El Eldense desciende a Primera RFEF y el Zaragoza de Gabi respira con la salvación
Los maños consiguen la permanencia a una jornada del final.
El Eldense consumó este domingo su descenso a Primera Federación tras empatar con el Racing de Santander en un partido en el que los alicantinos llegaron a soñar con el milagro y los cántabros dejaron escapar el triunfo.
Con un ojo en el Nuevo Pepico Amat y el oído en otros campos, tanto Eldense como Racing afrontaron esta cita con la idea de ganar para mantener vivas sus opciones en sus respectivos objetivos, los locales para eludir el descenso y los cántabros en la lucha por el ascenso.
El equipo racinguista avisó con un peligroso remate de cabeza de Meseguer, sim embargo, el Eldense respondió con un gol de Darío Dumic en un saque de esquina. El 1-0 encendió el Nuevo Pepico Amat que empezó a creer en el milagro. En plena efervescencia azulgrana, Dumic estuvo a punto de hacer el segundo con un disparo al larguero.
El Racing quedó tocado con el gol local y le costó levantarse de la lona. Tanto que Javi Llabrés casi hace el 2-0 con un remate que la zaga visitante sacó bajo palos. Mientras la afición cántabra pedía a su equipo un tiro a puerta, Karrikaburu batió a Dani Marín con un buen gol para establecer el empate con el que se llegó al descanso.
En la reanudación, otro saque de esquina volvió a poner por delante al Eldense con un gol de Diego Collado. El 2-1 devolvió la esperanza al equipo de Oltra apenas unos instantes al llegar noticias al Nuevo Pepico Amat de un tanto del Zaragoza que descendía a los alicantinos. El Racing dio un paso adelanté con la entrada de Arana, Vicente y Maguette. Con esta nueva puesta en escena, un penalti desde el VAR que transformó Andrés dio vida al conjunto visitante en el minuto 82.
Con el Eldense acuciado por el descenso, los quince minutos de prolongación sirvieron al Racing para hacer el 2-3 con un gol de Arana y al equipo azulgrana para empatar al final con un inútil tanto de Iván Chapela, porque sumar un punto solo le valía si el Zaragoza perdía. Y los maños no fallaron.
Con la mirada puesta tanto en lo que acontecía en el césped de La Romareda como en el Pepico Amat de Elda, el Real Zaragoza dejó de sufrir y logró la permanencia en la Liga Hypermotion de manera matemática imponiéndose al Deportivo en un partido en el que los coruñeses no se jugaban nada.
Los zaragocistas necesitaban la victoria para no tener que mirar a ningún lado y la lograron, aunque mientras el marcador reflejó la igualada nadie podía evitar saber lo que estaba haciendo el Eldense. El triunfo lo consiguieron con un gol en propia puerta de los coruñeses.
Un estado bipolar
La afición vivió el partido en estado bipolar y con el corazón dividido, por un lado sabiendo que su equipo necesitaba ganar, pero también con el deseo puesto en que en el futuro se ponga fin a un sufrimiento que va a durar al menos trece años en la categoría de plata. El público acabó pidiendo la dimisión de la directiva, en un partido en el que estuvo presente el presidente venido de Estados Unidos, Jorge Mas.
A los dos minutos de juego, el colegiado se vio obligado a parar el juego por un problema de salud de un espectador que tuvo que ser atendido por las asistencias. Tras tres minutos se reanudó el juego, lo que cortó el trepidante ritmo con el que habían comenzado. La primera acción de peligro llegó una falta desde unos veinte metros que lanzó Tasende y se marchó fuera muy ajustado a la cruceta del poste.
Conscientes de lo que había en juego, los locales salieron con mucha más intensidad ante un rival que en los primeros minutos se mostró algo frío y le costó cogerle al ritmo en un partido en el que la alta temperatura también obligaba a un esfuerzo mayor. Al contrario lo que dio a entender ese comienzo, el equipo de Óscar Gilsanz empezó a estirar sus líneas y le fue comiendo terreno a un equipo al que los nervios daba la sensación de que le estaban pasando factura.
La ocasión más clara para el equipo de Gabi Fernández llegó a los 41 minutos de juego tras un resbalón de Petxarromán que permitió que llegase un claro balón a Dani Gómez que preparó su disparo y lo estrelló en el poste. Los coruñeses buscaban que los zaragocistas subiesen su presión para tratar de ganarles la espalda y su mejor ocasión llegó por parte de Villares que detuvo Poussin.
Al descanso los zaragocistas se fueron con la permanencia atada, tras el empate del Racing en Elda, pero quedaban 45 minutos para cerrarla definitivamente. Muy poco cambiaron las cosas tras el paso por el vestuario, con un Deportivo que conforme pasaban los minutos transmitía más sensación de peligro y un Zaragoza resignado ante su impotencia de crear peligro. La afición estaba dormida y apoyaba lo justo a su equipo porque sabía que no era el momento de expresar sus verdaderos sentimientos.
Un saque de esquina sacado por Raúl Guti mandando el balón a media altura sobre el área pequeña y pasó entre defensores y atacantes hasta que la pierna de Patiño, en pugna con Dani Gómez, mandó el balón al fondo de la portería. El corazón zaragocista evitaba la taquicardia de saber que el Eldense había vuelto a ponerse por delante en el marcador, pero sabiendo que no podía confiarse lo más mínimo.
Despedida de La Romareda
Los coruñeses transmitían la sensación de que tenían una velocidad más pero no terminaban de ponerla en marcha, hasta que en el minuto 76 llegó un balón al borde del área al recién entrado Yeremay que lo estrelló en el larguero. La respiración se cortó en seco en un estadio que decía adiós a los suyos. La tranquilidad llegó unos minutos después con el nuevo empate del Racing en el Pepico Amat, la grada lo celebró con la misma intensidad que lo había hecho con el gol de su equipo.
Con todos deseando que el colegiado pitase el final, el marcador ya no se movió y el equipo blanquillo podrá viajar a Castellón la próxima semana con la tranquilidad de no jugarse nada, aunque las sensaciones que ha dejado es que deben cambiar muchas cosas para dejar de mirar hacia abajo como lo viene haciendo las últimas temporadas.