El día en el que el Sevilla acarició una permanencia desde la grada... y Las Palmas rozó el infierno
El Sánchez-Pizjuán alentó a los suyos hacia una victoria que deja a punto de caramelo la permanencia. Los canarios lo intentaron, literalmente, hasta la última jugada.
Noche de tensión. De fútbol. De permanencia. De descenso. De infarto. Noche de LaLiga en Nervión. El Sevilla, con la vida en juego, recibió a Las Palmas, también con la vida en juego. El destino quiso que el Sánchez-Pizjuán acogiera una final a falta de tres jornadas. Casi impensable para aquellos que recuerden aún la final en Budapest hace menos de dos años. Pero tan real como doloroso.
La pelota echó a rodar y el Sevilla contó con el jugador número doce desde el minuto uno. Incluso en el calentamiento. La afición nervionense volvió a rugir como en las grandes noches, aunque no lo fuese. Sólo por su equipo. Pero el césped demostró lo que hay hoy en día. Los de Joaquín Caparrós volvieron a firmar una primera mitad de no-fútbol, donde el único peligro salió de las botas de Juanlu Sánchez. De lateral con recorrido, muchísimo mejor.
Pero Las Palmas también salió jugándose la vida. Y lo demostraron. Con más llegadas que un Sevilla de más a menos, al que sólo sostenía su grada, que también se fue cansando y mostró su desacuerdo con pitos. Los de Diego Martínez crecieron con el paso de los minutos. Moleiro y Campaña se adueñaron de un centro del campo que mató a los locales, siempre mal estructurados, y únicamente las intentonas de Suso daban algo de alas a los suyos. Pero todo terminó sin grandes ocasiones... y bajo un manto de mosqueo general en Nervión. Otro tiempo a la basura.
Aunque a la vuelta... a la vuelta, todo cambió. O al menos algo. Siete minutos tardó el Sánchez-Pizjuán en reventar de alegría. Por fin. Con Lukebakio en la derecha y Suso por el medio, el Sevilla mejoró, y bastó la varita del gaditano para marcar el camino. El '10' sevillista, en su antepenúltimo partido con este escudo, sacó un centro que olía a fútbol de antaño en Nervión y le dio el primer toque a un efecto mariposa que acabó poniendo el balón en la cabeza de Álvaro García Pascual. El malagueño... no falló. 1-0. La casa del sevillismo estalló como en las grandes noches. Primera piedra colocada.
Pero no estaba todo dicho. Le quedaba camino al Sevilla para amarrar virtualmente la permanencia. Y Las Palmas no lo iba a poner fácil. Los canarios compitieron con honor y se negaron a entregar la cuchara. Aunque las piernas pesaban y los minutos pasaban. Con una pitada muy destacable del Sánchez-Pizjuán a Saúl, comenzaron los minutos de la máxima tensión. El ilicitano salió, hizo una falta a destiempo y vio la tarjeta en menos de sesenta segundos. Y a las dos jugadas, los de Diego Martínez empataron... pero acabó anulado por una falta a Nyland de Marc. La polémica ya estaba echada.
Las Palmas, con un cabreo morrocotudo, continuó 'dando guerra'. Se hicieron amos y señores de la posesión, ante un Sevilla únicamente con fuerzas para defenderse. Los once en la frontal del área. Con más tensión que peligro real. Pero con un temor tremendo. Los últimos minutos se vivieron al borde. Al borde de todo. Los canarios atacaban. Los nervionenses defendían y salían a la contra en busca de oxígeno. Pero se quedaban en el intento.
Minuto 90. Falta para Las Palmas. Todos arriba. Mala ejecución. Contra. Antonetti solo, con Lukebakio al lado. Decide tirar. A las manos de Horkas. Y el Sevilla se quedó sin 'evitar' la prórroga: diez minutos de descuento. Más tensión. Más locura en los dos banquillos. La vida en juego. Tangana. Mata, Gudelj y Mcburnie amonestado. Fútbol. Sigan. No miento cuando digo que la tensión se podía cortar con un cuchillo. Un final de infarto. Los nervionenses perdían tiempo. Los canarios se desesperaban.
Última jugada. Saque de banda convertido en un córner para Las Palmas... la despeja la defensa del Sevilla. Le cae a Sandro y el disparo se le va a las nubes. Tiempo cumplido... pero Martínez Munuera añade más. Falta a la frontal. De nuevo Sandro... y de nuevo arriba. Explota Nervión. Sabe que la tiene. La permanencia la tiene... y final. Fuera estrés. Y '¡Directiva, dimisión!' en todas las bocas del Sánchez-Pizjuán para terminar. Cumplió Nervión. Cumplió Caparrós. 1-0 y tres puntos. Fin.
Ficha técnica
- Sevilla FC: Nyland; Juanlu, Badé, Kike Salas (Ramón Martínez), Carmona; Suso, Agoumé, Sow (Saúl), Lokonga (Gudelj), Lukebakio; García Pascual (Antonetti).
- UD Las Palmas: Horkas; Viti (Marvin), Suárez (Javi Muñoz), Mármol, Herzog; Sandro, Campaña (Fuster), Bajcetic, Moleiro (Mata); Januzaj (Marc), Mcburnie.
- Goles: 1-0 (García Pascual, 52').
- Árbitro: Martínez Munuera. (VAR: Cordero Vega). Amonestó con amarilla a: Agoumé, Mármol, Suso, Juanlu, Saúl, Javi Muñoz, Campaña, Marc, Mata, Gudelj, Mcburnie, Badé.