Pellegrini tiene la primera tarea para Breslavia: recuperar la seguridad defensiva
El equipo verdiblanco sólo acumula un encuentro sin encajar gol en sus 13 últimas comparecencias.

El Betis tiene ya los cinco sentidos en la final de la Conference League. Con la sexta plaza asegurada y la opción de la Champions casi como una quimera, el equipo verdiblanco ya tiene en la mente llegar en las mejores condiciones posibles al duelo contra el Chelsea del próximo 28 de mayo. La primera gran tarea para Manuel Pellegrini ya está marcada, con esa necesidad de recuperar una consistencia defensiva que se antoja fundamental para una final europea.
Aunque la mejoría exponencial del Betis en este segundo tramo de la temporada ha llegado en el ataque, mejorar el rendimiento de la retaguardia ya forma parte de los deberes del cuerpo técnico. La ausencia de Diego Llorente, el defensa que ha presentado una mayor regularidad toda la temporada, ha obligado a que Marc Bartra y Natan disputen casi todos los minutos, con la consiguiente acumulación de esfuerzos. Pero no sólo los conceptos defensivos dependen de los centrales, sino que el propio colectivo deberá mentalizarse para ayudar a defender ante un equipo tan potente como el inglés.
Los datos también apuntan a ese déficit del Betis. En los 13 últimos encuentros disputados, sólo en una ocasión ha dejado su portería inmaculada. Fue en el encuentro de ida de los cuartos de final de la Conference League ante el Jagiellonia, que se marchó de vacío del Benito Villamarín y con el equipo bético encarrilando la eliminatoria. Para encontrar el anterior partido sin encajar hay que remontarse al duelo de vuelta ante el Vitória de Guimarães, cuando los heliopolitanos dieron una lección de fútbol para imponerse con rotundidad (0-4).
Además de los goles encajados, la principal preocupación está en la sensación de fragilidad. Ante el Rayo se encajaron dos goles en el primer tiempo con disparos lejanos, pero también en la recta final el conjunto vallecano dispuso de llegadas con claridad; días antes contra Osasuna fue similar, con los rojillos haciendo daño con sus habituales centros laterales con los que consiguieron la igualada e, incluso, pudieron llevarse la victoria; también en Florencia, el Betis ofreció síntomas de debilidad en acciones a balón parado, que propiciaron que el equipo viola igualase la eliminatoria hasta llevarla a la prórroga.
La apuesta por el gol
A esa falta de rotaciones en el centro de la zaga también se une la apuesta de Pellegrini por un equipo de vocación ofensiva. Ya sea con Lo Celso como mediocentro, como ocurrió en Florencia, o Pablo Fornals, más habitual en las últimas semanas, junto a Johnny Cardoso, el equipo bético ha apostado por un fútbol más vertical y de llegadas al área rival. Un Betis de menos control del juego pero con muchas variantes para hacer daño a los rivales.
La irrupción de Antony hasta convertirse en el mejor aliado de Isco, los desbordes de Abde y Jesús Rodríguez —más apagado el canterano en los últimos partidos—, la aportación del Cucho, con goles decisivos y mucha movilidad, y hasta Bakambu, el goleador de la Conference, han mutado la piel del equipo hasta convertirlo en una máquina de atacar y conseguir victorias, pero a costa de perder fiabilidad defensiva. Encontrar ese punto de equilibrio es la última tarea del cuerpo técnico para afrontar la final de Breslavia con las mayorías garantías.