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El paréntesis de Jesús Navas en el Manchester City con Pellegrini y Guardiola: "Nadie esperaba aquella decisión"

El palaciego dio el paso a la Premier de la mano del entrenador chileno y acabó su ciclo en Inglaterra con el catalán.

Jesús Navas junto a Pep Guardiola durante su etapa en el City./ABC
Jesús Navas junto a Pep Guardiola durante su etapa en el City. ABC
Samuel Silva
José Manuel Rodríguez

Samuel Silva y José Manuel Rodríguez

La trayectoria sevillista de Jesús Navas tuvo un paréntesis de cuatro años. Inesperado para muchos, pero que ratificó que aquellos problemas de ansiedad de sus primeros años en el Sevilla habían quedado superados. "El City viene a por Jesús Navas", se leyó en la prensa sevillana en aquellos días de finales de mayo de 2013, cuando Ferrán Soriano, director ejecutivo del equipo inglés, y Txiki Berigistain, el director deportivo, se presentaron en la capital hispalense para cerrar la incorporación del palaciego. Días después se confirmó un traspaso que se había venido cociendo durante semanas. "No se esperaba que tomase una decisión así", cuentan desde aquel vestuario sevillista, donde, pese a que los rumores ya se conocían, cogió por sorpresa la decisión de Navas, con la que comenzó un verano de despedidas en Nervión.

Todo comenzó por una petición de Manuel Pellegrini. El hoy entrenador del Betis insistió e insistió para que el fichaje de Jesús Navas por el City pudiera consumarse. Primero, persuadiendo a su club de lo que supondría el palaciego; luego, con conversaciones directas con el propio futbolista, al que detalló lo que quería de él para el nuevo proyecto. "Tuve la fortuna de convencerlo", reconoció el entrenador chileno hace unos días sobre esa etapa que les permitió compartir tres años en Mánchester. "La primera vez que hablamos no quise ser otra cosa que muy claro con él. Le hablé de la lluvia y de la necesidad de aprender inglés. Le dije lo lejos de casa que se sentiría. No podría haberle dibujado un panorama más sombrío. Tenía que estar seguro. Pero en todo lo que le dije su respuesta fue la misma: más emoción y entusiasmo por el desafío", contó Begiristain en su momento para detallar cómo fue el proceso del fichaje, en el que también hubo que superar la resistencia negociadora de José María del Nido Benavente.

La presencia de un cuerpo técnico castellanoparlante ayudó a esa decisión de Navas. "Su adaptación fue más sencilla. De otro modo no sabemos si hubiera dado ese paso", cuentan desde el entorno del palaciego. Además de Pellegrini, Rubén Cousillas o José Cabello formaban parte de aquel vestuario en el que también había jugadores de habla hispana como Agüero, Zabaleta o Demichelis aparte del clan español que lideraban David Silva y Javi García. "Todos le hablaban en español, que Pellegrini permitía eso en el vestuario. Otra cosa distinta fue ya con Pep (Guardiola), que impuso el inglés", relatan quienes conocieron aquellas realidades del vestuario citizen. Precisamente, la llegada del técnico catalán, fundamental para transformar a Navas sobre el césped, con esa reconversión a lateral, también significó el principio del adiós del palaciego. "Se fue convenciendo de que su etapa allí terminaba", indican desde su entorno.

Jesús Navas, junto a Negredo y Jovetic. ABC
Jesús Navas, junto a Negredo y Jovetic. ABC

"Cuando vi que venía, me pasó como a todos. Habíamos oído aquellos pequeños problemas que había tenido en pretemporada y demás. Creo que todos pensamos en cómo acabaría adaptándose aquí. O disimuló muy bien, o desde el primer día estuvo muy adaptado. Si tomó la decisión de salir es porque, en cierto modo, había superado aquellos problemas que había tenido. Es cierto que tuvo el apoyo de Álvaro Negredo, estaba Silva, yo… Tenía un círculo con el que se podía sentir bien", contó Javi García en Relevo para explicar cómo Navas fue capaz de adaptarse a la vida en Inglaterra pese a la opinión contraria de muchos que vaticinaban un regreso casi inmediato.

"Al principio fue un poco más difícil su llegada al Manchester City y eso que ya era un chico mucho más maduro. Con esos problemas superados ya, en cierto modo, y acudiendo a las convocatorias de la Selección española. Le vino muy bien a él y a su familia para crecer como personas. En fútbol ya había crecido muchísimo. Fue una época muy bonita para él. La gente pensaba que no iba a aguantar y al final le calló la boca a todo el mundo. Al principio puede que le resultara muy duro. Yo intenté estar muy pegado a él porque al final sabía lo que había. Pero él se acopló, se propuso llevarlo de la mejor manera posible y es un futbolista que hizo una carrera impresionante en Mánchester. Los títulos lo avalan", relató Negredo, que lo acompañó desde el Sevilla hacia Mánchester en un verano de movimientos.

De hecho, el madrileño se incorporó al City semanas después que el palaciego, cuando éste ya se encontraba en una concentración de pretemporada en tierras orientales. Además, las buenas relaciones entre las familias, con las mujeres como buenas amigas, provocaron que también esa parte importante de la vida de Navas quedase cubierta. Su familia y él mismo acabaron encantados en Mánchester, donde, además, podían pasear con cierta libertad y sin intromisiones de aficionados. Su humildad y sencillez hicieron el resto para ganarse tanto el respeto de sus compañeros como también de la prensa inglesa. "Él tenía un Porsche que le había comprado a un brasileño. Cuando Alejandra tuvo el niño, necesitaban otro coche y él le compró un Nissan Micra, con el que fue alguna vez a la ciudad deportiva. Eso le costó que algunos compañeros le gastasen bromas, pero en los medios ingleses sí lo destacaron como un detalle de su grandeza como persona", cuenta un trabajador del City por aquellos días.

Jesús Navas, en un partido con el City. Reuters
Jesús Navas, en un partido con el City. Reuters

Esa normalidad de Navas se transformaba en el campo. Adaptado a la perfección al fútbol inglés, que le beneficiaba por ese continuo ida y vuelta que favorecía a sus cualidades, el palaciego ejerció ese liderazgo silencioso que luego ha mantenido en el Sevilla hasta el último día. "Es muy buen compañero, siempre tenía una sonrisa para todo el mundo. Él disfrutaba en los entrenamientos y en los partidos", cuenta otro integrante de aquel vestuario del City. "El idioma no consiguió cogerlo del todo, pero sí entender bastante de lo que se hablaba. No tenía esa presión de entender al 100% el idioma para poder rendir. Ya tenía al míster (Pellegrini) para darle todas las explicaciones que él necesitaba en castellano", señala Javi García sobre esa barrera que a Navas no le impidió ejercer su profesión.

Precisamente, esas clases de inglés que recibió Navas dejaron anécdotas imborrables, sobre todo en su último año en el City cuando Manuel Agudo, Nolito, también llegó a Mánchester. "Los dos estuvimos yendo juntos y no aprendimos mucho. El profesor era argentino y acabamos hablando más de fútbol que de inglés", cuenta el gaditano, que también aportó esa dosis de humor al día a día de Navas. "Como yo llevaba más tiempo, me dijeron que empezase diciendo algo. "My name is Jesús", dije. Luego le tocó a él y dijo también: 'My name is Jesús'. No le cambió ni el nombre", recordó el propio Navas en una ocasión en la que habló sobre aquellas clases en Mánchester, que sirvieron para que el palaciego pudiera defenderse en el idioma de Shakespeare.

183 partidos en cuatro temporadas, con ocho goles y 35 asistencias, contemplaron el paso de Jesús Navas por aquel City de Manuel Pellegrini y Pep Guardiola. "En Manchester he estado mu bien, me he sorprendido a mí mismo, por la gente, por el trato... Lo tengo que agradecer. Vengo con más experiencia por haber jugado allí, por el ritmo con el que se juega. Vengo con eso y ahora hay que ponerlo en el campo", dijo el internacional en el día de su retorno a Nervión. "Es un día muy especial y cumplo otro sueño más", dijo ese Duende de Los Palacios que sorprendió a todos con ese paréntesis en tierras inglesas.