El nuevo Ontiveros, en el filial del Villarreal con 26 años: "Noté que me había acomodado"
El futbolista andaluz habla con Relevo sobre su buen nivel, su pasado en el Málaga y lanza un mensaje: "Mi objetivo es volver a Primera".

Cada fin de semana sigue pillando a alguien por sorpresa: "¿Qué hace Javi Ontiveros jugando con el Villarreal B en Segunda División?", se lee con regularidad en redes sociales. El asombro llega por su edad, 26 recién cumplidos, pero también por su talento, muchas veces inconstante. Cuando están a punto de cumplirse ocho años de su debut en LaLiga -con la camiseta del Málaga en 2015-, la trayectoria de Ontiveros no ha sido la que cualquiera pudiera haberse imaginado hasta el punto de que ha acabado jugando en el filial de un club que pagó más de siete millones de euros por él.
Sin embargo, desde hace unos meses, cada persona que lo ve jugar termina con la misma conclusión: es un futbolista de Primera que está en Segunda. Cuatro goles y tres asistencias definen su rendimiento en este tramo inicial. El último que lo pensó y lo pronunció, y además en público, fue su entrenador. Miguel Álvarez, técnico del Villarreal B, fue muy directo en rueda de prensa: "Si él quiere, es un jugador de Primera. Es un pepino de jugador, tiene 26 años recién cumplidos. Estaba entre dos aguas y lo hemos recuperado. Tiene que dar un paso adelante. No voy a permitir que se relaje, quiero más", sentenció con sinceridad ante los medios de comunicación.
Es otra cara de Ontiveros. Lo dice la gente que le conoce ("No sé el qué, pero ha algo ha hecho click este año") y también lo dice él, tranquilo, desde el salón de su casa mientras sus dos hijos se echan la siesta: "Antes veía el fútbol como una diversión, yo iba a divertirme. Ahora me divierto en el campo, pero lo veo como un trabajo".
El futbolista andaluz elige Relevo para abrirse y analizar su situación: "A veces me meto en Twitter y leo: 'Jajaja, Ontiveros en un filial'. Al principio fue un momento duro. El nivel que yo puedo dar es para estar en Primera, pero por una cosa o por otra he dado un paso atrás para intentar dar dos hacia adelante", confiesa.
"Antes veía el fútbol como una diversión, iba a divertirme. Ahora me divierto en el campo, pero lo veo como un trabajo"
Futbolista del Villarreal B
Jugar en un filial con 26 años
Ontiveros disfruta de su segunda temporada en el filial del Villarreal, una plantilla donde ni siquiera es el futbolista más veterano: ese rol le corresponde a Pablo Íñiguez, de 29 años, que renovó en verano por una temporada. "Yo tenía contrato y ni el Villarreal ni yo hemos querido separarnos. Si no era en el primer equipo, yo me adaptaba al filial", explica el atacante sobre una decisión que, eso sí, no fue tan fácil de asimilar en los primeros días. "Llegué como un fichaje del primer equipo, luego salí cedido, no me fueron bien las cesiones… y volví y me dijeron que iba a estar con el B. Eso choca. Pero estoy en Segunda División, que es donde iba a jugar sí o sí: no había dado el nivel en Primera y si hubiera salido a otro equipo también hubiera sido de Segunda. ¿Qué mejor que jugar en mi equipo? Es el club que apostó por mí y el que me está ayudando a dar este impulso para volver a mi mejor nivel".
Y continúa: "La última vez que me sentí tan bien fue en la época del Málaga. Tengo 26 años pero hago muchas bromas y recibo bien a los jóvenes para que entren bien en el equipo y se suelten. Yo no soy un líder en el vestuario pero he cogido mucha confianza con todos. Necesitaba esa confianza y aquí en el Villarreal antes la tenía, pero no como la tengo ahora. El entrenador me la ha dado: yo sé que aunque me salga un partido malo, al siguiente me pondrá. Necesitaba recuperar esa confianza y eso se está viendo. Me queda mucho por dar, pero estoy en camino".
¿Por qué no dio el nivel en Primera? ¿Qué sucedió en sus distintas cesiones? "Cuando salí al Huesca cedido tenía la confianza de Míchel, luego pasó lo de mi abuela y me vine un poco abajo. Hay momentos. Temporadas en las que sale todo, otras en las que no sale nada", explica. La muerte de su abuela -le dedicó un gol y falleció varios meses después- afectó a su rendimiento... y también a su físico.

Luego llegaron más préstamos: a Osasuna, en Primera, donde sólo jugó 36 minutos en liga y volvió en invierno; y al Fuenlabrada, en Segunda. Fueron la confirmación de que algo estaba fallando. Y el momento de hacer autocrítica para valorar la situación: "Sí, podía haber hecho mucho más. Al principio hay cosas que no valoras. Cuando salí del Málaga y vine al Villarreal me ponían de todo: la comida, material, los preparadores… Luego salí a otros sitios y me di cuenta de lo grande que era el Villarreal. Dan todas las facilidades. Sales fuera y piensas en lo que has perdido".
"Ahora que he vuelto me digo: tengo que mantenerme aquí, tengo que hacer lo que sea. Tenía que coger la madurez para saber lo que uno tiene en casa y lo que uno tiene fuera. Y no hay nada como lo que tienes en casa", reconoce.
"Sí, podía haber hecho mucho más. Tenía que coger la madurez para saber lo que uno tiene en casa y lo que uno tiene fuera. Y no hay nada como lo que tienes en casa"
Futbolista del VillarrealEl no regreso al Málaga
En el verano de 2021, tras su experiencia en Huesca, el equipo de su vida llamó a la puerta. El Málaga quería el regreso de Ontiveros para pelear en Segunda División. Era un movimiento que generaba ilusión en la afición: el retorno de un canterano. Era, también, la primera vez que volvería a bajar de escalón. Se comprometió con los andaluces, con la excepción de si surgía una nueva oportunidad al máximo nivel. Con las maletas hechas para volver a Andalucía, una llamada de Osasuna a última hora cambió los planes. Así lo explica: "Ellos se llevaron el mal trago porque yo tenía ganas de ir, pero también les dije que si me venía un equipo de Primera yo quería ir. Quería jugar en Primera. Todo jugador hubiera hecho lo mismo. Yo sólo puedo pedir perdón y poco más. El malaguismo se lo tomó mal, pero ojalá se pase en el futuro".
Sus redes sociales se llenaron de mensajes de odio. El que un día fuera estrella del club de su ciudad, criticado con dureza por su propia afición. Meses más tarde, cuando volvió a La Rosaleda con otra camiseta, no fue una experiencia placentera: "Me gustaría que pensaran de otra manera y no como me recibieron el año pasado. A la gente de la casa le jode que le reciban así… Este año será importante para ellos, estarán pronto en Segunda División. Al Málaga lo voy a llevar siempre en mi corazón".

«Éste tenía que ser el año»
El talento de Ontiveros siempre ha convivido con los comentarios sobre su físico. Los más recientes, por ejemplo, en su regreso a Huesca: "Me silbaban y me gritaban gordo", recuerda. Sabe que ahí está su gran margen de mejora y también el foco de la mayor parte de las críticas. "Estoy bien, pero todavía puedo dar mucho más. El momento clave fue esta pretemporada. Me machaqué mucho en verano, me mentalicé de que éste tenía que ser el año. Es mi último año de contrato, noté que me había acomodado. Y me dije: si no es este año, no sé qué pasará el que viene".
Varios de los motivos de su cambio duermen en su propia casa.
Ahora, cada vez que termina un entrenamiento, allí le esperan Zaira, su pareja, con Javi y Luca, sus dos hijos. "Ahora tengo una familia y lucho por ellos, quiero que vivan bien. Cuando estoy en casa, miro a mi alrededor y me digo: a ellos no les puede faltar de nada. Tengo que estar a tope, ahora he formado una familia a la que tengo que dar de comer", explica. Durante los partidos, más de lo mismo: "Los veo disfrutar en la grada y me llenan de energía. Mi reacción siempre es buscar la cara de mis hijos. Al mayor le encanta el fútbol. Siempre está con una pelota. Cuando vamos al parque, en lugar de tirarse por los toboganes, si ve una pelota va a por ella. Si él está motivado en la grada, imagínate yo. Es increíble cómo lo vive", cuenta.
Junio de 2024 es la fecha en la que Ontiveros finaliza su contrato con el Villarreal. Todavía no sabe qué pasará a partir de entonces. De momento, como mínimo, va dando pasos hacia el frente, recuperando el tiempo perdido y dejando atrás los errores. Y con un reto que quiere cumplir: "Mi objetivo es volver a Primera División, ojalá sea en el Villarreal. Mi deseo es que este año me sirva para volver al máximo nivel. He empezado bien pero quiero seguir en esta línea, incluso mejor", concluye.