Los mejores amigos de Le Normand: "El dinero no le cambió, bromeamos con la casa de los de la Selección y su apartamento"
El realista, una vez acabado el partido, se acercó a una zona del campo para fundirse en un abrazo de Champions con sus colegas.

Robin Le Normand (Pabu, Francia, 1986) está viviendo un sueño. Quién se lo iba a decir al central blanquiazul cuando con 19 años dejó su Bretaña natal para probar fortuna en la Real Sociedad, a donde llegó de la mano de Eric Olhats, ojeador que llevó a la entidad blanquiazul, nada más y nada menos, que a Antoine Griezmann. Ni sus más fieles amigos creían a pies juntillas en las posibilidades del hoy futbolista blanquiazul. Tampoco a ellos se les pasaba por la cabeza que el actual central titular de la Selección iba a alcanzar las cotas que está consiguiendo.
"No pensábamos que fuera a ser tan bueno". Son palabras de Eddy Collet, uno de los mejores amigos de Le Normand. Él, junto a otros tres colegas del jugador blanquiazul, fueron espectadores de lujo de la nueva obra de arte protagonizada por el la Real en Champions League. Para el recuerdo, el abrazo que se pegaron todos al final de la contienda cuando Robin se acercó a la grada para fundirse en un emotivo abrazo con el citado Eddy, con Nicolas, Romain y Arthur Herpreck.
Los tres primeros llegaron a Donostia procedentes de Lamballe, ciudad situada a escasos 60 kilómetros de Pabu, de donde es Le Normand. Arthur lo hizo procedente de Brest, la ciudad en la que el realista dio sus últimos pasos antes de aterrizar en Donostia buscando un sueño. "Somos viejos amigos", reconoce Eddy, agradecido de que Robin "se entregue en cuerpo y alma" cada vez que recibe la visita de algunos de sus seres más cercanos. "La última vez que nos vimos fue en agosto, pero es como si no hubiera pasado el tiempo", agradece alguien que conoce a Le Normand desde los 12 años, cuando coincidieron en el Lamballe FC.
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— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) November 8, 2023
"Es algo que hemos hablado todos estos días que hemos pasado juntos y creo que no le damos valor a lo que está haciendo", entiende Eddy Collet. "Lo que está haciendo es increíble. Cuando estábamos juntos jugando en el Lamballe no pensábamos que pudiera hacer eso", confiesa. Pero hoy es el día en el que piensa que Le Normand "no tiene límites y puede conseguir todo lo que se proponga". En su opinión, "todos los años está mejorando sus prestaciones. No para de crecer. Estamos orgullosos de todo lo que le está pasando, pero aún más porque todo esto no le ha cambiado. Sigue siendo el mismo tipo sencillo que conocemos", deja claro.
"Estamos orgullosos de todo lo que le está pasando, pero aún más porque todo esto no le ha cambiado. Sigue siendo el mismo tipo sencillo que conocemos"
Amigo de Robin Le Normand"Era alguien que trabajaba mucho", recuerda Collet. "Soñaba con ser futbolista, pero no sé si al nivel en el que está en estos momentos", aclara. Echa la vista atrás en el tiempo a sus años juntos en el Lambelle. "Era muy simpático", confirma. "Me acuerdo cuando llegó a mi club en la Bretaña. Le gustaba el fútbol, pero no era el mejor del equipo, ni mucho menos, pero en esos tres años con nosotros trabajó mucho, creció muy rápido y cuando fue al Brest ya era el mejor. Todo el mundo estaba contento por él, de que hubiera fichado por el Brest, un equipo de mayor categoría", destaca su buen amigo, que coincidió con Le Normand en el Lambelle desde 2009 hasta 2011.

Tras realizar una prueba, a principios de julio de 2016, fichó por la Real, que, a coste cero, se hizo con los servicios de un jugador que quedaba libre. Sus inicios fueron complicados en el Sanse. No se adaptaba al estilo de juego del un filial entrenado por Imanol Alguacil. Sin embargo se convirtió en un habitual en el once inicial. No fue una transición sencilla como muchas veces ha reconocido el jugador de la Real, algo de lo que son conscientes sus fieles seguidores. "No sabíamos exactamente qué iba a pasar con él, si iba a jugar con el filial o con el primer equipo. Para mí era una decisión muy importante y muy difícil para él. Después de su experiencia en Brest, en mi opinión, estaba fuerte para ir a la Real y empezar su carrera en Donostia, pero se iba a encontrar con algo muy distinto, tal y como sucedió", explica.

En lo que no duda Collet es en el afán de superación de su amigo bretón. "Él está viviendo un sueño y sabe los sacrificios que tiene que hacer para estar a este nivel. La manera en la que vive es muy rigurosa y muy profesional. Es consciente del sueño que está viviendo", confirma. "No pensábamos que iba a ser tan bueno. Si hace unos años alguien nos dice que Robin iba a jugar con la Selección y la Champions con la Real y que se iba a convertir en uno de los mejores defensores de Europa, me hubiera reído. Es algo increíble lo que ha conseguido", destaca.
"Dentro de él hay una fuerza interior que no se puede describir. Es algo que viene de la historia personal de su familia, de sus hermanos y de sus padres"
Amigo de Le NormandDe la misma opinión que Collet es otro amigo de la infancia de Robin Le Normand como es Arthur Herpreck, con el que coincidió en su etapa en el Brest de la Ligue 2 y que ayer pasó todo el día junto a su amigo. "Es algo impresionante. Nuestros caminos se encontraron cuando teníamos 15 años y desde entonces somos los mejores amigos. He seguido toda su trayectoria y es un orgullo verlo jugar a este nivel con un equipo así. Es algo maravilloso e increíble", enfatiza. Para explicar su rendimiento, Arthur cree que "dentro de él hay una fuerza interior que no se puede describir. Es algo que viene de la historia personal de su familia, de sus hermanos, de sus padres". Eso sí, coincide con Collet en reconocer que "era difícil pensar que algún día iba a poder jugar en la Selección o en la Champions. Nadie podría decir eso cuando jugábamos en el Brest, pero repito que hay algo dentro de él que le ha ayudado a pasar etapas y llegar hasta donde lo ha hecho". También le ha ayudado el hecho de ser "un animal", físicamente hablando, sin olvidar su inteligencia.
Robin es muy de la Real y sus amigos también
"Era muy malo hablando castellano", recuerda Arthur de su amigo. "Recibíamos clases y no era el mejor, tenía incluso un acento inglés", rememora entre risas. Se pone más serio y casi se emociona cuando recuerda el abrazo que se dieron al término del partido ante el Benfica. "Es lo que más me gusta de él, que lo que hacíamos cuando teníamos 15 años, lo hacemos ahora. El dinero, la fama, la gente no le han cambiado. Hablamos el mismo idioma, por decirlo de alguna manera, hacemos las mismas cosas. Hay muchos que cuando llegan tan arriba cambian su manera de ser. Robin sigue siendo el mismo", enfatiza. De hecho, es tan normal que vive en Astigarraga. "Hacíamos una broma el otro día hablando de las casas de los jugadores de la Selección, comparándolas con el apartamento de Robin y era algo gracioso".
"Hacíamos una broma el otro día hablando de las casas de los jugadores de la Selección, comparándolas con el apartamento de Robin y era algo gracioso"
Amigo de Robin Le NormandArthur trata de no perderse acontecimientos importantes en la carrera de Le Normand. De hecho, conoce a toda la familia del futbolista de la Real. Los aficionados del conjunto blanquiazul pueden estar tranquilos en palabras de su amigo francés. "Él está feliz. Robin ya es un jugador de nivel internacional que forma parte de un equipo que juega la Champions. El amor que la gente tiene por él es increíble. Si alguien quiere comprarlo tiene que ofrecerle un proyecto indescriptible. No va a salir por menos. Él está muy contento aquí y si tiene que salir será por algo increíble". Le Normand ha conseguido, asimismo que sus amigos se hagan de la Real como es el caso de Eddy Collet. "Antes no éramos de la Real y ahora tenemos orgullosos una camiseta. Yo conocía a la Real Sociedad por Raynald Denoueix porque soy un fan del Nantes y él estaba ahí, pero no sabíamos muchas más cosas de la Real y ahora somos sus seguidores".