La Real Sociedad vuelve a sonreír en casa en el estreno goleador de Arsen Zakharyan
El delantero ruso certifica la victoria del conjunto blanquiazul en el Reale Arena frente a un Cádiz que no bajó los brazos hasta el 2-0.

La Real Sociedad vuelve a sonreír en casa. Le ha costado, pero por fin lo hace. No a mandíbula batiente, pero sí esgrimiendo una amplia sonrisa, porque jugar en casa se había convertido en un auténtico martirio. Los datos así lo reflejaban. Más de tres meses llevaba el conjunto blanquiazul sin saborear las mieles del triunfo en el Reale. Habría que echar la vista muy atrás en el tiempo para ver a la Real ganar un partido ante sus aficionados. Fue con el Sevilla como rival. Desde entonces, cinco empates y tres derrotas, escaso bagaje que aspira a logros importantes.
Pese a esa mala racha, por lo menos en LaLiga, la Real ha sabido mantenerse en los puestos nobles de la clasificación. Y eso es digno de mención y de elogio. Con todo lo que ha llovido, el equipo de Imanol no se ha dejado llevar, que hubiera sido lo más fácil después del varapalo que supuso quedarse fuera de la final de la Copa del Rey. Todo lo contrario y hoy es el día en el que sigue siendo un serio aspirante a estar la temporada que viene otra vez en Europa. Las dos últimas victorias encadenadas de manera consecutiva han sido el mejor reconstituyente para una plantilla que sigue dispuesta a dar muchas alegrías a sus incondicionales.
Sonríe gracias a un Mikel Merino que ayer ofreció una versión mejorada a la que venía ofreciendo de un tiempo a esta parte. El futbolista termina contrato en el verano de 2025 y su continuidad, ni mucho menos, está asegurada. La intención del club es clara, que el navarro prolongue su vinculación con la entidad blanquiazul. En estas está, pero, de momento, el centrocampista se sigue haciendo querer. Novias no le van a faltar. Merino, que cumplirá 28 años el próximo mes de junio, es consciente que el que firme puede ser su último gran contrato. Y no se quiere equivocar. Así las cosas habrá que seguir esperando hasta conocer la decisión del '8'. Frente al Cádiz se aprovechó de una genialidad de otro Mikel, pero de apellido Oyarzabal, para abrir la lata. El capitán, unos instantes antes, se había topado con Ledesma. Balón a córner. Kubo fue el más listo. Sacó rápido, con la defensa gaditana descolocada. El balón le llegó a Oyarzabal que, de tacón, cedió a Merino para que éste, con la derecha, pusiera el 1-0 en el electrónico. El Reale Arena respiraba tranquilo.
La Real tuvo oportunidades muy claras para haber sentenciado por lo menos en los primeros 45 minutos. La más nítida la tuvo el '10', pero esperó demasiado y Víctor Chust acudió al rescate de su equipo para evitar el que hubiera sido el 1-0. Un pase atrás de Alcaraz puso en bandeja el gol a Mikel Oyarzabal, pero éste no supo definir, como tampoco lo supo hacer Sheraldo Becker en la primera ocasión clara del partido. Un magnífico pase en profundidad de Oyarzabal llegó al futbolista más rápido sobre el terreno de juego, pero la definición del internacional por Surinam resultó del todo errónea.
La presencia de Becker fue una de las novedades que introdujo Imanol Alguacil en el equipo respecto al encuentro frente al Granada y que terminó con victoria de la Real. Un triunfo que entre otras muchas cosas sirvió para que los delanteros de la Real se reencontraran con el gol. Pues bien, frente al Cádiz ni Sadiq Umar ni André Silva salieron de inicio. Tampoco lo hizo Beñat Turrientes, el mejor de largo en el verde de Los Cármenes. Tampoco eso le valió para ganarse la continuidad en el 'once'. Alguacil volvió a apostar por el tridente de lujo para el centro del campo y ahí el de Beasain lo tiene más que difícil. La presencia de un desconocido Take Kubo fue la otra novedad que introdujo de inicio Alguacil. El propio entrenador de la Real reconoció en la rueda de prensa previa al duelo que el internacional japonés se había perdido muchos entrenamientos por sus problemas de espalda. Kubo está jugando mermado y se le nota.
Transcurridos 66 minutos, el técnico blanquiazul decidió que era el momento de que saliera del campo. Un minuto después llego uno de los momentos más emotivos de la noche en el Reale Arena. Zakharyan, su sustituto, marcó el primer gol con la zamarra txuri urdin dejando visto para sentencia un partido en el que el Cádiz no se dio por vencido en ningún momento guiado por un espectacular Robert Navarro. Joseba Zaldua, en una entrevista concedida a Relevo, se deshizo en elogios hacia el futbolista que, sobre el verde, demostró que es, de largo, el mejor jugador dentro del conjunto gaditano. De hecho, el Reale Arena le despidió con una sonora ovación. Se ha ganado por méritos propios el derecho a volver a Donostia este verano, pero será Imanol Alguacil el que tenga la última palabra.
El tanto de la sentencia, además de a Zakharyan, tuvo a otro protagonista en la figura de Mikel Oyarzabal que, de espuela, como sucediera en el 1-0, puso un caramelo para que futbolista ruso, que no desperdició el regalo. Celebración por todo lo alto. La ocasión lo merecía. A partir de ahí, la Real se gustó guiado de un Brais que también mejoró su imagen respecto a pasadas actuaciones. Traoré a punto estuvo de meter el gol de la noche, pero lo impidió Ledesma, salvador de los suyos de un resultado más abultado. La Real necesitaba como el comer una noche como la de hoy ante su gente.
Ficha del partido
Real Sociedad: Remiro, Traoré, Zubeldia, Le Normand, Javi Galán (Tierney, min. 46), Zubimendi (Turrientes, min. 74), Brais, Merino, Oyarzabal (André Silva, min. 74), Kubo (Zakharyan, min. 66) y Becker (Magunazelaia, min. 84)
Cádiz: Ledesma, Carcelén, Ousou, Víctor, Javi (Pirés, min. 82), Alcaraz, Kouamé, Sobrino (Brian, min. 86), Robert Navarro (Machís, min 82) , Juanmi (Guardiola, min. 86), Gómez (Chris Ramos, min. 33)
Goles: 1-0: Merino (min. 28); 2-0: Zakharyan (min. 67)
Arbitro: César Soto Grado. Amarillas para Javi Galán (min. 44), Zubimendi (min. 45), Chris Ramos (min, 70), Le Normand (min. 70)
Estadio: 31.000 espectadores en el Reale Arena