OPINIÓN

Yo sigo creyendo en Hazard

Hazard, en un partido con el Madrid./EFE
Hazard, en un partido con el Madrid. EFE

Hazard dice que se ha retirado pero da igual. No os lo creáis del todo. Ha dicho adiós por Instagram. Por Instagram hay muchas veces que no se dice la verdad. Hazard puede arrepentirse, echarse atrás, dar su último giro. Volver a llevar la pelota pegada a sus botas, salir de la banda al centro como un cohete, regresar por todo lo alto, salvar su deuda en Madrid. Si no es este año podría ser al siguiente.

Hace un año el belga tuvo su último amago en una noche de Champions. Benzema cayó lesionado en Glasgow y apareció Hazard. Apareció Hazard. Para marcar un gol y regalar una asistencia que fueron mucho más: todo un recuerdo y una postal, del futbolista que nos hizo del Chelsea.

"El año que viene voy a darlo todo por vosotros", dijo mientras el Madrid celebraba su última Champions en Cibeles. La afición pasó de festejar la Copa de Europa a celebrar también la resurrección de su prometido crack. Eden ayudó a distinguir entre los optimistas y los optimistas de verdad: los que cada año siguen soñando con el renacer de Hazard.

Fue un tipo muy querido en el vestuario, y una operación ruinosa en los despachos. Los futbolistas del Madrid recuerdan con una sonrisa cuando le intentó dar un sorbo de champán al hijo de Toni Kroos, tras una victoria más en Champions. Hazard no pudo demostrar su talento sobre el campo, mitad víctima, mitad culpable.

"¿Lesionas a Hazard y me dices que encantado?", es lo que Florentino Pérez le respondió a Meunier cuando se cruzaron después del Real Madrid - PSG del año 2019. Cuando el carrilero del cuadro parisino averió para siempre el tobillo del futbolista blanco. Florentino lo vio antes que nadie.

Hazard también fue protagonista de varios momentos de nuestras vidas. Su brillante partido contra el PSG, en el que sufrió la lesión, coincidió con la mejor noche de mi Erasmus. Otro de sus problemas físicos, tres años más tarde, fue la primera vez que mi jefe me felicitó por dar una noticia.

Los 32 años son una edad ideal para aparcar el fútbol, dedicarse a la buena vida, pasar del dinero de Arabia y Catar, salir con tus colegas, viajar con tu familia, decir que tú ganaste todos esos títulos. Hay jugadores tan necesarios como Hazard, más recordados por lo que pudieron ser, que por lo que serán. Yo sigo creyendo en él. Como el que sueña con su ex mientras le da el sí a su nuevo marido en el altar. Que vuelva. Que gane su Champions con el Madrid, y que se abrace a Zidane.