ATHLETIC CLUB

Por ser mujer, 10.000 pesetas: así cambiaron tres pioneras la historia del Athletic

El camino por la igualdad de Edurne Salsamendi, Irune Larrinaga y Ana Urquijo ha hecho avanzar al club vasco en sus últimos 50 años.

Ana Urquijo con Edurne Salamendi en 2006. /Athletic Club
Ana Urquijo con Edurne Salamendi en 2006. Athletic Club
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

"Ay..., buena la has hecho", es lo que respondió Edurne Salsamendi cuando le negaron ser socia del Athletic Club por el simple hecho de ser mujer. Ocurrió en 1972; por aquel entonces el artículo 17 de los estatutos del Athletic Club impedía que las mujeres fuesen socias de pleno derecho.

La historia de Edurne representa la de muchas mujeres en Bilbao que intentaron disfrutar del fútbol como lo hacían los hombres, pero que no podían por culpa de un sistema que no se lo permitía. Entonces se veía como algo de lo más normal; hoy, en cambio, que una mujer no pueda ser socia del Athletic se vería con ojos de escándalo. Si se ha avanzado es gracias a impulsos como el suyo.

"Al salir de la oficina empecé a darle vueltas a la cabeza para ver cómo solucionarlo. Escribí una carta y la lie", reconoce Salsamendi, quien comenzó a acaparar las portadas de los periódicos de Bilbao, en una entrevista con el club.

Una fama no intencionada que le pasó factura: "Creían que yo quería darme a conocer. ¡Pero si yo soy perito-mercantíl, !qué voy a darme a conocer!". Por culpa del acoso recibido se vio obligada a apartarse del tema y "dejarlo morir".

Esa misma temporada tuvo que convertirse en abonada, teniendo que pagar una cuota que se hubiese ahorrado siendo hombre. Más o menos lo que le ocurrió a Irune Larrinaga. Fue otra de las pioneras en conseguir más igualdad entre géneros dentro del club.

"Cuando solicité el traspaso del carné de mi padre, me dijeron que tenía que pagar 10.000 pesetas, algo que con los hijos no pasaba", confesó Larrinaga en Radio Bilbao. Fue en el año 1977, cuando los derechos de las mujeres seguían por debajo de los hombres en los estatutos del club bilbaíno.

Pese a abonar el dinero por culpa de la regla que estaba en vigor, Larrinaga se acercó al presidente Beti Duñabeitia. "Me dijo 'tienes razón' y se comprometió en eliminar esa cláusula".

Beti no mintió, con los nuevos estatutos de 1979 eliminó dicha norma y añadió el reconocimiento de la igualdad de derechos para hombres y mujeres en el Athletic. Con estas medidas, Larrinaga fue la última mujer en pagar por heredar el carné de su padre y Salsamendi se convirtió en socia de pleno derecho del Athletic.

Avances en la junta

La historia actual del club también está escrita por mujeres. En 1990, Ana Urquijo se convirtió en la primera directiva en los 108 años de historia del club. También fue vicepresidenta del Athletic durante el mandato de Fernando Lamikiz entre el 2004 y el 2006.

Urquijo tomó los mandos de la presidencia tras la dimisión de Lamikiz en 2006, convirtiéndose en la segunda presidenta de un club en Primera División por detrás de Teresa Rivero (Rayo Vallecano).

Fue la cabeza del club durante la temporada 2006/07, una de las peores en la historia deportiva de la entidad. Ana Urquijo sufrió los varapalos continuos del Athletic desde el palco, aunque finalmente el equipo se salvó de su primer descenso en la historia del club en la última jornada.

Con la permanencia asegurada, comenzó el periodo de elecciones al cual no se presentó. Pese a ello, Urquijo sigue presente en el Athletic de distinta forma. En 2022, fue una de las cinco personas encargadas de la reforma del club. Casualidades de la vida: 50 años después de que una mujer se viera bloqueada por unos estatutos, otra terminó teniendo voz y voto para redactarlos.