La revancha de Abeledo: canterano bético, vivió momentos con Neymar, Messi y Luis Suárez y hoy amenaza al Sevilla
El onubense, que se formó en el Betis y pasó por el Barça, afronta un particular derbi personal.
Para Ignacio de Loyola Abeledo Rute (Huelva, 5 de enero de 1996) el partido de esta tarde ante el Sevilla no será un partido más. No sólo porque durante muchos años su estancia en la cantera del Betis le inclinó hacer suya esa rivalidad eterna entre los dos equipos de la ciudad andaluza, sino que para él, estas noche especiales son los escenarios perfectos para dar su mejor versión.
Abeledo, como se le conoce popularmente en el mundo del fútbol, llegó a la cantera del Betis en benjamines, con tan sólo 9 años. Toda una vida. Algunos años después pasaba al cadete B entrenado por aquel entonces por el exjugador verdiblanco Gabino Rodríguez. "Ignacio era un futbolista espectacular: fino, con una estatura inmejorable para aquella edad y con una gran definición", recuerda. "No sé muy bien qué pasó luego, pero por condiciones y talento, estaba convencido de que acabaría asentándose en el primer equipo", añade.
Internacional en las categorías inferiores de la selección española, Abeledo fue subiendo escalones hasta debutar en el Betis en Copa del Rey con 18 años. En una etapa difícil para el conjunto verdiblanco, Juan Carlos Garrido, el entrenador por aquella época, le dio la oportunidad. "Vi en él un jugador de calidad, un chico joven. A esas edades pueden pasar muchas cosas. Tenía muchas condiciones. Jugaba en el centro del campo y por la juventud y la ilusión que le podía poner en aquel momento, nos faltaban jugadores de sus características. No tenía todo el recorrido necesario de ida y vuelta, llegar a un área y regresar, pero era algo propio de su edad", cuenta el exentrenador del Betis. Aquella fecha, el 8 de enero de 2014 sigue grabada a fuego en la memoria del onubense: "Fue algo que llevaba muchos años soñando. Estuve un poco nervioso hasta que salté al terreno de juego y me tranquilicé. Soy bético y ese momento nunca lo olvidaré".
Una época convulsa que lo llevó a Barcelona
Dos años después se produjo su salida. Era una época complicada para el Betis, con muchos cambios internos y que acabó provocando su marcha. "Cuando fue llegando el final de mi contrato hablamos con el club. Nunca fue un problema económico como se ha dicho. Sólo quería hacer vida de primer equipo y si tenía que jugar con el filial, pues lo hubiera hecho. Al final llegó la oferta del Barcelona. Aún así, intentamos apretar pero no fue posible y me fui al Barça", recuerda el propio jugador.
Barcelona fue otro mundo para él. Instalaciones de primer nivel, buen contrato y todo tipo de facilidades. "Te sientes un futbolista profesional a pesar de jugar en el filial. Entrenar con el primer equipo, poder compartir momentos con Neymar, Messi o Luis Suárez es algo que no se puede explicar", relata a Relevo. "Nada de eso me hizo desviarme de mi camino. Sí es cierto que con lo que me costó ganarme mi sitio, una lesión cambió todo. Ahí reconozco que dejé de cuidarme como siempre y eso unido a la falta de confianza, hicieron que no saliera bien", explica.
Una etapa con muchos cambios
Abeledo puso rumbo a Málaga para incorporarse al filial. Este cambio lo encajó bien y no le dejó la sensación de que supusiera un paso atrás definitivo en su carrera: "Nunca he pensado eso. Sé que la he liado, no todo la culpa es de la gente que ha trabajado conmigo, pero iba a un club cuyo primer equipo estaba en Primera División y era una buena oportunidad para mí. Viví un año espectacular y con el descenso del Málaga decidimos apostar por mi salida al Nástic".
En Tarragona contaba con la confianza de José Antonio Gordillo. El entrenador sevillano era conocedor de la inmensa calidad de Abeledo, pero su destitución cambió su situación drásticamente. El nuevo técnico dejó de jugar con hombres de banda e Ignacio volvió a cambiar de aires para recuperar sensaciones en el Fabril. "Lo jugué todo. Volví a recuperar mi mejor versión aunque fue imposible sacar al equipo del descenso", apunta.
A su regreso al Nástic la falta de minutos lo obligó a tomar una decisión drástica: rescindir su contrato sin la posibilidad de jugar en un club de la misma categoría. Volvió a su casa, con los suyos y apareció la oferta del San Roque. "En principio me marché a Lepe para estar activo seis meses. Disfruté tanto que quise ser agradecido y a pesar de tener ofertas continué allí", señala.
Este año le llegó la propuesta del Linares. Alberto Gónzalez, su entrenador, también coincidió con él en su etapa en el Betis. Ilusionado, vive con responsabilidad una cita histórica. "Siendo sinceros, el Sevilla es el Sevilla, pero en la situación rara que viven, nos da algunas opciones de conseguir pasar la eliminatoria", dice. Hoy Abeledo sabe que su equipo volverá a tener el foco mediático apuntando sobre ellos. Sigue soñando con que, a sus 26 años, su trabajo pueda verse recompensado alcanzando otra vez cotas importantes.