BETIS

Los peligros de una gira accidentada del Betis

Dos goleadas recibidas en la gira sudamericana provocan cierta inquietud en la afición y en el entorno verdiblanco.

Manuel Pellegrini, ayer ante Colo-Colo. /EFE
Manuel Pellegrini, ayer ante Colo-Colo. EFE
Alonso Rivero

Alonso Rivero

La gira sudamericana para el Betis se ha convertido en una tortura deportiva, en un suplicio. A los resultados cosechados en Argentina y Chile, sufriendo goleadas sonrojantes para un equipo de su nivel y que pelea por entrar en puestos Champions en LaLiga, se suma la constatación de que la plantilla tiene ciertos problemas que se han ido agrandando y mostrando con el paso de los meses. Son dos los partidos disputados en esta gira, ante River Plate (4-0) y Colo Colo (5-0) con sendas goleadas que han dejado el marcador global en un doloroso 9-0.

Estos resultados, pese a tratarse de amistosos, han traído consigo el cabreo y la desconfianza de una afición que tiene puestas muchas esperanzas en esta temporada, que sumados a los últimos resultados en Liga (una victoria en las últimas cinco jornadas) hacen temer que el globo se termine pinchando antes de tiempo. Hay causas externas que analizar, como el cansancio, la bajada de brazos competitivos al tratarse de amistosos y la cabeza dispersa de unos futbolistas que piensan en las vacaciones, mientras a otros no se les ha ido la rabia de perderse el Mundial.

Antes de salir, la expedición verdiblanca recibió la primera mala noticia: Borja Iglesias (había acudido a la última convocatoria con el combinado nacional), Canales y Álex Moreno habían sido olvidados por Luis Enrique. Se quedaban fuera de la lista de Catar, con el delantero gallego como principal afectado en su estado anímico. Con una foto en redes sociales de los tres en el avión, el club quiso poner en valor y mostrar su apoyo a sus futbolistas. En ese momento el Betis ponía rumbo a Mendoza para su primer partido. Después de más 10.000 kilómetros, con solo 9 horas de descanso, los de Pellegrini jugaban ante los 'millonarios' con un once repleto de rotaciones que acabó evidenciando que la unidad B baja considerablemente las prestaciones del equipo. Si las ausencias puntuales de Luiz Felipe, Álex Moreno, Sabaly, Aitor Ruibal o Guido Rodríguez, por ejemplo, significaron en algunos partidos la bajada de nivel del equipo, la falta de intensidad competitiva en el amistoso incrementó esta sensación.

Anoche ante Colo-Colo no fue diferente. Con un once más titular como consecuencia de la imagen mostrada ante los argentinos, a los 12 minutos los sevillanos ya habían encajado dos goles y el cuadro local había incluso fallado un penalti. Además, en un partido bronco en la segunda parte, Canales se marchaba lesionado y traía consigo la normal preocupación. Un fuerte golpe en el empeine tenía la culpa. Todo encerrado en la forma de encarar ciertos partidos que a los propios futbolistas no les terminan de gustar. Una cosa es el clásico amistoso de pretemporada para coger forma y otras es esta gira del Betis que llega con la gasolina bajo mínimos y ganas de descansar. El equipo bético se ha puesto las chanclas para el tiempo cálido que aparece por Sudamérica. Lo ha hecho antes de tiempo, pues la mala imagen global de estos amistosos es irreparable.

Han sido días de mucho desgaste para plantilla y cuerpo técnico. A los kilómetros antes mencionados, algunos futbolistas y el propio Manuel Pellegrini han tenido que cumplir con numerosos actos del club: ruedas de prensa, actos promocionales o entrevistas que ha reducido evidentemente el descanso de los jugadores. Y es que el nivel exhibido por el conjunto verdiblanco en los últimos años trae aparejado este tipo de circunstancias. Club conocido, con jugadores con un importante valor y reconocimiento. La marca se vende en el mercado. El crecimiento también pasa por esto, por mucho que al profesional no le llegue a gustar del todo.

En definitiva, los problemas mostrados sobre la hierba por parte del Betis no deben centrarse exclusivamente en estos dos amistosos, puesto que en el último tramo de Liga, el conjunto de Pellegrini ya había evidenciado cierto cansancio, con jugadores que arrancaron el curso como motos, con menos energía, también por la cercanía del Mundial.

Hombres como William Carvalho y Guido Rodríguez, el verdadero termómetro del Betis en el centro del campo, han pasado un último mes con un ojo en el Mundial. Ha pasado a todos los equipos con mundialistas. Otro de los problemas de crecer. El Betis tendrá una última oportunidad este sábado, otra vez ante Colo-Colo, de limpiar su imagen. Los jugadores sueñan con pisar suelo español e iniciar sus vacaciones. Nuevamente será el entrenado quien deba tomar la voz cantante y alertar que cada vez que salgan al campo a defender al Betis, sea competición o amistoso, no deben dar lugar a las dudas de su entrega. Sin señales de futuras incorporaciones en este mercado invernal, con pérdidas de 38 millones en el último ejercicio, Manuel Pellegrini Ripamonti volverá a ser el hombre clave para conseguir logros deportivos.

Parte médico

El partido de anoche ha dejado de momento a dos integrantes en el parte médico verdiblanco. Según ha podido saber Relevo, Canales sufrió un traumatismo directo fuerte en el tobillo y en el pie. Aitor Ruibal sufrió también un fuerte pisotón en su pie. En el caso del cántabro, el club prevé que sea nuevamente revisado para confirmar este primer diagnóstico.