Quique reparte para todos: elogios a Véliz e Isaac, pique a Mir y humildad al colectivo
El técnico sevillista admite el cambio de ambiente en el equipo y el entorno tras las dos victorias. "Nos queda un trecho grande todavía", advierte.
Dos victorias seguidas han traído cierta calma al Sevilla. Se nota en el ambiente que se respira alrededor del equipo y también en el discurso de Quique Sánchez Flores. Menos tenso y con apuntes más positivos aparece el técnico sevillista, que ha repartido mensajes para todos, desde Alejo Véliz a Isaac pasando por Rafa Mir, y también ha lanzado una advertencia para que nadie caiga en la relajación. "Nos queda un trecho grande todavía para hacer otro tipo de cálculos", señaló Quique, que vivirá un encuentro especial con su regreso a Valencia.
El nombre propio que ha revitalizado al Sevilla es Isaac Romero. Así lo ve también el preparador madrileño, que, además, no cree que necesite bajar de la nube al delantero. "No quiero cambiar nada de lo que está pasando, todo ha surgido de forma natural, todo viene de su parte. Nosotros sólo hemos abierto una puerta que no queremos cerrar. Está bien donde está, hay que contarle pocas cosas, los chicos que vuelen libremente, que hagan las cosas como la tiene que hacer. La clave es dejarlo ser como es, se muestra con sus virtudes, que las querría cualquiera para la vida. Lo veo capaz de aislarse para que la crítica tan positiva no le apabulle y no lo aparte del camino. No creo que tenga que hablar con él, por su forma de ser lo ha entendido", comentó el técnico sobre ese Isaac del que aseguró que ha marcado el camino al resto.
La comparecencia de Quique ha ido de delanteros. De Isaac a Alejo Véliz, otro joven que ha llegado al Sevilla con ganas de reivindicarse y que en apenas una semana de trabajo se ha ganado al entrenador. "Ha completado una semana extraordinaria con el grupo, tiene ganas, hambre, ilusión... Hace lo que le pedimos. Es un chico que va a volver a marcar un camino claro de lo que necesita el equipo", explicó el técnico sobre el argentino, quizá en contraposición a Rafa Mir, al que ha lanzado un mensaje distinto. "Los motivos por los que no fue convocado no los voy exponer, pero lo considero un jugar más de la plantilla y le exijo como uno más. Si revierte su situación y presenta esos grados de rebeldía que quiero para los jugadores que no les ha ido bien le abriremos la puerta. Está en una batalla psicológica, haciéndose preguntas pero seguro que las respuesta lo llevan a ser más competitivo. Hay que darle duro, que el entrenador lo vea, y ganarse ese espacio que por trayectoria merece. Que sea ese Mir que aquí en Sevilla tuvo buenos tiempos", marcó como desafío para el cartagenero, que también se reencontrará con Mestalla.
Mensaje al equipo
Dentro de ese positivismo, Quique también ha querido mirar de frente a la realidad. Aunque las dos victorias seguidas han aliviado la delicada situación del Sevilla, el técnico no quiere pasos atrás. "Estamos en el estado natural de chicos jóvenes que hacen una profesión que les gusta, vocacional y que genera entusiasmo. Por fin encontramos semanas en las que trabajamos con esa atmósfera. El entorno se transformar y nos empuja a no decaer. En ese ambiente de optimismo hay que mantener la humildad para mejorar y ser un equipo del nivel que merece el club", indicó el técnico, que profundizó en cómo ve el presente del equipo: "No doy por cerrado nada, aunque me alegro que haya cambiado la sintonía entre afición y equipo, conectar era fundamental. Me pongo en el lado de la ilusión, pero soy consciente de la dureza que va a tener aún la temporada. Hay que tener los pies en el suelo. La humildad es fundamental y en los momentos buenos, mucho más. Queda un trecho grande todavía para hacer otro tipo de cálculos".
El regreso a Valencia
No será un partido más para Quique medirse al Valencia en Mestalla, la que fue su casa tanto como jugador como más tarde como entrenador. "Revancha, no, sino agradecido al valencianismo. Llegué con 19 años y me fui con 29; volví con 40 y me marché con 43. Me vieron crecer, me dieron el soporte necesario para desarrollarme como jugador y entrenador, y llegar a lo más alto. Estoy mu agradecido, además el tiempo pone a cada uno en su sitio. Nos fuimos en Champions, y los tiempos han cambiado mucho. Cumplimos dos años y medio en la élite", dijo el técnico, que también elogió a Rubén Baraja, al que dirigió como futbolista en el equipo ché: "Lo estuve tres años entrenando. Nos ayudó muchísimo y como entrenadores nos guardamos cariños y respeto. Dar el salto e ir a un equipo como el Valencia, donde has estado como futbolista siendo importante es una responsabilidad. Se necesita coraje y personalidad como tiene él".