Luis García Plaza y Fernández Romo: historia de una bonita amistad...
El entrenador del Deportivo Alavés y del Racing de Santander, que se enfrentan mañana en liga, son viejos conocidos.

El mundo es un pañuelo. Es lo que se dice cuando una se choca de bruces con alguien en un lugar inesperado. Y para pañuelo, el que comparten Luis García Plaza y Guillermo Fernández Romo, cuyos equipos se enfrentan mañana en la decimocuarta jornada de LaLiga SmartBank.
Los entrenadores de Racing de Santander y Deportivo Alavés son viejos conocidos, y no precisamente del fútbol. Aunque mañana dirigirán a dos históricos de LaLiga, sus vidas coincidieron en una situación mucho más rocambolesca. Lo ha contado el propio Luis hoy en la rueda de prensa previa al partido.
En sus inicios como futbolista, Luis pasó al Atlético de Madrid B. La exigencia del equipo le hizo abandonar sus estudios, que retomó tres años después. Siendo ya jugador del Talavera, decidió matricularse en una academia para estudiar COU, equivalente al 2º de Bachillerato actual. En las clases coincidió con otro chico, aficionado del Talavera, con el que compartía a diario charlas sobre fútbol. Guillermo, que así se llamaba, soñaba con ser entrenador, algo que Luis no veía muy claro.
Pero Guillermo perseveró y lo consiguió. Tras dirigir a equipos como Rayo Majadahonda, Pontevedra y Celta de Vigo en División de Honor Juvenil, fue segundo entrenador del Melilla, el Alcoyano o el filial del Betis, entre otros. Su oportunidad en el fútbol profesional llegó la pasada temporada cuando subió con el Racing de Santander a Segunda división. Ya era primer entrenador de un equipo histórico, que empezaba a recuperar su lugar en el fútbol. Era el momento de Guillermo Fernández Romo. El compañero de pupitre de un Luis García Plaza que hoy contaba orgulloso la amistad que les une desde entonces. "Estoy muy contento por él. Eso sí, espero que mañana le vayan fatal las cosas". El mundo es un pañuelo, pero en el fútbol los rivales no son amigos.