FC BARCELONA

La vida sin Lewandowski... ¿La vida mejor?

El Barça ha ganado los siete partidos que ha disputado sin el polaco.

Lewandowski celebra un gol en el Camp Nou./AGENCIAS
Lewandowski celebra un gol en el Camp Nou. AGENCIAS
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El fichaje de Lewandowski fue un atajo para el Barça. Las palancas fueron el trampolín por el que apostó Joan Laporta para volver a construir un proyecto competitivo. Con la necesidad de ganar, Robert aterrizó en el Camp Nou como un arma de dos caras. Por un lado, era sinónimo de rendimiento inmediato. Y por el otro, acapararía el foco que hubieran tenido Ansu Fati o Ferran Torres y les permitiría ir creciendo poco a poco.

Esta temporada, el Barça ha ganado los siete partidos que ha disputado sin Lewandowski. En las últimas cinco ocasiones, además, lo ha hecho por la mínima: 1-0. Mientras que las cifras 'superficiales' muestran un Barça solvente, los datos muestran capas más profundas que evidencian que el fútbol blaugrana se vuelve algo más gris cuando no está Robert.

Xavi tenía el complicadísimo reto de realzar el vuelo tras la caída en Old Trafford. Y de hacerlo, por talento y peso estructural, sus tres piezas más importantes del equipo: Dembélé y su desborde, Pedri y su liderazgo y Lewandowski y sus goles. Poniendo la lupa sobre el ariete, el Barça ha disputado siete partidos sin el polaco esta temporada: Atlético, Getafe, Girona y Valencia en Liga, Madrid e Intercity en Copa y Viktoria Plzen en Champions.

Las conclusiones de jugar sin Lewandowski son claras. El Barça gana con el mono de trabajo, bajando al barro e incluso obligado a renunciar a los principios de Xavi. No tiene problemas en camaleonizarse.

¿Qué cambia cuando no está Lewandowski?

Cuando no está Lewandowski, el Barça remata cuatro veces menos por partido. Y ya no es únicamente la cantidad de disparos lo que evidencia la ausencia del polaco, sino la calidad. Sin Robert, los de Xavi acumulan un expected goal por partido (la probabilidad de que un tiro se convierta en gol) de 0,90, uno de los peor registros de LaLiga. Es decir, sin Lewandowski el Barça genera tiros para marcar algo menos de un gol por encuentro. Cuando el polaco está, la cifra aumenta hasta el 1,92, uno de los mejores registros de la competición.

Una vez, Guardiola reveló que tras su llegada a Múnich tuvo que matizar el fútbol que había practicado en el Camp Nou. Pep cambió la figura del falso nueve de Messi por un delantero clásico como es Lewandowski. A pesar de tener a dos especialistas como Robben o Ribery en las bandas, llegó a formar con Douglas Costa en banda natural para nutrir el área con centros. Xavi ha repetido la fórmula. Cuando Robert está sobre el verde, el Barça centra al área cuatro veces más por partido (sin contar el balón parado). De hecho, antes de afianzar el cuadrado en el centro del campo llegó a probar con Raphinha por banda izquierda.

De hecho, el centro fue la herramienta con la que el Barça se llevó los tres puntos de Mestalla. Tener a Lewandowski en el área significa también simplificar los caminos hacia el gol.

Lewandowski pide el balón a Raphinha instantes antes de anotar.
Lewandowski pide el balón a Raphinha instantes antes de anotar.

Pero no todos los números han ido a peor. Curiosamente, donde más ha mejorado el Barça en la ausencia del polaco ha sido en los disparos tras contragolpear y en los tiros propiciados de un robo en presión alta.

El ejemplo más reciente es el gol en el Santiago Bernabéu. Camavinga recibió mal perfilado y entre Gavi y Kessie lograron arrebatarle el esférico. Entre Ferran y el costamarfileño lograron fabricar el único gol del partido.

El robo que precedió al gol del Barça.
El robo que precedió al gol del Barça.

Si ha habido un factor en el que ha destacado el Barça en estos últimos partidos, sobre todo ante el Madrid y en el último tramo de encuentro ante el Valencia, ha sido en el aspecto defensivo. Entre el partido de Copa y el de Liga, Ter Stegen tan sólo tuvo que realizar una parada.

Pero no son dos ejemplos paradigmáticos. Si tomamos de referencia los siete encuentros en que Robert no participó, se prueba que el Barça defendió peor. Jugar sin el ex del Bayern significa recibir por partido cinco remates más (de 8 a 13) y que el rival centre prácticamente el doble de veces (de 8 a 15). Atacar peor también significa defender peor.

Si todo sigue su curso, Xavi ya podrá contar con Lewandowski para el próximo partido de Liga, que se jugará en San Mamés. Haber sobrevivido y ganado sin él significa haber crecido un pasito más como equipo. Además de las bajas, lo ha hecho durante una etapa en que el equipo ha estado algo falto de gasolina. A partir del próximo fin de semana, Xavi volverá a contar con su mayor certeza en el área rival.