Monchi: "Lo fácil sería dimitir, pero eso es de cobardes"
El de San Fernando reconoce errores graves en la planificación, habla de la permanencia como objetivo y deja dudas sobre su continuidad a partir del próximo verano.

Sin paños calientes. Así ha comparecido el director general deportivo del Sevilla, Monchi, ante los medios de comunicación del club. Sabedor de que es la cabeza visible del proyecto, da un paso al frente para ponerse al mando de la difícil situación deportiva que vive el Sevilla. "Es un momento difícil, el más complicado que me ha tocado vivir. Es tremendamente difícil encontrar un atisbo donde agarrarse para cambiar las sensaciones que tengo. Toca levantarse y aun siendo el momento más negativo como director deportivo, hay que sacar fuerza donde no la hay y sacar al equipo de una situación crítica debida a nuestros propios errores", ha comenzado, todo centrado en su figura.
La preocupación es latente. Más aún tras la dolorosa derrota ante Osasuna, que cortó una racha de cuatro victorias consecutivas en LaLiga como local, y la paliza sufrida ante el Atlético. "Si no estuviera preocupado sería preocupante valga la redundancia. Tengo pena, dolor por lo que nos está tocando vivir. El luto tiene que durar lo que tiene que durar. Tengo una relación muy cercana con el vestuario y los jugadores tienen que verme fuerte", aseguraba.
Ayer hubo reunión con el cuerpo técnico. Hoy ha querido hacerlo con todos los estamentos que trabajan a diario con la primera plantilla. "He intentado hacerles ver la situación pero quiero recuperar lo mejor de ello. La mayoría son internacionales, jugadores que han hecho cosas importantes. Cuando las cosas vienen mal cada uno tiende a mirar a otro lado. La solución pasa por la unión. Tenemos que saber los errores pero también buscar soluciones. La mayor culpa es mía por la toma de decisiones erróneas pero la solución pasa por ellos", argumentó el de San Fernando.
Como publicamos en Relevo, ya no se habla de otra cosa que no sea la permanencia. No hay argumentos para más. En esta inestabilidad, y a pesar de sus logros, muchos aficionados han pedido su marcha. "Lo fácil sería dimitir.Irme a San Fernando, pero creo que eso sería de cobardes.Si supiera que es la solución me iría. Cuando el balón deje de rodar ya veremos qué decisiones hay que tomar. Veremos dentro de un tiempo qué decisiones hay que tomar. Creo que ahora puedo seguir aportando para transmitir en este momento difícil mucha tranquilidad", ha confesado con rostro serio.
Así mismo, ha explicado por qué se ha llegado a esta situación: "Hemos llegado aquí porque nos hemos equivocado mucho. Hemos crecido por una gran gestión siempre con un modelo de riesgo. El error se paga caro y nos hemos equivocado. Todo lo que podía salir mal ha salido peor. En una temporada donde en vez de cuarto podíamos quedar octavo pero este año nos hemos equivocado más de lo normal. A veces utilizando los mismos protocolos no se llega al mismo sitio". Dos partidos por delante para intentar el resurgir de la plantilla y para valorar la continuidad de Jorge Sampaoli.
A la espera de Pape Gueye y Loïc Badé
El Sevilla tiene dos finales por delante y el cuerpo técnico que encabeza Jorge Sampaoli lo sabe. Ante esta tesitura, el argentino espera recuperar efectivos de cara al partido ante el Almería. La vuelta de Badé es una opción seria aunque el club quiere ir con cautela debido al riesgo que puede existir de recaída y perderlo para el resto de la temporada. Además, los andaluces han presentado alegaciones por la segunda amarilla que vio Pape Gueye ante el Atlético, y en la entidad son optimista con su participación el próximo domingo. Mañana se sabrá la decisión del Comité de Competición.