REAL MADRID

Los métodos y normas del Zidane más estricto en el Real Madrid Castilla: "Nos metía en una 'jaula', se pasó de rosca..."

El entrenador francés exprimió al máximo a sus jugadores durante la temporada y media que estuvo al frente del filial.

Zinedine Zidane, durante su etapa en el Castilla./GETTY
Zinedine Zidane, durante su etapa en el Castilla. GETTY
June Lavín

June Lavín

"Parecía tranquilo y un gestor de grupo más que otra cosa, pero cuidado, eh, cuidado...". Esa frase resume a las mil maravillas la temporada y media que Zinedine Zidane estuvo al frente del Real Madrid Castilla, antes de asumir las riendas del primer equipo y escribir una de las etapas más brillantes de la historia del club. Su desembarco en el filial celebra una década este verano, todavía alejado de los banquillos. Pese a su retiro voluntario, sin entrenar desde mayo de 2021, algunos de los jugadores a los que dirigió todavía recuerdan la dureza de sus ejercicios y la exigencia que imprimía en el día a día, ayudado por Bettoni, su segundo de a bordo.

"Tiene mucho carácter, le gusta la disciplina y es muy serio. Impone mucho, pero hasta que no estás con él en el día a día no te das cuenta y no lo parece", anticipa Rubén Belima, ya retirado. El francés aterrizó en el Castilla en verano de 2014, después de levantar la Décima como segundo de Ancelotti y ante el primer gran reto de su carrera en solitario en los banquillos. Para los jugadores supuso "un choque", porque imprimió "un nivel de exigencia que no se había experimentado antes en la cantera". En su primer curso en el di Stéfano, Zizou dejó al Castilla sexto.

Pese a los resultados, positivos después de un inicio desafortunado, su 'legado' y lo que los jugadores a los que dirigió recuerdan son sus métodos y normas: "En la cantera hay un punto de formación y también de disfrute, porque somos niños, pero él lo llevo a otro nivel. Yo me reprimí, igual que muchas jugadores. Había mucha rigidez". Meticuloso y exigente a partes iguales, la alimentación fue otro de los apartados a los que más atención prestó: "La alimentación también la llevo a otra esfera. Hacía cosas que otros no".

Zidane, junto a Bettoni durante un entrenamiento. AGENCIAS
Zidane, junto a Bettoni durante un entrenamiento. AGENCIAS

"Era muy estricto y exigente, pero también dejaba mucha libertad al jugar", añade Marcos Legaz, delantero formado en cantera madridista que ahora se encuentra sin equipo. Se hizo íntimo amigo de Enzo Zidane, con quien todavía mantiene el contacto, y recuerda una anécdota con Zizou que le marcó cuando coqueteaba con la mayoría de edad: "No tenía carnet de conducir y me pasaban a buscar por casa Zidane y su hijo Enzo para llevarme a entrenar. Justo al año siguiente me hizo debutar en el Castilla".

La 'jaula' y las multas, protagonistas

Nadie en la plantilla tenía su número, de ahí que cada integrante del Castilla en la 13-14 tuviese que apuntar su número en la pizarra del vestuario. La única vía de comunicación era esa. Sin embargo, esa no fue la única peculiaridad de Zidane en su primera campaña en el filial blanco. "Había como una jaula con césped artificial, muy pequeña y con cuadro paredes, y nos metía ahí. Estaban Bettoni y él. Uno te daba el pase y el otro te marcaba", explica Rubén Belima. Marcos Legaz, que se perdió el grueso de la temporada por un problema sin diagnosticar de espalda, agrega entre risas: "Yo no lo viví, pero algo me han contado, sí... Me suena".

La exigencia era máxima, pero su llegada fue de la mano de algunos 'lujos' poco habituales en el Castilla con entrenadores como Toril o Manolo Díaz al frente: "Teníamos desayunos, comíamos allí, viajes en avión… y eso antes no se hacía". Rubén Belima, que ahora forma parte del cuerpo técnico de la selección de Guinea Ecuatorial, considera que, "con su mentalidad de élite, se pasó de rosca", porque "a nivel ambiental no se sacó todo lo que se podía sacar".

Zidane, durante un entrenamiento. AGENCIAS
Zidane, durante un entrenamiento. AGENCIAS

Y, por encima del resto de anécdotas, el vestuario que conoció la primera versión del Zidane entrenador recuerda "la de llegar tarde [risas]": "Las multas pasaron a otro nivel ese año en relación a otras, todas por llegar tarde. Cuando llegabas, tenías un papel en el que tenías que firmar, como si tuvieses que fichar. Entonces, una vez llegó Santi, que era el que se llevaba la hoja junto a Bettoni, y había gente que había firmado y no estaba, o sea que alguien firmó por él. Dijo que ya no se podía permitir más y que fuese la última vez".

Pese a las advertencias de Zidane, exigente con la puntualidad, volvió a pasar. "Al poco tiempo pasó otra vez. Hubo una multa para todo el equipo. Y, claro, muchos no estábamos conformes con eso. Se nos ocurrió la maravillosa idea de decir 'vamos a hablar con él, a decirle que no nos parece bien'. Aguza, el capitán, dijo algo así como que no estábamos conformes, que se estaba siendo muy estricto... y hubo un silencio, nos miró y, con una mirada, nos dijo 'o sea me vais a venir vosotros a decir a mí como hacer las cosas'. Se cayó todo el discurso que teníamos preparado".

Su carta de presentación en el Castilla tuvo de todo: exigencia, anécdotas, métodos innovadores (la jaula), multas... Y Zidane, a los pocos meses de finalizar la 13-14 al frente del Castilla, fue el elegido por el Real Madrid para asumir el cargo de entrenador del primer equipo, después de la destitución de Rafa Benítez. Ya en el Bernabéu, Rubén Belima lo tiene claro: "En el primer equipo estoy seguro de que cambió un poco. Estoy convencido, porque yo creo que él entiende que cuando llega a un primer equipo tiene que soltar un poco el pie y dejar que el vestuario se autogestione. Es así y no queda otra".