rivales que tardarán más en acoplar fichajes y ponerse a punto", explica Abadías.

Es la misma línea de análisis de Luis Costa, exfutbolista oscense que pasó por gran cantidad de clubes en Segunda y Tercera División, y en los últimos años uno de los analistas más reconocidos de la SD Huesca con sus colaboraciones para el Diario del Alto Aragón y Aragón TV: "Mantener buena parte del bloque y al mister, la idea de juego, haber incorporado a jugadores de la misma categoría... todo eso son factores clave que hacen que al principio todo sea más fácil", resume Luis Costa. "Además, los fichajes han sido pocos pero vienen a mejorar lo que tenía el Huesca, sobre todo en ataque, con Sergi Enrich y Unzueta: ahí el Huesca ha crecido respecto al año pasado, excepto cuando vino Elady que le dio mucho. Y en la portería se marchó Álvaro, pero ha llegado Dani Jiménez, que ya conocía el Huesca y está respondiendo muy bien. Los puntos que sacas ahora, más adelante te costarán el doble, pero ya tienes unas semanas o algún mes de ventaja y el Huesca está aprovechándolo".

La continuidad de Antonio Hidalgo aparece en todas las opiniones como clave de bóveda para entender el rendimiento del Huesca. Las celebraciones de las victorias en el vestuario, con el técnico a la cabeza, se han convertido en costumbre en estos meses y dicen mucho de la simbiosis entre Hidalgo y sus futbolistas. Al entrenador catalán -tentado este verano por el Elche, cuya propiedad decantó finalmente la balanza hacia Eder Sarabia- lo defienden el rendimiento, las sensaciones y los números: "Hidalgo es un acierto total -opina Luis Abadías, de SER Huesca-. Desde que llegó al Huesca la temporada pasada, en los partidos que ha dirigido ha ganado la mitad de los puntos". Pablo Barrantes, de COPE, remacha esa misma idea: "Parece increíble pero si tomas sólo los puntos de los partidos en los que Hidalgo ha dirigido al Huesca, resulta que es equipo de playoff."Es un entrenador que va a llegar muy lejos. Acabará en Primera División, y no es algo que diga yo, es una opinión mayoritaria entre gente con mucho conocimiento. Tiene una forma de leer el fútbol y de motivar al vestuario que son especiales. Aunar esas dos cosas te da un perfil que te asegura que acabará triunfando", analiza Barrantes.

En un estado de restricción económica como el que vive la SD Huesca estos últimos años, la mano tranquila y segura de Hidalgo ha forjado una capacidad competitiva y un aprovechamiento de recursos vitales para el equipo. Su influencia se ve en el campo, en lo táctico, lo futbolístico y lo anímico, pero además se transmite al entorno: "El Huesca vivió al principio de la temporada pasada, cuando Ziganda era el entrenador, un momento de desafección del público, crítica desde las peñas, divorcio en El Alcoraz, etc. -recuerda Pablo Barrantes-. Llegó Hidalgo y no sólo consiguió remontar en lo deportivo, sino que aisló a su plantilla de todo ese ruido. Y este verano lo mismo: se hablaba de si el club se vendía, no se sabía el futuro, había dificultades para inscribir jugadores, la oferta del Elche...: y sin embargo, el Huesca ha empezado de maravilla. Los jugadores que llegan saben que llegan a la familia de Hidalgo", dice Barrantes de forma elocuente. "La salvación del año pasado es histórica", pondera con rotundidad Luis Costa. "La demostración es lo que ha pasado este verano: si no hubiera continuado en Segunda, el Huesca a estas horas estaría desaparecido o fuera del fútbol profesional".

Mientras el equipo acredita firmeza en sus primeros pasos en una temporada que se anuncia larga, la SD Huesca enfrenta el futuro bajo la presidencia de Agustín Lasaosa, cuya ascendencia sobre el club y el lado futbolístico de la ciudad suponen un asidero fundamental: "Agustín es clave porque pone a todo el mundo, a toda Huesca, con los pies en el suelo: es alguien que dice siempre la realidad, que lo ha sido todo en el Huesca, además de su conocimiento y su bagaje como director deportivo, en la empresa Bahía, etc.", resume Luis Costa sobre el actual presidente del Huesca. La nítida autoridad de Lasaosa quedó patente cuando, a su regreso a la presidencia el pasado mes de junio, tras el archivo de la causa Oikos, dejó en su primera comparecencia una frase implacable: "Al Huesca le ha faltado fútbol y le han sobrado corbatas".

Con esa afirmación sintetizaba los últimos años del club, sobredimensionado de forma insostenible tras sus dos ascensos a Primera División: "El Huesca no supo gestionar el último descenso hace tres años: incurrió en un gasto excesivo de plantilla, sobre todo no deportiva, y mantuvo una estructura de gestión propia de la élite, hasta llegar a una situación sin retorno", explica Pablo Barrantes. Luis Abadías añade una perspectiva reveladora: "La deuda de más de 12 millones supone un agujero económico muy difícil de sostener para un club y una ciudad como Huesca. Las ciudades así tienen muy complicado en el fútbol de hoy estar en Primera División. Además, el Huesca no tiene una propiedad al uso: la mayoría accionarial está en manos de la Fundación Alcoraz, que no tiene los recursos ni el músculo económico de unos propietarios o un grupo inversor", explica el periodista de SER Huesca.

La deriva descrita de forma tan vehemente por Agustín Lasaosa puso al Huesca al borde de la consunción: "Quizás la gente no era consciente del todo: sabíamos que estábamos mal, pero en Huesca no todo el mundo se daba cuenta de hasta qué punto el club estaba cerca de la desaparición", apunta Luis Costa. Quien no lo tuviese claro cambiaría de parecer al escuchar la crudeza con que lo expresó Manuel Ollé, presidente de la Fundación Alcoraz, cuando el pasado 12 de agosto compareció en una rueda de prensa: "El día 6 de agosto el club prácticamente había desaparecido, pero es que si hubiéramos competido (que lo hubiéramos hecho con juveniles) habríamos entrado en concurso de acreedores: esa era la situación", explicó Ollé entonces. La salvación había llegado de la mano de Grupo Costa y Grupo Arqa, dos empresas aragonesas que pusieron 4,1 y 2 millones de euros, respectivamente, en concepto de préstamo participativo, convertible más adelante en acciones. La inyección económica permitió la viabilidad inmediata del club y puso la base para la ineludible ampliación de capital que necesitará la SD Huesca para garantizar su futuro.

La segunda semana de agosto se celebra precisamente San Lorenzo, patrón de la capital altoaragonesa, de modo que la revelación de Ollé en esos días contenía también un simbolismo inevitable: "Ocurrió en plenas fiestas en la ciudad, así que fue algo casi milagroso -reconoce de forma divertida Pablo Barrantes, de COPE Huesca-. Había una ampliación de capital anunciada y apalabrada con Grupo Pini [otra empresa italiana del sector cárnico asentada en la provincia], pero la renuncia final llevó al club a una situación de quiebra hasta la aparición de Arqa: sin poder inscribir futbolistas, con sólo 13 jugadores, el límite salarial superado desde el año anterior, jugadores ya fichados... Un drama total. La entrada de esos 6,1 millones han supuesto un punto de inflexión, ha permitido inscribir a todos los jugadores y aún le queda al club un pequeño margen cara al mercado invernal", cuenta el periodista jacetano.

Grupo Costa es un potente grupo empresarial con negocio a nivel internacional, aunque muy arraigado en Huesca. Además de su liderazgo en el cárnico, opera en otros sectores como el vitivinícola, inmobiliario, hoteles, renovables, etc. Algunas de sus marcas (como Sommos o Casademont) ya respaldaban al club altoaragonés a través de diversos patrocinios. Por su parte Arqa es otro grupo de capital aragonés dedicado a invertir en compañías tecnológicas, con empresas como Brainy Inteligencia Semántica, Ibernex y Vunkers. Ricardo Mur, uno de sus responsables junto a Alfonso García Vicente, ha asumido en esta nueva etapa el puesto de consejero delegado de la SD Huesca para encargarse de la gestión corporativa e institucional.

Después de que el interés por adquirir el club por parte del grupo mexicano Rola y del británico Kronos no llegase a puerto ("las ofertas no eran ni valorables", apunta Luis Abadías), Costa y Arqa ofrecen oxígeno al Huesca y su aportación amplía el futuro: el préstamo aparece como puente hasta encontrar una solución duradera -ampliación de capital, nueva propiedad- para el club azulgrana. "Los recortes van a seguir porque aún hay departamentos inflados. Creo que Lasaosa intentará recuperar el modelo de club que fue el Huesca cuando llegaron él y Petón: ahora está mejor porque tiene activos, un campo muy mejorado, la ciudad deportiva, la base... Pero necesita estar unos años en Segunda para equilibrar todo y estabilizarse", vaticina Luis Costa.

"El club ha estado a punto de convertirse en uno de los tantos que pasan de estar en Primera a convertirse, tras una mala gestión, en un juguete roto y penar por el fútbol semi profesional", subraya Pablo Barrantes. Pero no fue así. Ahora ha puesto rumbo al futuro y Luis Abadías describe lo esencial de esa hoja de ruta: "Este balón de oxígeno del préstamo le da para unos años, pero tendrá que adaptarse a lo que exige el fútbol de hoy, buscar a alguien que invierta y compre el club. Equilibrar la economía y, mientras y sobre todo, permanecer en Segunda División: seguir en el fútbol profesional es clave para el futuro". Por el momento ese objetivo, con Antonio Hidalgo y su "familia" de futbolistas al frente, está nueve puntos más cerca.