Las tres teclas que puede tocar Xavi para mejorar al Barça

Los partidos se suceden y el Barça parece seguir viviendo en un estado de alarma permanente, agarrotado por unas dudas y un nerviosismo que le están impidiendo jugar al fútbol. Como mucho, sobreviven. Xavi, que lleva jornadas admitiendo los problemas de juego y hablando de un tema mental que tiene secuestrado a sus futbolistas, no está pudiendo encontrar un cierto equilibrio entre sus jugadores y sus ideas, como si ambos elementos se rechazasen en vez de entenderse.

Decía en una entrevista a Jot Down el técnico Oscar Cano, que la táctica son los futbolistas. Todo nace de sus interacciones y lo que los jugadores puedan generar relacionándose con sus compañeros, por lo que hablar de estructuras predeterminadas y movimientos mecánicos carece de sentido, porque el fútbol es un deporte incierto, complejo y cambiante. Pero Xavi, que parte desde una lógica posicional fundamentada en su aprendizaje como estandarte del mejor Barça de la historia, tiene muy claras unas pautas iniciales que, tras acabar la pasada temporada, pedían una actualización.

El cuadrado es la palabra que introdujo Xavi justo al aterrizar en Barcelona. De repente, era la figura geométrica que predominaba en cada rueda de prensa y el jugador, que venía de Koeman y unos traumas muy profundos, tuvo que habituarse a ello. Para Xavi es indispensable tener a dos jugadores a la espalda de los mediocentros rivales y en este inicio de temporada son muchísimos los nombres que han ocupado esa zona: Pedri, Gündogan, Gavi, Fermín, Joao Félix, Ferran Torres y Joao Cancelo.

Pero encontrarlos está siendo, cuanto menos, difícil. Uno de los problemas del Barça las últimas fechas es que, siendo muy rígido, no logra que los jugadores entren en calor, y las distancias tan largas restan confianza a jugadores que necesitan la pelota para recuperarla. Algo que podría ayudar a la hora de circular mejor es dotar de mayor flexibilidad esas zonas interiores. El poeta José Luis Montero dijo "que las cosas estén todas en su sitio es el mayor desorden que existe", y el Barça de Xavi a ratos peca de un excesivo orden.

En el mapa anterior se aprecia cómo el Barça sitúa a muchos jugadores en la zona central, pero la mayoría terminan jugando a la misma altura y lso cuadrados de los que habla Xavi no están ocupados. El Alavés, con un buen posicionamiento defensivo, expulsa a los interiores, obligándoles a recibir muy abajo o muy abiertos. ¿Cómo se puede lograr dotar de más movilidad al cuadrado?

Una de las posibles respuestas es sacrificando talento para meter más dinamismo. Ferran Torres tuvo un buen impacto en el segundo tiempo no porque generase más cosas con la pelota, sino porque su agresividad sin balón fue clave para hundir la línea defensiva del Alavés y encontrar más espacios en zonas centrales. Ferran es el único atacante de la primera plantilla que combina una buena lectura a la hora de atacar los espacios y capacidad para jugar de espaldas a la portería rival. Raphinha, que tiene lo primero, no posee lo segundo, y eso hace que tenga que vivir en situaciones más favorables.

El día del Clásico, Xavi decidió invertir en lo que le había funcionado anteriormente y regresó a una línea de tres centrales para tratar de combatir a Vinícius y la velocidad del Real Madrid en transición. Lo volvió a repetir ante la Real Sociedad y le dio continuidad, aunque cambiando la forma, ante el Alavés. Parece evidente que Xavi ha visto cómo el Balde + Cancelo como laterales con solo dos centrales, independientemente del rival, genera muchos problemas en transición defensiva, algo que el equipo estaba notando en los goles encajados y la cantidad de ocasiones que concedía.

Con Cancelo como extremo (Real Madrid y Real Sociedad) y centrocampista (Alavés), Xavi ha dado prioridad al portugués en su sistema, pero la pregunta es qué hará el egarense una vez De Jong se recupere de su lesión. ¿Cómo mantener a los tres centrales como Plan A y a la vez dar cabida a Balde y Cancelo? Encontrar una fórmula para el día a día ayudará al equipo a reconocerse y poder sumar confianza en sus acciones, y Xavi tendrá que decidir. Mientras Balde te aporta un recorrido superior a la hora de repetir esfuerzos, Cancelo te añade un mayor grado de dinamismo al poder caer en zonas interiores. Como todo, se trata de encontrar una forma de encajar tanta anarquía sin que el conjunto se resienta.

¿Qué sucede con Joao Félix? El portugués solo ha anotado un gol en Liga y sus números muestran que no está pudiendo estar en zonas decisivas ni es capaz de generarse ocasiones de cierta calidad. Sus últimos 14 disparos en Liga suman un total de 1,35 xG, lo que supone un 0,09 xG por disparo. Es decir, Joao Félix, que viene siendo el extremo o el integrante de la parte alta del cuadrado, no solo es que no sté marcando, sino que no está teniendo ocasiones claras. Esto abre un debate interesante, porque Joao Félix es un delantero que no tiene peso en el marcador, y un centrocampista al que le falta pulcritud para estar por delante del resto.

Además, el portugués suma 0,14 xA (asistencias esperadas) por cada 90 minutos, una cifra inferior a la que acumula Pedri, Ferran Torres o Lamine Yamal, y solo una décima más que Gündogan, que estando mucho más lejos del área es capaz de tener peso en el último pase. El Barça no está teniendo una buena circulación de balón y muchas veces sus problemas nacen de la poca fluidez que tiene cuando circulan el cuero. ¿Apostará Xavi por el Barça de los cuatro centrocampistas? Parece evidente que con todos sanos, es una opción que coge mucho peso al tratarse muy probablemente de los mejores jugadores de la plantilla.