BETIS

Se cumplió la "irresponsabilidad" que anunció Pellegrini y se abre una nueva etapa en el Betis

El club verdiblanco ejecuta la venta por encima de las objeciones de Manuel Pellegrini, que hasta ahora imponía su criterio.

Luiz Felipe, en un partido del Betis./EP
Luiz Felipe, en un partido del Betis. EP
Samuel Silva

Samuel Silva

El traspaso de Luiz Felipe al Al-Ittihad no sólo aliviará las arcas del Betis y sus dirigentes, que presentaron avales personales para cerrar el mercado de fichajes, sino que también inicia una etapa desconocida en el Betis, al menos desde la llegada de Manuel Pellegrini. Hasta el momento, la palabra del entrenador siempre había ido en consonancia con los actos de la entidad, una cuestión que ha saltado por los aires con esta millonaria venta a Arabia Saudí.

El entrenador chileno siempre se ha mostrado comprensivo con las necesidades de la entidad en materia económica. En más de una ocasión se ha escuchado su coletilla de "la realidad económica del club" o que se aceptaría un traspaso que solucionara buena parte de los problemas de dinero, como sería el caso con esta operación con Luiz Felipe. Pero el hecho de que la misma se haya producido tras el cierre del mercado añade unas connotaciones especiales, ya que su ausencia no podrá ser cubierta salvo con un defensa en paro, una cuestión peliaguda para un conjunto que disputa hasta 20 partidos hasta el mes de enero.

A esto se añade las palabras públicas de Pellegrini y su elección para lista de la Europa League. Si el sábado el técnico tildó de "irresponsabilidad" vender a Luiz Felipe con el mercado de fichajes ya cerrado, el lunes no sólo incluyó al italo-brasileño entre los elegidos sino que dejó fuera de los mismos a Chadi Riad, otro de los centrales fichados por Ramón Planes este verano para completar la zaga tras el traspaso de Édgar y la no continuidad de Víctor Ruiz, precisamente una de las alternativas que quedaría ahora en el mercado.

Este posicionamiento abrió un debate en la entidad, que finalmente se saldó con la idea inicial de los dirigentes. Todos entendían en el puesto de mando del Betis que no se podía dejar escapar una operación de este calibre, teniendo en cuenta las dificultades económicas que atraviesa la entidad y que se ha iniciado una ampliación de capital en la que se le pide un nuevo esfuerzo añadido a los accionistas. Ni las sentencias de Pellegrini o sus actos sirvieron para cambiar de idea de los dirigentes, una cuestión inédita desde la llegada del entrenador chileno a Heliópolis.

A la espera de acontecimientos, con los técnicos sondeando el mercado de jugadores en paro por si alguno convenciera para parchear las carencias numéricas en la defensa, el traspaso de Luiz Felipe es una de las operaciones de mayor rédito en la historia de la entidad -llegó con la carta de libertad y un año después dejará más de 20 millones de euros en las arcas-, pero también deja un vacío deportivo que obligará a un nuevo milagro de Pellegrini, ese entrenador al que siempre le ha funcionado su varita, al menos cuando ha sido el principal actor del Betis.