BARCELONA 3 - REAL MADRID 0

Xavi 'amarga' a Ancelotti: otro puñetazo veraniego… y cuatro victorias en los últimos cinco Clásicos

El técnico del Barça presenta un balance muy positivo (seis triunfos, tres derrotas) en sus cara a cara ante el italiano.

Ancelotti, con el gesto torcido durante el Clásico en Dallas. /GETTY
Ancelotti, con el gesto torcido durante el Clásico en Dallas. GETTY
Manuel Amor

Manuel Amor

Es julio, mes de acoples y probaturas, pero el resultado de un Clásico siempre importa. En un partido abierto y de marcador engañoso, el Barça de Xavi asestó otro golpe doloroso al Madrid de Ancelotti (3-0) a base de paradas de Ter Stegen, resistencia y puntería. Fue otra lección de competitividad de los culés, que mejoraron con creces la imagen del debut ante el Arsenal, y reafirmó lo que dictan los números: el egarense le tiene tomada la medida a Carletto.

Desde que Xavi se hiciese cargo del banquillo del Barça, Ancelotti y él se han enfrentado hasta en nueve ocasiones… con un balance muy favorable para el azulgrana: seis victorias y sólo tres derrotas. Siete de esos partidos fueron oficiales y dos se jugaron con carácter amistoso en Estados Unidos. Los catalanes ya vencieron el verano pasado en Las Vegas (0-1) y repitieron con mayor contundencia este sábado en Dallas.

Más allá de lo puramente estadístico, la sensación es que el entrenador blaugrana ha dado con la tecla para combatir a este Madrid. A base de ajustes tácticos, como pasar a Araujo al lateral y convertirle en el antídoto de Vinicius; de diferentes planes, desde el fútbol total del primer triunfo en el Bernabéu (0-1, en marzo de 2022) al bloque bajo y la heroica resiliencia del último (0-4, en marzo de este año); y de la inyección de una adrenalina especial a sus pupilos, que compiten como nadie cuando tienen enfrente a los blancos.

Después de años de dominio madridista en los Clásicos, los últimos duelos directos se han convertido en una pesadilla para Ancelotti. En 2023 ha habido cinco y cuatro se los ha llevado el Barça. Con el primero, la final de la Supercopa de España disputada en Arabia en enero, empezaron a cocinarse algunas dudas alrededor de su figura: ahí, después del repaso de los culés, algo comenzó a romperse entre el cuerpo técnico y la directiva. En la planta noble no gustó aquel varapalo, y se abrió una fractura que ha cicatrizado con el paso de los meses… pese a que tampoco se remontó el vuelo en los encuentros posteriores ante los blaugranas.

En el siguiente choque, la ida de la semifinal de Copa jugada en marzo, Xavi volvió a ganar en el Bernabéu (0-1). Salvando las distancias, el guion guardó ciertas similitudes con lo ocurrido en Texas. El Madrid dominó y chutó más (27 tiros por 12 del Barça en el AT&T Stadium), pero la fiereza defensiva de los de Xavi, obligado a renunciar a sus principios, tiñó el resultado de azulgrana. El siguiente encuentro en Liga (2-1 en el Camp Nou) sentenció el título a favor de los culés y dejó a los blancos sin opciones. En el último precedente, la vuelta copera en abril, sí se impuso Ancelotti (0-4) con una victoria que calmó las aguas alrededor de su futuro.

Causas diversas, solución necesaria

Aunque sea pretemporada, en el Madrid nunca se perdona un traspié ante el Barça. Xavi se ha acostumbrado a ganar la partida desde la pizarra y la gestión emocional y Ancelotti debe buscar soluciones. En sus primeros cara a cara, el plan del italiano pasó por regalar la pelota, esperar y rajar al Barça con la velocidad de Vinicius, los apoyos de Benzema y el rol de navaja suiza de Fede Valverde; en los últimos, empujado por los malos resultados, ha dotado a su Madrid de mayor valentía, insistiendo en la presión alta, en ser protagonistas y en dominar con colmillo la posesión. Y salvo ese 0-4, por unas cosas o por otras, tampoco ha funcionado.

En Dallas los blancos volvieron a ejercer tramos de dominio y murieron por su falta de efectividad. Se estrellaron cinco veces con los palos, algo que nunca le había pasado a Ancelotti en sus más de 1.200 partidos como entrenador, y padecieron su endeblez defensiva: cometieron demasiadas pérdidas en la primera mitad, volvieron a encajar a pelota parada (el talón de Aquiles de la temporada anterior, también castigado por el Milan en el debut) y echaron de menos una mayor aportación ofensiva de sus laterales, un aspecto fundamental con el nuevo sistema en rombo.

A menos de dos semanas del inicio liguero, a Carletto todavía le quedan deberes que hacer... con Xavi siempre en la cabeza. Los culés volverán a ser el gran rival por los títulos nacionales y su proyecto da síntomas de avance. El Madrid de Ancelotti brilló en la gira hasta que se encontró con su kryptonita. El Barça compite mejor en los Clásicos y desecha los números: chuta menos y concede más, pero (casi) siempre gana... de la manera que sea.