Viaje íntimo al adiós al Barça de Tito Vilanova 10 años después: "Nos tenía que animar él a nosotros"
Compañeros como Roura, amigos inseparables como Aureli Altimira y ex jugadores como Víctor Sánchez recuerdan la figura del técnico.
"Después de cinco años maravillosos formando parte de un equipo que ha hecho realidad los sueños de cualquier entrenador, ha llegado el momento de afrontar un cambio en mi vida profesional para dedicar fuerzas y energías a continuar el proceso de la enfermedad que me diagnosticaron hace un año y medio". Así empieza el comunicado que emitió Tito Vilanova el 20 de julio de 2013 para anunciar su salida forzosa del banquillo azulgrana al padecer un cáncer en la glándula parótida. Diez años de un hasta luego que lamentablemente fue un adiós.
Fue la última recaída del técnico de Bellcaire. Poco antes de arrancar la temporada 2013/2014, los médicos obligaron a Tito a dar un paso al costado. "Fueron los momentos más duros. El optimismo y la alegría después del viaje a Nueva York se convirtieron en momentos muy duros cuando nos cuenta que no puede seguir. Es un bajón anímico muy fuerte desde el punto de vista personal", explica Jordi Roura, miembro del staff de Tito durante su estancia en el banquillo culé.
Roura, cuya relación con Vilanova era muy estrecha, recuerda el inicio de la pesadilla con mucha incertidumbre. "Se notaba algo raro, poco después nos dijo que se tenía que operar[Tito pasó por el quirófano el 22 de noviembre de 2011 cuando era el segundo de Guardiola]. Fue un golpe duro porque no sabíamos qué era lo que pasaba".
"El optimismo después del viaje a Nueva York se convirtió en momentos muy duros. Fue un bajón anímico muy fuerte"
Miembro de su staff técnico en el BarcelonaLa operación salió bien. Tito se reincorporó al staff de Pep Guardiola poco antes de una previa ante el Real Madrid. Una alegría que llegó a su momento más álgido cuando, en la primavera de 2012, Sandro Rosell lo anunciaba como primer entrenador del Barça nada más comunicar que Guardiola no iba a continuar en el banquillo culé después de la etapa más glorioso en la historia del club.
Una persona entrañable
Si en alguna cosa coinciden muchas de las personas que han tenido contacto con Tito es en su cercanía con los futbolistas. "Era muy buena gente, era imposible tener un problema con él, enfadarte con él, era la calma personificada, siempre hablaba contigo, te ayudaba. Cuando estabas bien te alababa y cuando no habías estado tan bien venía a hablar contigo e intentaba calmarte. Era muy buena gente, era como un padre, un amigo, y no le gustaban nada los conflictos", explica el ex futbolista Víctor Sánchez, que compartió vestuario con el entrenador catalán de 2008 a 2010.
"Era muy buena gente, como un padre o un amigo, y no le gustaban nada los conflictos"
Exfutbolista del Barça a las órdenes de TitoTito era una persona optimista por naturaleza. "Nos tenía que animar él a nosotros", coinciden Jordi Roura y Aureli Altimira. El técnico de Cardedeu, amigo inseparable de Tito, también vivió muy de cerca su enfermedad "La recaída fue muy dura. Y era él quién nos animaba a nosotros", explica Altimira a Relevo. "En el mundo del fútbol hay mucha falsedad. Tito tenía un punto de mala leche, no se callaba las cosas, iba siempre de cara, era cercano y respetado. Muchos jugadores ya habían coincidido con Tito en el fútbol base y existía una relación de respeto" concluye Altimira.
"Tito tenía un punto de mala leche, no se callaba las cosas. Iba siempre de cara, era cercano y respetado"
Amigo inseparable de TitoEl Vilanova más metódico
Los que le conocían y trabajaban con él destacan la profesionalidad y dedicación de Tito incluso durante su segundo post operatorio, en enero de 2013. Vilanova se marchó a recuperar a Nueva York. Desde la Gran Manzana, Tito no se perdía absolutamente ningún detalle de un Barça colosal que acabaría ganando la famosa Liga de los 100 puntos. "Intentábamos estar conectados con él constantemente. Lo comentábamos todo. A pesar de estar lejos él seguía siendo el primer entrenador. Le manteníamos al día. A él le vino muy bien para poder evadirse de su enfermedad", expresa Roura.
"Durante su recuperación era muy pesado", bromea Altimira, que comenta que Tito seguía los entrenamientos con las cámaras que habían puesto en el campo de entrenamiento. "En los partidos estaba siempre conectado, e incluso alguna vez nos llamábamos por teléfono desde el banquillo", dice Altimira.
"Durante su recuperación era muy pesado [risas]. En los partidos estaba siempre conectado e incluso alguna vez nos llamábamos desde el banquillo"
Amigo inseparable de TitoLa personalidad de Tito
Corría marzo de 2013, el Barça perdió con estrépito en Milán en la ida de los octavos de final de la Champions. "Fue el momento deportivo más complicado. Se nos criticó mucho. Tito estaba en Nueva York. Cuando ganábamos se hablaba de la autogestión, pero cuando perdíamos las críticas eran muy duras", comenta Roura.
Al acabar el partido, Tito Vilanova les aseguró a Jordi Roura y a Aureli Altimira que remontarían la eliminatoria. Estaba convencido. Sonaron los teléfonos de ambos, y el mensaje fue claro y directo: "Vamos a remontar". "Tito lo tenía claro. Tácticamente era muy bueno. Intervenía en los partidos y lo solía hacer con éxito. Colocó a Villa entre el central y el lateral para darle más libertad a Messi", reconoce ahora Altimira. Semanas más tarde, en el Camp Nou, el Barça goleó a los rossoneri 4 a 0 para meterse en los cuartos de Champions.
Luego, pasó lo que pasó. Pero 10 años después la huella de Tito Vilanova y su Liga de los 100 puntos sigue muy presente en la imagen del barcelonista.