El nuevo Cádiz de Pellegrino frena a un Athletic de resaca copera

Mauricio Pellegrino se estrenaba en Cádiz ante uno de los equipos de moda. Por suerte para el técnico argentino, los rojiblancos llegaban al Nuevo Mirandilla tras alcanzar las semifinales de Copa del Rey y muchas rotaciones en el once del Txingurri Valverde. El Athletic se encomendaba al olfato copero de Asier Villalibre y a los talentos de Unai Gómez y Adu Ares para dar frescura, acompañando a un Iñaki Williams, que volvía a sentirse terrenal tras tocar el cielo en la prórroga de San Mamés.

También volvía Yeray, que es otra de las piezas que Valverde necesita engrasar tras la exigencia que le espera el próximo mes a los leones. No arrancó mal el partido el Athletic, botando balones parados, que obligaban al Cádiz a estar bien protegido atrás. Tras el arreón inicial, empezó a faltarle fluidez a los rojiblancos y se encontraron con un Nuevo Mirandilla que no era San Mamés.

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El Cádiz pronto empezó a sentirse cómodo y a dominar en campo contrario, con un juego vertical, que es su seña de identidad. Chris Ramos trabajó durante todo el primer tiempo para bajar balones y propiciar segundas jugadas. Unai Simón fue el más destacado del Athletic, interviniendo cuando los locales buscaban el gol. Sacó una mano providencial arriba, respondiendo a una falta potente de Rubén Alcaraz y despejó a córner una volea muy peligrosa de Rubén Sobrino, que se hizo hueco en el área y quiso fusilar la red de los vascos.

Sin demasiado fútbol llegaba el tiempo de descanso. Valverde no modificó nada en el descanso, pero sacó la artillería a los cinco minutos. Sancet, Yuri y Jauregizar entraban a un partido, en el que el control era amarillo y los leones tomaban aire con la soltura de un Adu Ares, que cada día encuentra más confianza y soltura en sus capacidades. Ese fue otro revés. El extremo del Athletic caía lesionado, cuando empezaba a encontrar socios con los que disfrutar. Nico Williams era su sustituto.

El partido estaba en terreno de nadie, entre el conformismo del punto y las ganas de sumar los tres. El Cádiz se estiraba, pero con el freno de mano puesto. El pundonor de Iván Alejo mantenía las esperanzas del equipo de Pellegrino, que en cada arranque de orgullo se tropezaba con un Unai Simón extremadamente correcto en cada acción. Entre interrupciones y búsqueda del milagro a balón parado, el partido iba agonizando.

Sin más sobresaltos, Cádiz y Athletic se estrecharon la mano en un acto de honestidad, en el que los locales se dan por satisfechos con un punto que les acerca a la salvación. Los de Ernesto Valverde, por su parte, eran conscientes de sus limitaciones tras la locura del miércoles en San Mamés. No fue el mejor partido de la temporada del Athletic, pero los leones pueden dormir tranquilos esta noche, porque eso de no estar acertado y puntuar, solo está al alcance de los más grandes. Y el Athletic lo es.

Cádiz: Ledesma; Iza, Fali, Chust, Pires; Alcaraz, Escalante; Alejo, Robert Navarro (Brian Ocampo, m. 79), Sobrino (Sergi Guardiola, m. 73); y Chris Ramos (Álex Fernández, m. 85).

Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yerai, Vivian, Lekue (Yuri, m. 52); Mikel Vesga (Sancet, m. 52), Ánder Herrera; Adu Ares (Nico Williams, m. 61), Unai Gómez (Jauregizar, m. 52), Iñaki Williams; y Villalibre (Guruzeta, m. 70).

Árbitro: Busquets Ferrer (comité balear). Amonestó con cartulinas amarillas a Vesga (m. 23), Lekue (m. 45+1), Alcaraz (m. 47), Fali (m. 73), Alejo (m. 78) y Escalante (m. 89).