FÚTBOL

Martín Montoya: "En el Barcelona que estaba te daba hasta nervios entrenar"

El lateral ha pasado por muchos equipos y todos con una alta exigencia. Ahora disfruta del fútbol en el Aris de Salónica donde es feliz.

Martín Montoya, con el FC Barcelona. /ARCHIVO/Albert Gea
Martín Montoya, con el FC Barcelona. ARCHIVO/Albert Gea
Manolo Nieto

Manolo Nieto

Lo máximo para un jugador de fútbol es llegar a la élite, formar parte de una de las grandes ligas europeas y poder ganar títulos. Martín Montoya (Gavà, 14/04/1991) ha conseguido eso precisamente. Ha jugado en LaLiga, en la Premier y en el Calcio. Ha ganado títulos con el Barcelona y con el Real Betis. En todos ellos ha disfrutado y ha sentido la presión, incluso más lo segundo que lo primero. Ahora se siente más liberado, siente la alegría de jugar al fútbol en la liga griega, en el Aris de Salónica, donde ha coincidido con un grupo excepcional.

Si repasas los equipos en los que ha militado el defensa catalán, hay algo que resalta a simple vista. No ha estado en equipos fáciles. Barcelona, Inter, Betis y Valencia. A todos ellos va unida la palabra exigencia desde diferentes perspectivas. Una exigencia que se vuelve presión, una presión que afecta directamente a la salud mental del deportista. Por esa razón, es normal que Montoya te diga que "ahora me toca poder disfrutar de otra forma, estar más liberado mentalmente, de tener a un grupito de españoles en otra parte del mundo", asegura. Del fútbol, como deporte, se puede disfrutar en cualquier parte del mundo, y eso es lo que se desprende de la charla que hemos mantenido en Relevo con Montoya. Un futbolista que ha encontrado su pequeño paraíso en una competición pasional como la griega.

¿Cómo estás? ¿Cómo te va por Grecia?

Muy contento de estar aquí, la verdad, esta experiencia es diferente y nueva y estoy contento. Estoy muy liberado mentalmente, porque sí que es verdad que he sufrido en el tiempo que estuve en el Betis, estaba súper contento de volver a mi segunda etapa, pero no fue como la primera, como yo esperaba, tener participación, tener minutos y, al final, entre lesiones, porque me tuve que operar del talón y todo, no fue como yo quise. Y por eso digo que aquí estoy muy liberado, porque estoy jugando, estoy bien y sobre todo estoy muy tranquilo mentalmente, tengo una paz mental aquí en Grecia que no la tenía allí en Sevilla, en España, en general.

Es muy importante que vosotros, los futbolistas, habléis de eso. ¿Cómo se le puede explicar a un aficionado que un futbolista puede pasarlo mal en lo mental?

Sí, al final es difícil, porque el que paga por ver un partido, el espectador, lo que quiere es que su equipo gane cada partido, quiere que el jugador que viste la camiseta de su club rinda en cada partido, que lo haga siempre al cien por cien. Al final somos personas y es difícil competir en todos los partidos, ganar todos los partidos, hacer todos los partidos buenos, es muy difícil.

Hay mucha presión.

Sí, hay mucha presión en eso, en lo que es el entorno del fútbol, hay mucha presión porque la gente paga por ello, mucha gente va al campo, cada fin de semana los campos están llenos y la gente quiere victorias y victorias, y que el jugador lo haga bien. Al final es entendible. Es como dicen, que ganamos mucho dinero pero también estamos muy expuestos a esta presión, tanto de prensa como de aficionados.

Hablando de presión, tú has ido de un equipo con presión a otro. Y en todos has tenido mucha.

Empecé en el Betis, la primera vez, del Betis me fui a Valencia, que son dos aficiones que siempre he dicho que son estupendas, te dan un apoyo espectacular, cada fin de semana con el campo lleno, increíbles, tanto para lo bueno como para lo malo. Cuando la cosa va bien, te llevan en volandas, te hacen ganar partidos, y cuando la cosa no va tan bien, hay que atarse los machos porque vienen curvas. Son aficiones muy sentimentales que quieren siempre a su equipo arriba.

Este fin de semana hay un buen partido, Real Betis-Barcelona, ¿cómo ves a ambos equipos?

Al Barcelona ahora lo veo en un momento un poquito complicado. Perdió el otro día en casa contra Las Palmas, si que es verdad que ganó en Champions, pero perdió contra Las Palmas y empató el penúltimo partido contra el Celta. Le sacaba más puntos en Madrid en Liga y parecía que iban a ser imbatibles. Al final son momentos de los equipos que suelen pasar altibajos durante la temporada. Y el Betis, igual, empezó muy bien la temporada, empezó ganando, estando arriba, y sí que es verdad que lleva partidos perdiendo. Perdió el otro día contra la Real Sociedad, también en Conference League y el penúltimo partido también contra Valencia fuera. El Barcelona es un equipo para ganar una Liga y el Betis es un equipo para poder competir y estar arriba en Europa League, incluso en Champions, que es más complicado, pero Europa League es un objetivo muy claro.

¿Te mojas en un resultado?

Yo creo que en el Villamarín va a apretar mucho la gente y yo diría que 1-1. No me voy a mojar por ningún equipo, en los dos he estado muchos años, he disfrutado mucho, tengo un aprecio grande a los dos clubes, y yo creo que el 1-1 sería un buen resultado para los dos.

Volviendo al tema de la presión. ¿Qué es lo que llevabas peor? ¿La prensa? ¿Las críticas de los aficionados?

Al final lo que llevas peor es el tema de los aficionados, que tu propia afición te critique, pues al final es jodido. Y más cuando no tienes continuidad, si es un jugador que ha jugado todos los partidos titular y que demuestra cosas y luego baja el nivel, pues sí que te pueden criticar. Pero a un jugador que ha estado mucho tiempo en el banquillo, que no ha tenido oportunidad de jugar tres partidos seguidos, al final es complicado y es muy fácil criticar. Eso es al final lo peor que he llevado, por parte de la afición, la crítica. Por parte de la prensa, estamos expuestos también todos y hay unos que les gusta un tipo de jugador, y a otros pues otros futbolistas.

Y en el Barcelona aún más. Es que en el Barcelona desde que eres pequeño tienes esa presión, ¿verdad?

No, por supuesto. No he hablado del Barcelona, he hablado solamente de Valencia y del Betis, por el tema de aficiones que son muy parejas. Pero sí que es verdad que al final me he pegado toda la vida en el Barcelona y la presión ahí se multiplica por diez. Es un club súper grande, de los mejores del mundo y es una presión que, claro, salir al campo y te ven millones de espectadores de España y de todo el mundo, es una presión mucho mayor. Con el tema de la afición no es tanto, es una afición más tranquila. Lo que me refería antes era al tema del Valencia y Betis, por el tema de la afición que son más pasionales.

¿Qué recuerdos guardas de aquella etapa en el Barcelona?

Pues la verdad que son momentos muy bonitos. Cuando uno es jovencito, está empezando, va subiendo y no lo valoras… Y luego cuando uno ya tiene una edad que ya está casi para retirarse, pues se da cuenta, ¿no? Son momentos que son la hostia, que juegas con los mejores jugadores del mundo, con un equipo que gana el triplete. La última Champions fue en el 2015, que estuve yo. Jugadores que dices, hostia, que vas a entrenar, y te daba hasta nervios entrenar, hasta presión, imagínate. Estás rodeado de los mejores, pero es una época la verdad que muy bonita. Para un canterano cada entrenamiento es una presión. No es lo mismo subir en un equipo normalito, que subir en un Barcelona, en un Madrid, en equipos top, que hay estrellas y jugadores muy contrastados, y un nivel súper alto. Pues imagínate ir a entrenar cada día. En el rondo, con Messi, con Alves, con Iniesta, con Xavi, con Busquets, con esta gente. Dices, ¿dónde me he metido? Porque son los mejores. Y luego me fui al Inter, y el nivel se nota que no es lo mismo. Se nota que el nivel del Barça era de otro nivel, la verdad.

¿Cómo es Messi?

Es una pasada. O sea, como persona y como jugador, ya te digo, inigualable. Pensaba un segundo o dos antes que cualquiera, te hace la diferencia. En los entrenamientos, como antes he dicho, en el rondo, no entraba dentro si no quería. O sea, era tan rápido de mente que sabía dónde era el pase para no perderla. Es muy inteligente. Bueno, al final ha nacido con ese don, y ya está. Cuando los canteranos perdíamos el balón, o sea, a lo mejor se la dábamos y la perdía él porque era un poco arriesgada, siempre nos metíamos nosotros dentro. Venga, tranquilo, que ya voy yo dentro. En la que era dudosa entrabas tú.

¿Cómo ves el tema de tantas lesiones? Porque esa presión también va para el cuerpo, esa presión también va para el músculo. Eso unido a la cantidad de partidos, a las malas pretemporadas que se realizan por compromisos económicos, ¿qué es lo que está ocurriendo? ¿Por qué hay tantas lesiones?

Sí, la verdad es que ahora hay muchas. Cuando uno está en un nivel muy alto, que juegas Champions o Europa League, juegas Copa, juegas Liga, la selección. Son muchos partidos que hay por delante y sí que es verdad que el cuerpo no es un robots. Y quieras que no, el cuerpo se siente. Yo creo que sí que es verdad que ahora hay mucho espectáculo y creo que hay demasiados partidos. Pero también para eso están los clubes, para planificar, para tener equipos largos y poder también tirar de canteranos en un caso dado.

¿Qué te ocurrió en el Inter? ¿Por qué no te adaptaste cuando parecía que podías ser un equipo donde tú también pudieses estar mucho tiempo?

Sí, la verdad que salí del Barcelona después de llevar 16 años en el club, de los 9 hasta los 24. Fue mi primer cambio de jugar siempre en el mismo club, con la misma gente, con el mismo estilo de juego y todo. La primera vez que salgo de casa, irme a otro país, a otra cultura, a otra liga diferente. Y no me adapté, la verdad que no me adapté. Tampoco el entrenador confió en mí en esa primera vuelta de la liga. Y entonces tuve que tomar la decisión de salir de ahí. Y fue cuando acabé la temporada en el Betis. Y después en el Valencia.

Oye, ¿te sorprende lo del Valencia, la situación que vive?

Yo cuando llegué estaba revuelto. Me acuerdo que firmé con Pako Ayestarán y se fue, entró Prandelli. Y luego se quedó Boro. O sea, hubo como 3 o 4 y se quedó Boro todo el año. Era una época en la que el Valencia estaba en tierra de nadie. Con muchas críticas a Peter Lim y eso. Mi primer año. Y luego el segundo año sí que con Marcelino logramos quedar cuartos esa temporada. Con jugadores contrastados, con mucho nombre. Hicimos una temporada súper buena. Y al siguiente año yo marché, en el 2018 marché. Y ganó la Copa contra el Barça. Y luego sí que es verdad que poco a poco se ha ido para abajo.

Pero un futbolista piensa, «me voy y gana la Copa». ¿Te has arrepentido de determinadas decisiones?

En el fútbol, en cualquier circunstancia de la vida, hay que tomar decisiones. Y sí que algunas veces me arrepentí de irme a un sitio en vez de a otro. El segundo año de Marcelino jugué casi todo, pero tuve una conversación con él y me dijo que el siguiente año sería el segunda espada y no jugaría tanto. Entonces, tomé la decisión de marcharme. Yo en esa época quería jugar. Era más joven y me había capacitado. Entonces, tomé la decisión de irme a Inglaterra. Y justamente al siguiente año ganaron la Copa del Rey. Pero bueno, luego pude ganarla con el Betis. Es un orgullo muy grande.

Oye, tú has tenido la suerte de estar en las tres grandes ligas. ¿Con cuál te quedas? ¿Con la Premier, la Liga Española o el Calcio?

Yo me quedo con la Liga y con la Premier. Creo que son las mejores ligas que hay para jugar y para ver. Son muy bonitas. Sí que es verdad que hay más gente que quizás prefiere la Premier porque los equipos de abajo te pueden competir contra los de arriba. Y como que es más ir de vuelta al final.

En el Betis, también tuviste problemas con las lesiones. Eso también tuvo que agobiarte, ¿no?

Sí, a ver. Tampoco tuve muchos problemas. Yo el problema que tuve gordo fue cuando me tuve que operar del talón. Llevaba arrastrándolo ya mucho tiempo, que no podía ni caminar apenas. Y ya decidí operarme. Ahí sí que estuve 6 meses de baja. Tampoco tuve muchas lesiones en el Betis. Pellegrini tampoco confiaba mucho en mí.

Estas cosas pasan.Trabajar, esforzarte y ver que por una cosa u otra no entras.

Es muy complicado. En mi caso es muy complicado, la verdad. Soy muy competitivo, un jugador muy competitivo. Desde bien pequeño siempre he querido jugar. Al final llegas a sitios y momentos que es difícil. Por tema de entrenador, por tema de lo que sea, y es complicado. Es muy complicado gestionar mentalmente el que no vas a jugar titular cada fin de semana o que hay uno delante, antes que tú, y que el entrenador no va a confiar tanto en ti. Es complicado sobrellevarlo mentalmente, la verdad. Ahora estoy disfrutando mucho.

En un equipo donde se habla español, ¿no? Porque ¿cuántos jugadores habláis español?

Así es, así es. En el vestuario creo que españoles somos, no sé, entre nueve y diez españoles. Sudamericanos hay dos, me parece. Y luego también hay dos chicos africanos que también hablan español, que estuvieron en Segunda división de España. O sea, italianos. Al final se habla más español, un poco de inglés, más que griego. Somos un equipo que, no sé, tenemos más españoles que quizás en bastantes equipos de España.

En un fútbol muy pasional el de allí

Es así. Aquí son muy pasionales también, como he dicho antes. Como un Betis-Sevilla, como un Barça-Madrid, pero sobre todo como un Betis Sevilla. Pero sí que es verdad que aquí a nivel ya de bengalas… hay cosas un poco más duras.

Oye, y tú que has jugado y que has estado en un Clásico y en un derbi sevillano, ¿con cuál te quedas? ¿Con un Clásico Barça-Madrid o con un derbi sevillano?

La verdad que en tema de afición se vive mucho más un Betis Sevilla o un Sevilla-Betis. En cuanto estar ahi en el campo, un Betis-Sevilla. Pero por todo lo que conlleva jugar un Clásico… es un privilegio el poder jugar, que te ven millones y millones de espectadores. Pero dentro del campo, un Betis-Sevilla es increíble.

Esos momentos previos a un Clásico, con toda la repercusión mediática que tiene, ¿cómo se lleva?

Tienes que ser muy fuerte, porque ya te digo, es mucha presión que te metes en la cabeza. Y sobre todo cuando juegas un Barça-Madrid, un Madrid-Barça, que tienes que jugar contra Cristiano, contra Di María, contra gente que es de otro nivel, y que te ven millones de personas. Mentalmente tienes que ser fuerte. Y al final, los momentos de antes y el día anterior sí que estás nerviosos. Lo típico. Pero cuando ya entras al campo, al calentamiento, al final no escuchas a nadie, estás metido, estás 'focus' en tu partido.

¿Con cuál te quedas para ti?

Pues me quedo con uno que le di al larguero, que salí en la primera parte porque se lesionó Alves, me parece. Quedamos 2-2 en el Camp Nou. Y creo que fue en el minuto 91 por ahí, un pase de Pedro, chuté, y le di al larguero. Tampoco jugué muchos minutos, jugué me parece que tres, pero me quedo con ese.

En esos partidos tienes enfrente a Cristiano, pero tu mirarías a los tuyos y tienes a Xavi, Iniesta, Messi…

Ese miedo existe, pero al final, cuando estás rodeado de jugadores tan buenos, con tanto talento, te lo hacen más fácil. Yo siempre tengo en la cabeza una frase que se la digo a todo el mundo, digo, es que en el Barça era muy fácil jugar para cualquier jugador canterano que subía en esa época, con gente tan buena, es que te hacían jugar bien. Fíjate si son buenos que, por ejemplo, Xavi siempre me decía 'tú pásamela aunque tenga un jugador atrás, aunque tenga un jugador atrás, me la pasas'. Para que veas el nivel de confianza que tenía en ese momento Xavi y los jugadores con los que juegas.

Tú en Grecia estás bien, estás contento y estás disfrutando mucho pero, ¿te ves viniendo para España?

Al final mentalmente estoy súper liberado. Estoy muy bien aquí. Y yo creo que es complicado volver. O sea, sería complicado. Si puedo quedarme aquí hasta el día que me pueda retirar, pues yo creo que mentalmente para mí es lo mejor.

Lo importante para ti es disfrutar.

Al final, pues bueno, me toca, por la edad o por lo que sea, me toca estar aquí, disfrutar de otra forma. Disfrutar en otro club, en otra Liga, que no es tan competitiva como la española. Al final he podido vivir momentos muy bonitos en mi carrera, jugar en equipos muy buenos, ganar títulos. Y ahora me toca, pues, como has dicho, poder disfrutar de otra forma, estar más liberado, el tener un grupito de españoles en otra parte del mundo. Y al final es ser feliz, es seguir siendo feliz jugando al fútbol.

¿Cómo te planteas el futuro? ¿Te ves ligado al fútbol? ¿Te ves de entrenador?

No creo que vaya yo por esa rama, como entrenador de gente profesional. A lo mejor de algún equipito de niños jovencitos, sí, sí que me gusta el entrenar a niños jóvenes. Después de tantos años, creo que me gustaría más decantarme por fútbol base, por estar más con chavalitos. También estudié INEF, tengo una carrera de INEF, que también puedo meterme a trabajar en un equipo de Primera, de Segunda. A día de hoy lo que te toca es disfrutar, seguir disfrutando y cuando llegue el momento pegarme un año sabático, poder disfrutar de mi familia en Barcelona, que llevo ya casi 10 años fuera. Un año sabático y luego pues ya veremos.