CELTA 0 - MALLORCA 1

Muriqi recupera su olfato y alarga la herida del Celta en Balaídos

El conjunto balear conquista su primera victoria ante los vigueses, que todavía no conocen el triunfo ante su público.

El Mallorca celebra el gol./EFE / Salvador Sas
El Mallorca celebra el gol. EFE / Salvador Sas
Pablo Ruiz

Pablo Ruiz

En Balaídos se enfrentaban dos equipos de autor, dibujados por Rafa Benítez y Javier Aguirre a su imagen, semejanza y veteranía. Fútbol práctico, en el que el balón parado tiene siempre más protagonismo y un gol es un tesoro o una faena difícil de remontar. Celta y Mallorca tienen la misma idea, planteamiento y casi esquema de juego. El preludio hacía pensar que el partido iba a tener mucho que analizar. Y lo tuvo.

El balón nunca ha sido una prioridad para el Mallorca y arrancó el encuentro entregándoselo al Celta, que buscó a Iago Aspas para tener la responsabilidad entre líneas y encontrar superioridad por dentro y por fuera. Bamba estuvo muy activo también, dando alternativas y apareciendo por la izquierda cuando el cuadro local necesitaba ensanchar el campo. El balón parado siguió teniendo mucho que decir y en una acción defensiva, Unai Núñez dio el susto de la tarde al recibir un golpe tras despejar un centro colgado. El central vasco del Celta fue atendido y continuó sin más problemas.

Aquí cambió el partido y el Mallorca tuvo dos ocasiones claras para adelantarse. Primero Lato cruzó demasiado un buen balón cedido por Muriqi y luego el propio delantero bermellón cabeceó un saque de esquina con dirección a la red. Iago Aspas, que además de fabricar goles, también los salva, evitó que el cuadro de Javier Aguirre se adelantara en el marcador. Hubo ocasiones, pero faltó puntería en un primer tiempo con alternativas.

Tras la reanudación, el Celta tomó el control del partido y disfrutó de las mejores ocasiones. Starfelt estrelló un balón en el poste, tras cabecear un saque de esquina. Rajkovic también dejó su sello, haciendo dos paradas de un nivel muy alto y manteniendo a los suyos en el partido. Iván Villar tuvo tiempo de lucirse tras un disparo de Samú Costa en el ecuador del segundo tiempo, en lo que sería el antecedente de la polémica.

Iago Aspas, omnipresente en todo el partido, sirvió a Bamba en bandeja un balón para que el extremo celeste lo enviara al travesaño y tocara la línea de gol. Munuera Montero señaló el tanto como correcto, pero faltaba la llamada definitiva del VAR, que reclamó al colegiado para indicarle que el balón no había entrado por completo. Volvió a cambiar el partido para un Celta que lo intentó, pero con la resignación de sentirse perjudicado.

El Mallorca, que es el mejor oliendo la sangre del rival, se aprovechó del momento de debilidad de los de Rafa Benítez para golpear a balón parado, llevando a cabo el plan establecido a la perfección. Muriqi se reencontró con el gol, el Mallorca con la victoria y a Javier Aguirre le salió el guion como lo había pensado. El Celta sigue sin anotar ni puntuar en Balaídos y los baleares ya respiran de la mano del estilo que le funcionó la pasada temporada.