Cánticos de la afición del Atlético a Vinicius: "¡Es diferente!"
No hubo ningún tipo de incidentes en una previa alejada de la tensión de los últimos tiempos. Vinicius y Courtois volvieron a ser los más pitados.
Se esperaba un ambiente caliente antes del derbi del Metropolitano. Los últimos antecedentes invitaban al pesimismo: gritos racistas y otros insultos que no debían repetirse. La respuesta de la afición atlética y de los pocos aficionados del Real Madrid que se acercaron al estadio fue de guante blanco, animando sin incidentes graves y con una llegada, la del autobús de los locales, de la que se hablará toda la semana.
Como si fuera un partido de Champions League, el Atlético de Madrid llegó al Metropolitano aupado por miles de aficionados. La policía tenía problemas para contener a tanta gente y los hinchas golpearon el autobús del equipo a su paso para arengar a los suyos. El equipo de Simeone ya sabía la alineación antes de salir del hotel de concentración en Mirasierra y ya estaba mentalmente preparado para un encuentro que puede ser clave tras la derrota del Barcelona.
La peor parte se la llevó la placa de Courtois. El Atleti concede una a todos aquellos futbolistas que superan los 100 partidos en el club y el guardameta tiene la suya. Sin embargo, como suele ser habitual en los derbis, su fichaje por el eterno rival convirtió su homenaje en un punto donde los aficionados tiran basura, colillas y escupen. En esta ocasión se repitió la escena. Después, le llegó el turno a Vinicius. El brasileño volvió a ser uno de los destinatarios de la animadversión rival. Fue uno de los más pitados cuando fue anunciado por megafonía. Antes, parte de la afición atlética congregada en el exterior del estadio entonó un cántico: "¡Vinicius es diferente, es diferente!".
El ambiente previo, afortunadamente, tuvo poco que ver con la tensión de los últimos tiempos. Se pudieron ver camisetas del Real Madrid por los alrededores antes del partido. Familias y amigos paseaban sin problemas, más allá de alguna broma que en ningún caso generó una bronca. Los ojos del mundo miraban al feudo rojiblanco y la gente respondió. No hubo que lamentar incidentes graves más allá de los típicos cánticos contra la entidad de Chamartín por parte de los aficionados más radicales.
Ya dentro del campo, los seguidores locales se cebaron con Vinicius y Courtois. Los decibelios subieron cuando la megafonía cantó su nombre durante las alineaciones, demostración de que ninguno de los dos es bien recibido. Lo mismo sucedía cada vez que tocaban la pelota. Por suerte para ellos, contaban con un reducido grupo de fans madridistas que los vitorearon durante todo el partido.