El difícil equilibrio para el Valencia entre justicia e imagen en el caso de Rafa Mir

El 'caso Rafa Mir' va a ir para largo. Después de que el futbolista fuera acusado de presunta agresión sexual, pasara dos noches en el calabozo y que tras prestar declaración judicial haya salido en libertad provisional con hasta cuatro medidas cautelares (entrega de pasaporte, la prohibición de salida de territorio nacional, junto con comparecencias semanales en sede judicial y la prohibición de comunicación y de aproximación a menos de 500 metros respecto de las dos denunciantes), el jugador ya está en casa.

Ahora se inicia una investigación que puede demorarse en el tiempo y que lleva a que la velocidad del juicio público, y el del juicio como tal, vayan completamente desacompasados. El Valencia Club de Fútbol legalmente no puede 'cortar' a Rafa Mir por estar siendo investigado, ni cortarle el contrato. Puede hacerlo unilateralmente, pero como es lógico Rafa tendría la libertad de llevarles a juicio pues a ojos de la justicia ahora mismo él es inocente en condición de investigado. Contractualmente, solo en el caso de que saliera culpable el club che podría 'cortar' su cesión sin represalias legales a cambio.

Caso aparte es poder apartarle del resto del grupo, algo que si el jugador ha roto el código interno del club sí se podría hacer. El Valencia CF tomará la decisión cuando reciba el auto oficial por parte de la jueza, la entidad insta a ser prudente en este asunto puesto que, como ha sido dicho, Rafa no es culpable a efectos legales de nada y el club no quiere emitir juicios aparte. La última hora que traslada el club es que han liberado a Rafa Mir de sus entrenamientos de este jueves y viernes. La entidad ché espera a indagar en el caso y considera la situación de estrés que el futbolista ha vivido.

Bien es cierto que Mir ha colaborado desde el minuto uno, de hecho el jugador estaba en Mallorca cuando recibió la llamada de la Guardia Civil el pasado domingo para que declarara, de ahí que se le detuviera el lunes. Además, él ha respondido a absolutamente todas las preguntas de la jueza y ha colaborado con la Fiscalía, como indicaban fuentes judiciales. Todo, mientras negaba rotundamente lo ocurrido.

Pero también es cierto que en el Valencia CF son conscientes del daño a la imagen del club que puede causar una situación legal como la que vive Rafa. El mejor ejemplo es que hace más de un año, Greenwood se ofreció al club de Mestalla a cambio de 500.000 euros de salario y el club, que futbolísticamente estaba enamorado del jugador, no quiso cerrar su contratación sabedores del daño reputacional que eso le podía causar. Y eso que la fiscalía inglesa ya había retirado todos los cargos hacia él en ese momento.

Rafa será investigado inicialmente por un delito de agresión sexual con acceso carnal, con todo lo que ello implica, de hecho su amigo está investigado por agresión sexual sin acceso carnal, un matiz importante. Evidentemente, en el club han trasladado a la plantilla que silencio máximo al respecto de este tema, pero como es de esperar el ambiente dentro del equipo no ha sido festivo precisamente, más bien todo lo contrario. Santi Mina, que en 2017 pasó por una situación similar precisamente en el Valencia CF, no fue apartado del club en su día pese a que posteriormente sí ha salido culpable de abuso sexual, la diferencia es que a Mina no le pusieron medidas cautelares y a Rafa le han puesto cuatro.