Quico Catalán apuesta por Calleja para salir de la crisis: "No soy el cáncer del Levante"

Vive el Levante el peor momento deportivo en el último lustro. En Segunda División, con 5 entrenadores en apenas un año, dos direcciones deportivas diferentes y una salida temprana de Medhi Nafti en menos de diez jornadas de campeonato pese a que este fuera la gran apuesta de Felipe Miñambres. Un drama el que vive en conjunto granota desde que hace poco más de un año despidiera a Paco López. A él le sucedieron Javier Pereira (que no duró ni media temporada), Alessio Lisci (que no pudo salvar al equipo pese a tener buenos partidos), Medhi Nafti (cuyo final ya se sabe) y el propio director deportivo, Felipe Miñambres, que eso sí en sus dos partidos ha logrado dos victorias.

Pero hacía falta un cambio. Una vía de escape. Alguien que levantara el alicaído ambiente levantinista así como a una plantilla que además de tener calidad de sobra, es la más cara de la competición. Y ese nombre propio no es otro que Javier Calleja Revilla. El entrenador, como avanzó Relevo, ha tomado las riendas del conjunto de la capital del Turia con un contrato hasta 2024 que, eso sí, tiene una cláusula de salida para ambas partes si no se logra el ascenso.

Pero esa es una posibilidad que el entrenador no contempla, hasta el punto de que para él sería un fracaso no conseguirlo: "Para mi sería un fracaso no ascender. Tenemos la exigencia de estar en primera el año que viene y no es una presión negativa, al contrario. Es positivo, es un reto muy bonito el de tener que ascender y creemos que tenemos las herramientas suficientes para hacerlo" señaló el técnico en su primera comparecencia pública. Y es que el Levante no lo esconde, hay que ascender sí o sí, de hecho que la plantilla sea una de las mejores de la competición y la más cara de la misma ha sido un incentivo para que el entrenador aterrizara en Valencia: "Todo me convenció, es un gran club, una gran aficion, una plantilla que reune todos los condicionantes para poder hacer nuestra idea de juego, un objetivo ambicioso que se puede conseguir. En general cuando hablé con Felipe, en mi mente se deseaba que se cerrase lo antes posible".

Y es que pese a la crisis actual que vive el club, ciertamente en los últimos 15 años ha vivido los mejores momentos de su historia. Desde afianzarse en la Liga Santander, hasta llegar a unas semifinales de Copa del Rey, pasando por la remodelación de un estadio que ya luce como uno de primera división. Por ello, el mismísimo presidente del club, Quico Catalán, quiso salir al paso de las críticas que ha recibido en los últimos partidos, donde parte de la afición ha pedido su marcha: "Creo que desde que estoy aquí hace 13 años el clubha vivido los mejores momentos de su historia, pero ni yo antes era un mago ni ahora soy el cáncer de este club" explicó.

Y es que Catalán, después de una gestión muy interesante con el club desde su llegada, ha dado pasos en falso en los últimos meses algo que él no elude pero que no quiere que suponga un ensañamiento hacia él: "Por encima de todo para mí está el club. De los últimos 13 años hemos estado 11 en primera más. Soy muy exigente conmigo mismo, ver que la afición no está de acuerdo con cosas que estamos haciendo me llena de pena. Más allá de ser un profesional del fútbol yo soy levantinista y si algo quiero es que la afición esté orgullosa" defendió.

Para convertir esos abucheos en aplausos, lo mejor es que la pelota entre y el equipo consiga el ascenso y con Calleja, el propio Felipe Miñambres señaló que será más posible: "Ya me senté con él a negociar en verano, apostamos por otro nombre pero esta vez confiamos en él, tiene una metodología clara y una idea que nos hará mejores" dijo. Un ascenso que va a condicionar, llegue o no, el futuro del Levante no solo deportivo, pues el propio Quico Catalán confirmó que en función de si consiguen regresar a primera o no, puede haber cambios en la fase 2 del nuevo estadio y en la construcción de la nueva ciudad deportiva, un proyecto que lleva pendiente 10 años.