REAL MADRID - OSASUNA

El Real Madrid arropa a Mbappé en su peor momento con un 'anuncio' novedoso por megafonía

El club presentó al francés en las alineaciones en última posición, el lugar reservado para la estrella. Hasta hoy, siempre había sido para Vinicius o el capitán Modric.

Mbappé aplaude al público del Bernabéu antes del partido ante Osasuna. /REUTERS
Mbappé aplaude al público del Bernabéu antes del partido ante Osasuna. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

En un club de la dimensión del Real Madrid, donde casi todo se mide al dedillo y se deja poco a la improvisación, cada detalle cuenta. Por eso, y en un momento de máxima dificultad para el equipo y para Mbappé, a muchos de los alrededor de 70.000 aficionados presentes en el Bernabéu para asistir al partido ante Osasuna les sorprendió un cambio en la megafonía que afectó directamente a Kylian: el club presentó al francés en las alineaciones en última posición, el lugar reservado para la estrella y que deja tras su enunciación un par de segundos en el aire para que el público vitoree al crack de turno.

La afición, a pesar de que el francés no termine de arrancar, respondió con aplausos y la esperanza de que el '9' destape el tarro de las esencias a partir de este sábado. El movimiento tiene su significado: hasta ahora, el Madrid siempre había reservado esa posición cuando el speaker pronuncia el once titular para el capitán Modric o para Vinicius, al que Carletto considera hoy su referente futbolístico y al que la entidad también ha tratado de enviarle guiños para que el fichaje de Mbappé no le hiciese sentirse de menos.

El gesto del club con el astro de Bondy llega en medio de las turbulencias que rodean a su rendimiento y con varios frentes extradeportivos abiertos. Sus cifras no desentonan (ocho goles y dos asistencias), pero encadena errores ante la portería contraria (es el gran '9' de Europa que menos acierta), naufragó en los varapalos ante Barcelona y Milan y no cumple la petición de su entrenador y sus compañeros de remangarse en defensa y en la presión.

Relevo ya informó de que Ancelotti ha detectado varios problemas para no dar todavía con la tecla y que, entre sus planes, está intentar que Mbappé sea Jordan en tareas defensivas, como le exigió en su día Luis Enrique, y no Romario. Para una mayoría del vestuario, la falta de intensidad, implicación y solidaridad del delantero para recuperar el balón y tapar huecos es la clave para que el equipo se descosa y conceda tanto a los rivales. Hay datos que lo corroboran: sólo corrió ocho kilómetros ante el Barça cuando hay profesionales que llegan a los 12 o 13 en un partido.

Además, ahora le llueven las críticas en Francia por su segunda ausencia consecutiva con la selección. En octubre causó baja de forma voluntaria para terminar de recuperarse de sus problemas físicos y en esta ventana de noviembre, sin que Deschamps lo explicase y diese rienda suelta a la especulación, el técnico tampoco le ha citado. Desde que ascendió a la capitanía de Les Bleus por la retirada de Griezmann, todavía no se ha enfundado la camiseta del equipo nacional.

Su guerra en los juzgados con el PSG, peleando a brazo partido con el músculo catarí para percibir lo que restaba de su contrato, y el 'Caso Estocolmo', desvelado por la prensa de Suecia, que asegura que el atacante está siendo investigado por una presunta violación en el país nórdico, aunque la realidad es que el sumario es secreto y en ningún momento ha habido confirmación de nombres ni hechos, han colaborado a borrarle la sonrisa. En mitad de la tormenta, el Madrid le arropa y le da un cariño que necesita más que nunca.