ANDORRA

Sarabia se despide del Andorra de Piqué sin reproches, pero con una lección aprendida: "Nos subimos a la parra demasiado pronto"

El técnico, al que calificaron como "el mejor de la historia del club", asume la destitución en el "último cartucho" para mantenerse.

Eder Sarabia, en el Estadio Nacional de Andorra, en su despedida. /FC ANDORRA
Eder Sarabia, en el Estadio Nacional de Andorra, en su despedida. FC ANDORRA
Alberto Martínez

Alberto Martínez

La despedida de Eder Sarabia del Andorra no fue seguramente la soñada. El considerado "mejor técnico de la historia del club", autor del ascenso de la propiedad de Gerard Piqué de Segunda B a Segunda A con el paso por la recién creada Primera RFEF, debía realizar su conferencia de prensa a las 9:30 desde el Estadi Municipal de Andorra, pero el accidente de un camión que cortó la vía principal lo metió en un callejón sin salida. Hasta las 12:50 no pudo asomar por la sala de prensa.

El técnico, visiblemente emocionado al comienzo de su exposición, se va sin reproches de la entidad que le dio la oportunidad de dirigir después de sus años ligado como ayudante de Quique Setién. "Son los tres años más maravillosos de mi vida. Conocí a mi mujer (Mónica), tengo una hija (Mikaela). Fui tremendamente feliz. Tengo un agradecimiento desde que me llamó Gerard Piqué. Vi que era mi sitio. Sabía que podía desarrollar lo que tengo aquí", comentó el ya extécnico, quien reconoce que podría ir incluso a ver el partido del sábado ya que su vida ahora mismo está en Andorra, que en breve le entregaban en nuevo piso y que estaba en vías de conseguir la nacionalidad.

A la hora de analizar los motivos del bajón del equipo y de su destitución, Sarabia su puso en la piel del club y lo entendió ya que "es el último cartucho", aunque también lanzó un aviso sobre "la gestión de las expectativas. Todo fue muy rápido. Dos ascensos, acabamos séptimos el año pasado, jugamos bien, hablan bien de nosotros y quizás nos subimos a la parra demasiado pronto. Es el aprendizaje que me llevo". El propio director deportivo, Nogués, habló de la sella de identidad que dejó Sarabia: "Hablaban de nosotros en Holanda o Italia". "Pusimos el país en boca de todos", recalcó el propio ya extécnico.

Dos ascensos y un sello de identidad: «Fuimos especiales»

Eder Sarabia llegó al Andorra a mitad de la temporada 2020-21, cuando apenas quedaban 15 partidos para el final, en Segunda B. Y logró que la entidad ascendiera a Primera RFEF, estrenada el curso siguiente. Una campaña inolvidable, que culminó con el histórico ascenso a la división de plata. Tras un primer curso tranquilo, donde incluso los andorranos coquetearon con el playoff en algunos tramos del curso, todo fue en caída libre este curso ("quizás al inicio nos costó después de tanto cambio de jugadores", achacó), y después de 33 encuentros el equipo se situó colista a falta de las determinantes diez jornadas a cuatro puntos de la salvación.

Sarabia no era solo un entrenador, era un concepto. Un Andorra que se había convertido en el conjunto con más posesión de la categoría (65%), con una seña de identidad muy modelo Barça, pero que la falta de contundencia en las áreas había precipitado al pozo a la entidad de Gerard Piqué. "No es solo a nivel ascensos o victorias, es una manera de hacer las cosas. El fútbol que siento, que me gusta como aficionado y que he podido desarrollar aquí. Seremos recordados como un equipo que hacía las cosas especiales", valoró, mientras que el director deportivo recalcó que "la decisión fue dura, pero hay que separar las amistades".

Nogués no quiso hablar del nuevo entrenador, que todo hace indicar que será Ferran Costa, del Badalona Futur, cuyas negociaciones se llevan desarrollando desde el lunes y que está cerca de alcanzar un acuerdo. "Hoy se debería dar", dicen fuentes cercanas a la operación. Sobre Piqué, Sarabia comentó que "seguiré con la amistad y hemos quedado en unas dos semanas para tomar un café y hablar de todo".