El Real Madrid pierde la cabeza por la defensa
Los de Ancelotti han encajado gol en las siete primeras jornadas, algo que no ocurría desde la 99-00, con Toshack de técnico.

El Real Madrid tiene un punto evidente a mejorar después de este inicio de Liga: necesita echar el cerrojo atrás, algo que se le resiste hasta el momento. El equipo blanco ha encajado gol en cada uno de sus primeros siete partidos ligueros (concretamente uno por encuentro). Es la primera vez que recibe al menos una diana por duelo desde la 1999-2000, con John Benjamin Toshack (once en los primeros siete enfrentamientos). Un aspecto negativo que le ha llevado a ceder el liderato en favor del Barcelona.
Con el centro de la defensa de los días importantes muy definido (Militao-Alaba), de momento Ancelotti ha rotado bastante: cuatro parejas de centrales distintas en siete partidos. La más utilizada ha sido la del doblete del curso pasado (Militao y Alaba han salido de inicio en tres encuentros), seguida por los dos partidos disputados por la dupla formada por Rudiger y Alaba. Después, con un partido cada pareja, Carletto ha usado a Rudiger con Nacho y a Militao junto a Rudiger. En todos los casos, el resultado fue idéntico: un gol encajado.
Esta fragilidad atrás preocupa más por las sensaciones (los rivales crean ocasiones con poco esfuerzo) que por las estadísticas, ya que si se compara con el curso pasado el equipo ha encajado un tanto menos a estas alturas de competición doméstica (ocho frente a siete). En la 2021-22, el Madrid de Ancelotti se convirtió en el segundo equipo de LaLiga más fiable atrás (31 tantos recibidos). Sólo el Sevilla (30) mejoró estos datos.
Fiabilidad en la 2021-22
En total, la campaña pasada los madridistas dejaron la portería a cero en 16 encuentros ligueros (todos con Courtois como portero). De ellos, en once partidos (el 68,75% del total) la pareja utilizada fue la formada por Militao y Alaba, que respondieron con creces ante el reto de suplir a Varane y Ramos, quienes abandonaron el club en el verano de 2021. Después, reparto de porterías a cero: dos veces lo consiguieron Nacho-Militao y con una quedaron Nacho-Alaba, Vallejo-Casemiro y Nacho-Vallejo.
La llegada de Rudiger multiplica las opciones de Ancelotti y, de momento, esa amplitud de posibilidades no se ha traducido en consistencia defensiva. Una de las razones es que el defensa alemán aún no está al 100% cómodo, algo que se entiende como normal en un futbolista que llega a un fútbol nuevo y con un sistema distinto (en el Chelsea jugaba en una línea de tres centrales). En el cuerpo técnico del Madrid, por el momento, mantienen la calma: el camino lo conocen y los futbolistas son los mismos que el año pasado llevaron al equipo hasta la victoria en Liga y Champions.