El MVP de la Liga Hypermotion que trabajaba de mecánico por 5€ la hora y entrenaba por las noches

No ha pasado tanto tiempo. Hace poco más de cinco años Álex Sancris (Getafe, 1997) trabajaba de mecánico nueve horas al día por 900€ al mes y después se iba a entrenar con el Trival Valderas por las noches. "A mis amigos los viernes no sabía qué decirles, porque yo sólo quería meterme en la cama para aprovechar y descansar un poco más". Pensó en dejar el fútbol, como una de esas cosas que apuntas en una libreta para mejorar tu vida pero luego al final se le olvidó. Y lo vas dejando.

Hasta que Álex Sancris se ha plantado en el fútbol profesional. El extremo diestro del Burgos fue elegido el pasado mes de septiembre MVP de LaLiga Hypermotion y viene de marcar en la primera ronda de la Copa del Rey. "De la que me he librado", cuenta con una sonrisa a Relevo a sus 27 años, repasando su historia. Una historia que es la excepción que confirma una regla: la de todos esos futbolistas que nunca llegan a la élite.

"Lo peor era cuando mi madre no dormía", recuerda Sancris de su etapa en los entrenamientos de la AFE, justo después de quedarse sin equipo durante el verano de 2021. "Marqué gol en todos los amistosos que jugamos con la AFE y seguían sin llamarme. A mi familia no le entraba en la cabeza. Yo estaba más tranquilo. Y de repente apareció otra vez el filial del Leganés".

Su trayectoria en el fútbol sénior empezó en el Trival Valderas de Alcorcón, en Tercera División, y en 2018 le fichó el Leganés B cuando tenía 21 años. Después, cuatro cursos en el segundo equipo pepinero, con unos meses como agente libre y un ascenso a Segunda Federación. En la temporada 2021-2022 se salió, y le firmó el Linares para jugar en una categoría superior.

Con el Linares en Primera Federación, donde coincidió con Fermín, también sentía que estaba para más, y volvió a cuajar una campaña espléndida. Con 26 años le fichó el Burgos para dar el salto al fútbol profesional. "Me vi con sueldo de futbolista. A mí ya me da igual lo que venga porque ahora mismo soy el tío más feliz del mundo". Pero vendrá más.

Al repasar su trayectoria, Álex Sancris menciona una y otra vez el nombre de 'Teto'. Su representante, de la agencia Mesas Sport. "El 50% de culpa de que yo esté en el fútbol profesional es por él. Lo tengo clarísimo. Todo lo que me ha ayudado a mejorar y cómo me asesoran en la agencia para todo".

Después de cada partido, Sancris y Teto comentan las acciones del futbolista del Burgos para pulir detalles, y es el propio jugador el que pide y pide más. "Todo lo que me ha ayudado a mejorar y cómo me han asesorado en todo momento, siendo tan cercanos, buscando lo que creen que es mejor para mí, es diferencial", cuenta el jugador. Una de las claves de su crecimiento: desde los campos de Tercera División hasta la élite en apenas cuatro años.

"Soy un jugador al que le gusta regatear. Es lo que me sale", confiesa. Y rememora como si se lo contase a sus colegas varios caños recientes, alguno durante un entrenamiento y otros en partidos de máxima tensión. Así es él. "Juega como si estuviese en la calle con sus amigos", cuentan los que más le siguen de cerca.

Álex Sancris sobre todo es un chico valiente. Y antes de terminar la charla con Relevo responde una última pregunta: cuál es su mayor miedo. "Cuando tocas la mierda una vez… ya da igual. Poco miedo hay. No me daría miedo volver al barro". Y acaba con una reflexión: "Lo bueno de haber llegado al fútbol profesional tarde es que ahora lo valoras mucho más y mucho mejor". En unos meses podría dar su siguiente salto.