OPINIÓN

Simeone tenía razón: "Gil Manzano es un árbitro bárbaro"

Los jugadores del Atlético protestaron a Gil Manzano./AFP
Los jugadores del Atlético protestaron a Gil Manzano. AFP

Seis rojas en 31 partidos al Atleti, cuatro en 44 al Madrid; Simeone tenía razón: "Gil Manzano es un árbitro bárbaro y los jugadores le van a ayudar". En el diccionario Cholismo-Castellano / Castellano-Cholismo venía a decir todo lo contrario. Como la cara de Correa cuando le expulsaron como diciendo: "No he hecho nada". No, Ángel. Soltaste el codo a la altura del pecho, Rudiger interpretó un papelón digno de Goya y Gil Manzano estaba como loco por expulsar a un jugador visitante. Se le vio en la primera mitad, con cinco faltas y dos amarillas (Koke y Llorente más Molina en la segunda mitad). Y lo dicen las estadísticas de este colegiado, que ha pitado a lo largo de su trayectoria 14 penaltis a favor de los blancos y sólo cuatro para los rojiblancos.

Decía Simeone también que estaba más cómodo con el foco puesto en los árbitros y no en él. El técnico argentino igualó a Luis Aragonés como técnico con más partidos en la historia del Atlético (612). Ganar, ganar, ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar, decía el Zapatones. Con todo y contra todos. Ese es el espíritu rojiblanco de Simeone y Aragonés. Con uno menos, como en el partido de Copa con Soto Grado, el plan del Cholo parecía descomponerse. Salió sin un delantero centro puro, con Griezmann demasiado solo arriba, acompañado a ratos por Carrasco y Llorente, pero sin peligro de cara a la portería rival de Courtois.

En la segunda mitad, Simeone se cargó a Pablo Barrios para meter a Correa. Otra vez señalado al descanso, como sucedió en Almería y Vigo. Correa, sin ser un nueve puro, estaba encontrando espacios y combinaciones con Griezmann. El Atleti se estaba poniendo el traje de equipo grande y empezaba a dominar en el Bernabéu. Era el plan que deseaba el Cholo. No marcar demasiado pronto. No. Porque el Madrid siempre remonta. O casi siempre.

Esta vez un cabezazo de Giménez, al estilo Ramos, puso el partido donde quería Simeone, aun con un jugador menos. Pero el Bernabéu, siempre es el Bernabéu. Este punto le sirve, al menos, para mantener dos puntos de ventaja con el Betis, que ocupa la quinta plaza, y darle la oportunidad al Barça de ponerse a 10 puntos del equipo de Ancelotti. A fin de cuentas, el Cholo se hizo un autohomenaje en el encuentro que igualó a Aragonés: molestar al Madrid. Eso sí que es bárbaro...