El Annus Horribilis del Levante: Miñambres no mejoró a Calleja, sin playoff y con Morales como última esperanza
Las malas decisiones y la situación económica ahogan al club granota.

Se acabó el Annus Horribilis delLevante Unión Deportiva. El agrio empate ante el Alcorcón puso punto y final a una temporada que ya antes de empezar se antojaba complicada, pero en la que las decisiones no han enderezado o mejorado el rumbo durante el transcurso de la misma. Los granota no jugarán el playoff de ascenso, lugar que estuvieron peleando durante la primera fase de la temporada con uñas y dientes, y del que progresivamente se fueron descolgando hasta llegar al final.
El banquillo ha sido uno de los lugares donde más se ha puesto la mirada. Primero con Javi Calleja, posteriormente con Felipe Miñambres, cuando este tomó las riendas, pero... ¿hasta qué punto ese giro de guión de despedir al entrenador favoreció a la entidad? Con Calleja el Levante sumó 39 puntos en 27 partidos y se marchó a solo tres puntos de los puestos de playoff con una media de puntos por partido de 1,44. Con Miñambres, el equipo granota sumó 19 puntos en 14 partidos, con una media de 1,35 puntos por encuentro. Datos inferiores y que evidencian que la decisión del directivo no resultó adecuada.
¿Significa esto que Miñambres lo ha hecho mal al frente del banquillo? Sería demasiado dogmático decir una cosa u otra. Lo cierto es que si algo queda claro, dados los números, es que el mensaje que mandaba la entidad a principios del curso y del cual se fue apartando progresivamente fruto, o bien de las presiones del entorno o bien de la grandeza del propio club, era correcto. El Levante arrancó el año dejando claro que no era obligatorio ascender, que dada su plantilla y que habían perdido a sus mejores jugadores (Pepelu e Iborra), en todo caso era un sueño.
Pero el Levante ha sido esclavo toda la temporada de no saber mantenerse firme en su mensaje. El despido de Calleja (con el equipo a tres puntos del playoff) y la sensación de alarma en el club, a poco que no se ocuparan puestos de ascenso, han generado una forma de trabajar en la que parecía que el ascenso era una obligación máxima más que un sueño, algo que el propio Miñambres defendía a capa y espada a principio del curso.
¿Y por qué ha pasado eso? Por la sencilla razón de que lo deportivo no acompañaba a lo económico. Para el Levante como equipo, no ascender no debía suponerle un drama: había muchos jugadores nuevos, por talento el equipo no era top 5 de la competición, había perdido a jugadores... Pero para el club como tal, no ascender sí que lo es dada su situación económica.
José Danvila, máximo accionista del club granota a todos los efectos desde marzo, tendrá que sacar del pozo al club. Para ello, su primer movimiento lo tiene clarísimo: recuperar a José Luis Morales para la causa, una contratación que no es sencilla porque LaLiga debe determinar qué porcentaje del salario del jugador computará a efectos financieros, pero que es un movimiento que el máximo accionista del club quiere realizar. Esa apuesta por futbolistas o exfutbolistas que sienten el club (como ya se ha hecho con Héctor Rodas cuyo trabajo ha sido sobresaliente), es una de las grandes esperanza para lanzar un mensaje claro: el Levante quiere volver.