La nueva lesión de Courtois cambia el paso de Ancelotti, el futuro de Lunin y el orgullo de Kepa
La rotura de menisco del belga se lleva por delante los planes del entrenador.

El 'crac' que sintió Thibaut Courtois en el entrenamiento de este martes se llevó por delante todos los planes. Nada sucederá como estaba trazado. El portero, que exprimía los días para reaparecer tras reponerse de la rotura del cruzado de la rodilla izquierda, volvió a caer. Se dañó el menisco interno de la otra rodilla, la derecha. El mundo se le vino abajo (se retiró llorando a los vestuarios) y a Ancelotti le cambió el paso.
El italiano ya visualizaba un final de temporada con Thibaut bajo los palos. Siempre enarboló la bandera de la cautela. Sin embargo, los últimos entrenamientos del belga le despertaron una sonrisa indisimulable por la agilidad mostrada y y los reflejos exhibidos en los ejercicios de tiro. Volvía a volar y el técnico ya había marcado su agenda. En la conferencia de prensa previa al partido de Osasuna, el entrenador del Real Madrid se animó a fijar el día de retorno: "El día 31 contra el Athletic estará disponible". En ese pronóstico también incluyó a Militao, que sigue el raíl de la recuperación. Tras el encuentro lo matizó, en un ejercicio de borrado de presión, pero el propósito era tenerle en la convocatoria frente a los de Ernesto Valverde y reunir las condiciones para debatir su titularidad en el esprint final.
Desde el día que se rompió (10 de agosto), portero, staff técnico y cuerpo médico se prometieron no establecer plazos de vuelta. Y así lo cumplieron hasta la reincorporación de Tibu a los entrenamientos con el grupo. Progresivamente fue recuperando nivel hasta verse en niveles de competición. Este nuevo revés le modifica el escenario a Carletto. Y a Andriy Lunin, a quien se le despeja el cielo de nuevo y puede incluso modificarle su futuro.
Lunin y su renovación
A nadie se le escapa que Ancelotti iba a reponer a Courtois en el once del Real Madrid en cuanto pudiera. No por falta de fe en el ucraniano sino por confianza en el belga. Y tampoco es un descubrimiento decir que aquello iba a suponer un palo para el ahora guardameta titular. Con contrato hasta 2025, el Real Madrid le ofrecerá una ampliación. Pero al acabar la temporada como suplente, después de dar el rendimiento que pocos esperaban, la tentación de otros aires podría haberse presentado.

Lunin siente que se ha ganado por derecho un sitio en la elite. No es sencillo ser portero del Madrid y salir sin demasiadas heridas. Se ha puesto en valor, con la posibilidad en el horizonte de jugar una Eurocopa. Por ese motivo, relegarle de golpe y porrazo le hubiera fruncido el ceño. A sus 25 años, se ve con el pedigrí suficiente y el caché como para presentarse empoderado en una negociación. Ahora, la rotura de menisco de Courtois resetea la escena y le sitúa otra vez en el primer orden.
El ucraniano fue colonizando terreno y acabó por ganarse la confianza del staff técnico en primer lugar, y, después, por cerrar el debate con Kepa, fichado de urgencia por el club en verano con el cartel de titular y que ha terminado por derrumbarse. Lunin saldrá de inicio de aquí a final de campaña en todos los partidos de Champions y en los de Liga hasta que una eliminación o una consecución del título deje oportunidades al guardameta vasco.
A falta de un año para finalizar contrato, el Madrid le pondrá sobre la mesa una renovación que mirará con el mango de la sartén en su mano y con ojos mucho más convincentes por la incertidumbre que genera el estado de Thibaut. Dos lesiones de rodilla no son cualquier cosa y el de Krasnohrad, sin llegar al listón del belga, sí ha demostrado ser un portero en el que Ancelotti puede confiar ante posibles contratiempos. Y en Madrid está plenamente adaptado... Él siempre se ha inclinado a seguir y, ahora, una prolongación del vínculo es más que posible.
Kepa no se tragará un 'sapo'
Por último, la desgracia de Courtois cuidará el orgullo de Kepa Arrizabalaga (29 años). El club ya ha decidido que no se quedará con el de Ondarroa, cedido un año por el Chelsea, y él parece asumirlo. Pero la vuelta de Tibu amenazaba aún más su crédito puesto que, en ocho meses, se hubiera despeñado de número uno de la retaguardia del Madrid a tercer portero. Una lesión inoportuna y la inseguridad que le sobreviene cuando el viento cambia de dirección le han acorralado.

Con los estatus definidos, el vasco continuará en el banquillo a la espera de jugar algún partido, que lo hará. En Valdebebas valoran mucho su actitud y compromiso en los entrenamientos a pesar del 'sorpasso'. Su trabajo es impecable y procurarán ofrecerle focos. No se tragará, por tanto, el 'sapo' de verse en el tercer escalón, una lanzada a su prestigio y continuará pugnando por el puesto... pero en desventaja.
Courtois ya no piensa en esta temporada, pero el 'crac' en su rodilla la ha marcado de aquí hasta el final: le ha cambiado el paso de Ancelotti, el futuro de Lunin y la dignidad de Kepa.